Turbulencias en la 'Bolsa del poder'
Las ideas que han dado las mayores horas de gloria a Davos est¨¢n en crisis
No hay una bolsa internacional del poder. Pero si alguna instituci¨®n consigue aproximarse a un mercado donde se cotiza el valor de los Gobiernos, las corporaciones e incluso las personalidades, ¨¦sta es la reuni¨®n anual del Foro Econ¨®mico Mundial. Estar en Davos es existir, aunque a veces sea a trav¨¦s del desplante o de la presencia rebajada al m¨ªnimo, como ha sido este a?o el caso de la nueva Administraci¨®n norteamericana. Pero todav¨ªa es m¨¢s importante hablar y actuar en los paneles de Davos, construir una buena agenda de contactos y amistades en las comidas y cenas restringidas, o monopolizar la entera atenci¨®n de la cumbre de los ricos con una actuaci¨®n excepcional, unas declaraciones o un acuerdo que abra telediarios o manche las primeras p¨¢ginas de la prensa de todo el mundo.
Este a?o, los organizadores insisten en que es la reuni¨®n con mayor y mejor asistencia de toda su historia. Pero esta cuarentena larga de primeros ministros y jefes de Estado que han acudido al encuentro y el n¨²mero creciente de inscritos no esconde la dura realidad. Las ideas que han dado las mayores horas de gloria del foro est¨¢n hechas trizas, tal como pudo comprobarse en el juego intelectual de uno de los encuentros, donde se fabric¨® una lista de conceptos que pasar¨ªan al basurero de la historia: el capitalismo financiero, la mano invisible de Adam Smith, los mercados desregulados, el dominio occidental del mundo del que tanto se beneficia Davos o los sindicatos franceses se situaron en lo m¨¢s alto de las preferencias. Es visible la deserci¨®n del mundo de las finanzas, ocupado en otras cosas; a veces, en reunirse con los abogados para defenderse ante las demandas. Quienes han cobrado bonus como directivos de grandes empresas tampoco se han acercado este a?o por estas monta?as.
Como en un efecto domin¨®, el derrumbe de los mercados financieros se ha traducido en inestabilidad e inseguridad de la propia Bolsa donde se cotizan y ha permitido que el foro alternativo, reunido en su novena convocatoria en Bel¨¦m, volviera a rivalizar con la reuni¨®n del capitalismo global.
La asistencia a Davos se ha visto mermada tambi¨¦n por este flanco, convirti¨¦ndose en una debilitada presencia del entero continente americano: en Bel¨¦m est¨¢n cinco presidentes (Brasil, Venezuela, Bolivia, Ecuador y Paraguay); en Davos s¨®lo hay dos (Colombia y M¨¦xico), y falta el m¨¢s significativo de todos, Barack Obama, que s¨®lo ha mandado a su consejera especial Valerie Jarrett. No significa que Am¨¦rica no cotice, sino que es el propio foro el que ha perdido puntos en Am¨¦rica entera.
El continente euroasi¨¢tico, en cambio, tiene una presencia abultada y visible. Y Asia especialmente. Desde la mirada oriental, ¨¦sta es la cumbre del resto, el conjunto de pa¨ªses que aspiran a jugar en el tablero mundial despu¨¦s del derrumbe de la idea de una ¨²nica superpotencia. Pero buena parte de la agresividad exhibida en los ¨²ltimos meses de la presidencia de Bush por este nuevo mundo multipolar ha desaparecido ahora con la llegada de Obama. Vlad¨ªmir Putin estuvo algo m¨¢s suave que de costumbre. Tambi¨¦n Wen Jiabao. E incluso el ministro de Exteriores iran¨ª, Manouchehr Mottaki, suaviz¨® las exigencias iniciales de su presidente Mahmud Ahmadineyad a Estados Unidos como condici¨®n para emprender una negociaci¨®n bilateral: el ministro se limit¨® a pedir hechos que acompa?en a las palabras de Obama, mientras que el presidente quiere que Washington se arrodille y pida perd¨®n por sus pecados. Los iran¨ªes llegaron a Davos con las valvas cerradas como un molusco atacado, y no es poco m¨¦rito que hayan empezado a relajarse un poco en estas alturas.
Uno de los pa¨ªses con mayor juego en Davos ha sido siempre Turqu¨ªa, pero su presencia al m¨¢ximo nivel est¨¢ ahora amenazada tras el virulento incidente entre Tayyip Recep Erdogan y Simon Peres. En este caso, la presencia de ambos mandatarios en la bolsa del poder presiona a la baja. Turqu¨ªa e Israel no salen muy bien libradas de este encontronazo a prop¨®sito de Gaza, aunque las opiniones p¨²blicas nacionales aprecien los gestos de defensa del honor y la valent¨ªa de cada uno. El percance es menor para el Gobierno turco, que tiene una gran capacidad de negociaci¨®n en toda la regi¨®n y es un buen intermediario pr¨¢cticamente en todas las direcciones. Pero es un s¨ªntoma de c¨®mo cotiza Israel despu¨¦s de la acci¨®n devastadora de 23 d¨ªas sobre Gaza y su poblaci¨®n. En m¨ªnimos hist¨®ricos. Por cierto, nadie tiene noticia de c¨®mo cotiza aqu¨ª el poder pol¨ªtico espa?ol. No est¨¢. Ni este a?o ni pr¨¢cticamente nunca.
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