Gerrit van der Valk, famoso hostelero holand¨¦s
Uno de sus platos emblem¨¢ticos era la compota de manzana
Gerrit van der Valk, el hostelero holand¨¦s que logr¨® que sus compatriotas salieran por fin a comer fuera d¨¢ndoles men¨²s asequibles en establecimientos sin pretensiones, ha fallecido a los 80 a?os en Marbella, donde resid¨ªa para que el clima c¨¢lido suavizara sus maltrechos pulmones.
Era el empresario de raza por excelencia, con sus luces y sombras. Junto con su hermano, Arie, levant¨® un imperio sobre el antiguo caf¨¦ paterno al que sumaron una cincuentena de hoteles y restaurantes en Holanda, B¨¦lgica, Francia, Alemania, Espa?a, las islas de Cura?ao y Bonaire (en el antiguo Caribe holand¨¦s) y Estados Unidos. Daba trabajo a 15.000 personas, y en 2007, obtuvo unos ingresos de 520 millones de euros. El tuc¨¢n que adornaba sus locales se hizo tan familiar como la compota de manzana, uno de los platos emblem¨¢ticos, que pod¨ªa pedirse a cualquier hora. Convertido en el hostelero m¨¢s famoso de su tierra, mantuvo su plaza durante decenios. Tan bien le fue, que acab¨® pagando las consecuencias de su llamativa prosperidad.
En 1982 su esposa fue secuestrada y pag¨® seis millones por su rescate
En 1982, su esposa Toos fue raptada durante tres semanas por una banda de delincuentes italianos. Pag¨® un rescate de 13 millones de florines de la ¨¦poca (unos seis millones de euros), que pudo recuperar en parte, y su mujer volvi¨® ilesa. Aunque los secuestradores acabaron entre rejas, ¨¦l se jact¨® de que pedir¨ªa una deducci¨®n de impuestos por el dinero desembolsado a la fuerza. Amigos y conocidos le rieron una bravuconada que le costar¨ªa muy cara. A partir de entonces, los inspectores de Hacienda se interesaron por su quehacer y comprobaron que no todo era trabajo duro en casa de Van der Valk, apodado ti¨ªto Gerrit. No s¨®lo se hab¨ªa retrasado con los impuestos, tambi¨¦n llevaba una doble contabilidad. El asunto acab¨® con un acuerdo judicial que le oblig¨® a entregar 140 millones de florines y modernizar sus m¨¦todos de gerencia.
Poco despu¨¦s del secuestro, emigr¨® con su familia a Suiza instal¨¢ndose en la estaci¨®n de esqu¨ª de Chat¨ºaux d'Oex. Aunque afloj¨® las riendas del negocio holand¨¦s, junto a su casa levant¨® enseguida una urbanizaci¨®n de lujo para vacaciones. A los chal¨¦s, comercios y restaurantes, se uni¨® luego una discoteca. Sus allegados cuentan que la compr¨® porque iban a cerrarla, y porque sus nietos le dijeron que sin sala de baile no le visitar¨ªan.
Cuando su salud empeor¨®, decidi¨® trasladarse a Marbella por recomendaci¨®n m¨¦dica. Al cumplir 75 a?os, resumi¨® su trayectoria en pocas palabras, fiel a su estilo. "Nunca pares ni desfallezcas. Si es posible, tampoco cambies de esposa. Y para comer, mucha verdura, un buen filete y pocas patatas", sentenci¨®.
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