El kil¨®metro cero del negocio

Camino de la costa lucense, los montes de Ourol albergan la mayor concentraci¨®n de parques e¨®licos de Galicia. En la actualidad funcionan nueve y otro est¨¢ pendiente de licencia y a punto de producir energ¨ªa una vez superada la inspecci¨®n de Industria. Tal es la proliferaci¨®n de molinos que este municipio, al que muchos consideran como un sat¨¦lite de Viveiro, se conoce como el kil¨®metro cero de la energ¨ªa e¨®lica de la comunidad gallega.

S¨®lo en Mi?otos se pueden contemplar cuatro parques. El resto se dispersa entre Sabucedo, Xerdiz o San Pantale¨®n, a lo largo de un municipio donde el viento sopla como en ninguna otra parte de Galicia y sus montes, anta?o v¨ªrgenes, comparten vida con los gigantes de la energ¨ªa del viento. El negocio ha sido tan floreciente para los adjudicatarios que buena parte de las primitivas concesiones ya han cambiado de due?o despu¨¦s de generar apetitosas plusval¨ªas. Y al Ayuntamiento de Ourol le ha costado lo suyo averiguar qui¨¦nes son los actuales propietarios.

Hasta no hace mucho, llegar a Ourol era todo un ejercicio de paciencia. La carretera principal estaba poblada de camiones que transportaban las enormes aspas de la estructura de los generadores y adelantarlos se convert¨ªa en misi¨®n imposible. "A 20 kil¨®metros por hora llegu¨¦ a circular detr¨¢s de uno de esos camiones durante unos 40 minutos", comenta Javier, que se desplaza todos los d¨ªas desde Lugo a Viveiro. Con los parques concluidos, la circulaci¨®n ha retomado cierta normalidad, y fuentes municipales aseguran que ya no queda monte para instalar nuevos generadores. De hecho, Ourol ha quedado fuera del reciente reparto e¨®lico.

En Ourol no se conforman s¨®lo con la energ¨ªa e¨®lica y ya tienen en marcha dos proyectos de aprovechamiento hidroel¨¦ctrico: uno propio en el r¨ªo Xestosa y otro compartido con Viveiro en el r¨ªo Landro. "Todav¨ªa no funcionan, pero est¨¢n a punto", explican desde el Consistorio.

Esta fuente de riqueza empresarial contrasta con la media de edad, de m¨¢s de 55 a?os, de un municipio que no llega a 2.000 habitantes. Los molinos apenas generan empleo, pero, en concepto de Impuesto de Bienes Inmuebles, aportan unos 120.000 euros a las arcas locales, un 10% del presupuesto anual.