Consideraciones intempestivas
Yo me dedico a esto del cine desde hace veinte a?os. Es mi trabajo, con las pel¨ªculas pago la hipoteca y el colegio de las ni?as. Cuando las pel¨ªculas van mal, se me ponen los huevos de corbata porque igual no consigo trabajar el a?o que viene. Cuando van bien, puedo pensar en proyectos m¨¢s arriesgados. As¨ª funciona. Vales lo que ha hecho tu ¨²ltima pel¨ªcula. Todos lo sabemos y me parece justo. Son las reglas del juego.
?Qu¨¦ es esta historia del cine espa?ol? ?Qui¨¦nes somos? ?Por qu¨¦ estamos aqu¨ª, y no otros mejores, que seguro que los hay? ?Por qu¨¦ lo de fuera parece mucho m¨¢s bonito? ?Por que Spiderman 3 no es espa?ola? Todas estas preguntas y muchas m¨¢s se responder¨¢n adecuadamente en este apasionante art¨ªculo.
A los que hacemos cine se nos presentan tres opciones: afrontar un proyecto peque?o, ¨ªntimo, personal, socialmente comprometido. Rodar una "peque?a joya", como las denominaba Fern¨¢ndez-Santos, que nos da prestigio en festivales, pero que no genera industria. ?ste ha sido el camino adoptado predominantemente desde los setenta y ochenta, y sigue vivo hasta hoy.
Dos: lanzarse al cine de g¨¦nero intentando llegar al p¨²blico, con una productora que se deja la piel, con dinero de una televisi¨®n, muchas ganas y poca experiencia. Es el modelo nacido en los noventa, que ha dado buenos resultados y que genera industria, pero no la suficiente. Tres: salir corriendo y buscarte la vida en otra parte. Es el modelo adoptado por muchos amigos, que se hartan de pele¨¢rselo, o de las nuevas generaciones, que no quieren perder el tiempo. Me parece honesto. Tampoco genera mucha industria.
Hay otro camino. Pero antes de desvelarlo, una peque?a digresi¨®n sobre mi momento an¨ªmico actual. Escribo este art¨ªculo a las tres y veinte de la madrugada. No puedo dormir porque tengo un jet lag del quince, tras un viaje a Los ?ngeles para hablar con Paramount y Universal de nuestro pr¨®ximo proyecto. Como la mayor parte de los que nos dedicamos a esta profesi¨®n, aunque tu sede social est¨¦ en Burgos, llega un momento en que comienzas a viajar a Hollywood para reunirte con gente, asunto agotador y divertid¨ªsimo. Mi pr¨®xima pel¨ªcula tiene producci¨®n francesa y espa?ola. Se rodar¨¢ en ingl¨¦s y contaremos con socios americanos. La pel¨ªcula se rodar¨¢ en Alicante, Londres y Miami. El equipo, madrile?o, catal¨¢n y vasco, aunque tambi¨¦n hay un par de tipos de Canarias. El vino, de La Rioja; el cordero, de Aranda.
Este sin Dios es la ¨²nica manera de hacer las cosas desde Europa. Unirnos en proyectos comunes. Buscar financiaci¨®n en otros pa¨ªses, coproducir. Si queremos jugar en primera divisi¨®n, hay que mover el culo. Creo que es posible. ?Cu¨¢l es la s¨ªntesis del proceso dial¨¦ctico? Eliminar de la tesis los elementos que producen contradicciones. En este caso, a mi parecer, la soluci¨®n pasa por intentar que nuestro cine sea menos espa?ol, aunque suene fuerte decirlo. Abrir los contenidos a mercados internacionales. Hay que abandonar la mochila de nuestro complejo intelectual, porque no deja de ser una excusa. Hablar de industria, de producto y de mercado. El cine es todo eso, y no tenemos que pedir perd¨®n por ello. Las peque?as joyas son maravillosas, pero son pocas. El mercado no puede abastecerse exclusivamente de Beluga. Esto es un trabajo, no una tienda delicatessen. Si pensamos en peque?o, si queremos artesan¨ªa en lugar de industria, estamos perdiendo un terreno que ocupar¨¢n los que piensan en grande.
Me quedan una cuantas preguntas por responder. En primer lugar: ?qui¨¦nes somos? Los que podemos y queremos. Yo quer¨ªa hacer cine, y punto. Ahora me siento parte de esto y estoy orgulloso, porque conozco a mis compa?eros. Gracias a la Academia nos vemos todos los a?os, compartimos problemas y descubrimos que son los mismos. Tenemos que hablar, discutir, aportar soluciones, buscar que esto sea rentable. Cuando una pel¨ªcula espa?ola triunfa, es bueno para todos. La Academia y sus premios son valios¨ªsimos, nos sirven para levantar proyectos que no han tenido la repercusi¨®n adecuada, y pueden prolongar la vida comercial de una pel¨ªcula para que los productores no pierdan dinero.
Si los se?ores productores no ganan dinero, no hacemos pel¨ªculas. Por Dios, abandonemos de una vez por todas el miedo a decirlo. Esto tiene que funcionar, no se trata de quedar bien en un festival y volverse a casa.
Segunda pregunta: ?por qu¨¦ estamos nosotros y no otros mejores? Porque esos mejores no llegan. No tienen la oportunidad. Muchos no consiguen aguantar el tir¨®n. No es f¨¢cil dedicarse a esto cuando eres actor y no te llaman. Me r¨ªo cuando leo que se deber¨ªan hacer menos pel¨ªculas. ?Qu¨¦ pasa con los t¨¦cnicos? ?Qu¨¦ pasa con los de vestuario y maquillaje? ?Qu¨¦ pasa con los c¨¢maras, foquistas, con los scripts? ?De qu¨¦ diablos viven sus familias? La ¨²nica manera de tener una industria m¨¢s s¨®lida es rodar. Un ejemplo: muchos dicen que nuestro problema son los guiones. Que no se nos ocurren historias que enganchen. Soluci¨®n: si los guionistas trabajan, y en lugar de un gui¨®n escriben veinte, las historias mejoran. Yo conozco el sudor, el trabajo. La inspiraci¨®n no existe: es un invento de los poetas, que tienen much¨ªsimo tiempo libre. Si los t¨¦cnicos mejoran, las pel¨ªculas mejoran. Es de caj¨®n.
Tercera pregunta: ?por qu¨¦ lo de fuera parece mucho m¨¢s bonito? Porque tienen m¨¢s dinero. Eso nos provoca envidia y fascinaci¨®n. Soluci¨®n: pongamos los medios para que nuestras pel¨ªculas provoquen envidia y fascinaci¨®n. Juguemos la partida. Desde hace unos a?os lo estamos haciendo: ah¨ª est¨¢n Alatriste, Los otros, Hable con ella, El orfanato, Rec y tantas otras. Se puede.
Cuarta pregunta: ?por qu¨¦ Spiderman 3 no es espa?ola? Porque tenemos mucha suerte. Los contenidos pueden ser los mismos si el tratamiento es el correcto. Se pueden hacer pel¨ªculas de la Guerra Civil y que se vendan en todo el mundo: El laberinto del fauno es un buen ejemplo. No estoy hablando de dejar de ser nosotros ni de perder la identidad. El cine que se hace en este pa¨ªs es asombrosamente heterog¨¦neo. Nadie est¨¢ casado con nadie, no hay escuelas, ni corrientes, ni directrices. Aprovech¨¦?moslo, saqu¨¦mosle partido, como el maestro Almod¨®var ha sabido hacerlo. Hacer una pel¨ªcula no es s¨®lo hacer una pel¨ªcula: es venderla, colocarla en el mercado. Ya no podemos seguir quej¨¢ndonos. Se puede hacer. Un¨¢monos para conseguirlo.
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