El 'pinchazo' de la manifestaci¨®n por el empleo desconcierta a CC OO y UGT
Joan Sifre y Rafael Recuenco salieron ayer al pasillo de la delegaci¨®n del Gobierno y negaron la mayor: "La participaci¨®n fue buena". Los l¨ªderes de CC OO y UGT del Pa¨ªs Valenciano se refer¨ªan a la manifestaci¨®n en defensa del empleo y para reclamar medidas reales por parte del Consell que recorri¨® el s¨¢bado el centro de Valencia. Quienes estuvieron all¨ª saben, sin embargo, que el llamamiento de las dos grandes centrales sindicales no consigui¨® llenar la plaza de la Virgen de Valencia. La Polic¨ªa Nacional sostuvo que acudieron 1.800 personas. Las organizaciones rehusaron, de nuevo, ofrecer una estimaci¨®n.
"Mi preocupaci¨®n no es qui¨¦nes fueron a la manifestaci¨®n", declar¨® Recuenco, sino los m¨¢s de 380.000 parados valencianos. Sifre a?adi¨® que, mientras la Generalitat "no cumpla aquello que ha firmado" (el pacto por el crecimiento y el empleo) las movilizaciones seguir¨¢n.
"No se puede estar a la vez preocupado por los congresos y saliendo a la calle"
La lectura interna en los sindicatos no era, sin embargo, tan positiva. Salvo alguna excepci¨®n, los consultados en federaciones de ambas organizaciones reconoc¨ªan que la asistencia hab¨ªa sido escasa, que la labor de convocatoria no fue suficiente, que en ciertas ¨¢reas, como las vinculadas a la Administraci¨®n, el espectro del paro no resulta amenazante, y que la efectividad de la movilizaci¨®n pudo haberse visto lastrada por el clima precongresual de CC OO y UGT. "Una manifestaci¨®n de este tipo no se puede organizar con tan poco tiempo y sin precalentamiento", resum¨ªa uno de ellos.
"Y estas cosas hay que prepararlas bien, porque para pinchar es preferible no convocar con tanta prisa", a?ad¨ªa. La opini¨®n de otro sindicalista apuntaba a la situaci¨®n interna que viven ambas organizaciones, en las que sus dos l¨ªderes han anunciado que no se presentar¨¢n a la reelecci¨®n. "Para estar en la calle no hay que estar preocupado por los congresos, porque en los dos sitios no se puede estar. Y hay que patearse los centros de trabajo".
La impresi¨®n es que no se trabaj¨® lo suficiente dentro de los propios sindicatos (que cuentan por s¨ª solos con miles de delegados), que no se realiz¨® la suficiente pedagog¨ªa en las empresas, y que el mensaje lleg¨® con todav¨ªa menos fuerza al conjunto de los ciudadanos. Pudo influir, tambi¨¦n, la existencia de seis convocatorias simult¨¢neas en el territorio, pero lo cierto es que la respuesta de varias comarcas cercanas a la capital estuvo por debajo de lo esperable.
Los consultados admiten, por otra parte, que no todos viven la actual situaci¨®n de crisis del mismo modo: el sector educativo, por citar un caso, ha realizado una gran movilizaci¨®n recientemente contra la versi¨®n en ingl¨¦s de Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa; "una agresi¨®n concreta contra la que es m¨¢s f¨¢cil movilizar".
Pero los afiliados no se sintieron tan aludidos personalmente el s¨¢bado, ante una convocatoria en defensa del empleo, sobre todo sabiendo que, salvo cataclismo, en sus centros de trabajo no habr¨¢ despidos colectivos.
Sifre hizo menci¨®n ayer a la meteorolog¨ªa: el s¨¢bado llovi¨® por la ma?ana y el viento acompa?¨® a la marcha. "Pero el tiempo", se?alaba otro sindicalista, "era igual para todos. Todos hubi¨¦semos preferido quedarnos en casa un s¨¢bado por la tarde con la familia".
Y apuntaba a continuaci¨®n a una paradoja: entre quienes caminaron el s¨¢bado, en grupos no demasiado numerosos, dejando importantes huecos entre s¨ª, le daba la impresi¨®n de que hab¨ªa muchas m¨¢s personas empleadas que parados, a pesar de que, como record¨® ayer Recuenco, su n¨²mero supera yo los 380.000, una cifra que empieza a alcanzar cotas escandalosas.
"Es posible que no se acertara con el d¨ªa y con la hora. Y es posible que no se hiciera el suficiente trabajo de propaganda", opinaba otro l¨ªder sindical, "pero la situaci¨®n es muy dif¨ªcil, existe una enorme preocupaci¨®n" y, aunque parezca contradictorio, prosegu¨ªa, el resultado de todo ello no tiene por qu¨¦ conducir a manifestarse; "la situaci¨®n es muy negativa, pero no se ve una alternativa detr¨¢s. Quiz¨¢ tendr¨ªamos que mandar un mensaje distinto que llegue tanto a los parados como a los activos".
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