Nadal contra el tab¨² australiano

Un e-mail ha llevado a Andr¨¦s Gimeno a Melbourne. Se lo envi¨® hace unos meses la federaci¨®n de tenis de Australia y ven¨ªa a contener el ruego siguiente: "Rod Laver celebra los 40 a?os de la conquista del Grand Slam, los cuatro torneos grandes seguidos. Perdi¨® usted contra ¨¦l la final del Abierto de Australia. ?Vendr¨ªa al homenaje que le organizamos en Melbourne?". Y Gimeno, claro, fue. Hoy est¨¢ en un lujoso hotel del centro de la ciudad, sonriente y separado por unos pocos metros de Rod Rocket Laver, ese tenista incomparable que viste gorra, bebe cerveza y no concede entrevistas. "Cre¨ªa que ten¨ªa una peque?a posibilidad de ganar aquel partido", dice Gimeno, "pero, desgraciadamente, me encontr¨¦ con un monstruo. Ahora estoy muy contento porque Nadal est¨¢ en la final". No es una cosa cualquiera. Espa?a, en la categor¨ªa masculina, s¨®lo ha tenido tres finalistas: Juan Gisbert (1968), Gimeno (1969) y Carlos Moy¨¤ (1997).

"Rafa es el favorito. Mental y f¨ªsicamente, es superior a Federer", sentencia Gisbert

"Recuerdo coger el tranv¨ªa hasta Milton Park y luego andar con las raquetas y las bolsas hasta el estadio", dice Gimeno, que pertenece a una ¨¦poca sin coches plateados para los tenistas, hu¨¦rfana de marcas exclusivas y vacunada contra la dieta del deportista. "?Es que estamos hablando de hace 40 a?os! Siempre hubo peticiones de aut¨®grafos, pero ahora salen a la calle y les destrozan. Beb¨ªamos mucha agua, pero tambi¨¦n nos tom¨¢bamos nuestras cervezas en la cena porque es una tradici¨®n de tenista y un buen filete porque despu¨¦s de esas palizas ten¨ªamos un hambre que nos mor¨ªamos... Pero nos cuid¨¢bamos". ?Y la final?: "Rafa sabe que puede ganar a Federer en cualquier pista. Eso le dio la victoria en Wimbledon. Est¨¢n muy igualados, pero Nadal tiene bien controlada la cabeza".

Justamente un a?o antes de que Gimeno perdiera la final contra Laver, y tambi¨¦n sobre hierba, Gisbert pas¨® por el mismo trago ante William Bowrey. "Cuando jugu¨¦ la final, en 1968", recuerda el ex tenista, que ahora vive en Miami, "hac¨ªa un calor espantoso, como ahora. Para m¨ª, fue un gran a?o. ?Termin¨¦ la carrera de abogado y jugu¨¦ la final de Australia!". No fue un ¨¦xito casual. Espa?a perdi¨® la final de la Copa Davis de 1967 sobre la hierba australiana y se decidi¨® que alguien se quedara en el pa¨ªs para mejorar sobre esa superficie. Gisbert y Manuel Orantes fueron los elegidos. "Y ah¨ª nos quedamos tres meses escuchando y entren¨¢ndonos con los australianos para aprender qu¨¦ era aquello de la hierba". Casi 50 a?os despu¨¦s, un espa?ol est¨¢ en la final. ?Qu¨¦ posibilidades tiene? "Para m¨ª", contesta Gisbert, "Nadal es el favorito. Le ha ganado a Federer much¨ªsimas veces. Es superior mental y f¨ªsicamente. Adem¨¢s, Federer juega con una presi¨®n muy fuerte: igualar los 14 t¨ªtulos grandes de Sampras".

Contra Sampras perdi¨® Moy¨¤ la final de 1997, como tambi¨¦n perdieron finales Arantxa S¨¢nchez Vicario (1994 y 1995) y Conchita Mart¨ªnez (1998). "Mi situaci¨®n en aquella final era diferente a la de Rafa ahora", explica; "hac¨ªa 30 a?os que no hab¨ªa un espa?ol en la final. Vi la victoria un poco lejos de mi alcance porque jugaba contra Sampras, que era pr¨¢cticamente imbatible en las finales grandes. Me sent¨ª satisfecho y eso me hizo ser un poco conformista". ?Qu¨¦ es lo que recuerda de aquello? "Para la gente perdura el 'hasta luego, Lucas' [su despedida del p¨²blico], en un momento en el que la pista r¨¢pida era un tab¨² en Espa?a", contesta; "me cambi¨® la vida, m¨¢s que ganar Roland Garros o ser el n¨²mero uno. Desde hace tiempo, los tenistas espa?oles son conscientes de que se puede ganar el primer grande sobre pista r¨¢pida. La hierba [el torneo se jug¨® en esta superficie hasta 1988] era mucho m¨¢s tab¨² que el cemento. Con Rafa llegando a dos finales seguidas y ganando la tercera, se consigui¨® lo m¨¢s dif¨ªcil, que era vencer en Wimbledon. Lo otro es cuesti¨®n de tiempo".

Quiz¨¢s haya llegado el momento. Nadal juega hoy la final del Abierto de Australia.