Demasiadas vacaciones

La decisi¨®n de Andaluc¨ªa y Catalu?a de adelantar unos d¨ªas el inicio de curso de sus escolares (m¨¢s de un tercio de los de toda Espa?a) ha vuelto a abrir el debate sobre el calendario de clases, la jornada escolar y unas vacaciones muy concentradas en el verano, de aproximadamente tres meses, que muchos consideran demasiado largas.

En Europa el inicio de curso se puede dividir en tres grandes grupos: los que empiezan en agosto (como Finlandia, Escocia, Noruega u Holanda), los que lo hacen a primeros de septiembre (Francia, Inglaterra o Irlanda) y los m¨¢s tard¨ªos, hacia mediados de septiembre, entre los que est¨¢n Espa?a, Portugal, Grecia o Italia. En general, los dos primeros tienen m¨¢s repartidas las vacaciones, y el ¨²ltimo, ese largu¨ªsimo descanso veraniego.

UGT: "No dejaremos que pongan a la sociedad en contra de los profesores"

Andaluc¨ªa y Catalu?a reavivan el debate al adelantar el inicio de curso

La iniciativa repetida es abrir los centros m¨¢s horas, con otro tipo de personal

"Hace falta un gran acuerdo, pero nunca habr¨¢ uno a gusto de todos", dice un experto

En Espa?a el debate sobre el calendario escolar, fruto de la tradici¨®n y la climatolog¨ªa (el calor que hace en verano), ha dado lugar a distintos calendarios en las comunidades aut¨®nomas, sobre todo con el inicio de curso. En primaria, la mayor¨ªa de las autonom¨ªas comnienzan ya en la segunda semana de septiembre, sin embargo, en secundaria, m¨¢s del 80% de los alumnos empiezan m¨¢s all¨¢ del d¨ªa 15.

Pero las cosas nunca llegan a resolverse del todo. Por un lado, los padres empujan a la Administraci¨®n para que adelante el inicio de curso, asegurando que es mejor espaciar las vacaciones, entre otras cosas, para facilitar la conciliaci¨®n de la vida familiar y laboral, adem¨¢s de mejorar el rendimiento de los chicos. Por otro lado, los profesores insisten en que las primeras semanas de septiembre se utilizan para preparar el nuevo a?o escolar, y en ese tiempo se hacen los ex¨¢menes de recuperaci¨®n.

Y, por ¨²ltimo, los expertos se?alan algunas reglas pedag¨®gicas muy b¨¢sicas. Por ejemplo: "Mientras no se demuestre lo contrario, m¨¢s tiempo de clase es mejor", sentencia el catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa de la Universidad de Salamanca Mariano Fern¨¢ndez Enguita. "Est¨¢ demostrado que los resultados de los alumnos se van igualando durante el curso", es decir, que la escuela va acercando a los peores alumnos a los mejores, "y eso se pierde durante el verano", a?ade Enguita.

Adem¨¢s, los especialistas reclaman un debate profundo sobre los tiempos escolares, pero con las cartas de cada uno puestas boca arriba encima de la mesa: con los argumentos pedag¨®gicos, pero si adem¨¢s hay que tener en cuenta la conciliaci¨®n, y los profesores no quieren ver empeorar sus condiciones de trabajo, que se diga claramente para tomar las decisiones que hagan falta, reclama el profesor de Pedagog¨ªa Social de la Universidad de Santiago, Jos¨¦ Antonio Caride.

"No vamos a permitir que vuelvan a poner a la sociedad en contra de los profesores con una medida demag¨®gica, de adelantar apenas unos d¨ªas, que no va a ning¨²n lado", afirma rotundamente el responsable del sindicato FETE-UGT, Carlos L¨®pez Corti?as, que tambi¨¦n, como los padres de alumnos, se muestra abierto a esa discusi¨®n m¨¢s profunda. "Estamos dispuestos a debatir, pero no s¨®lo esa medida aislada; tendr¨ªamos que sentarnos a discutir sobre todo el tiempo escolar, sobre la jornada [continua o de ma?ana y tarde], sobre una redistribuci¨®n m¨¢s l¨®gica de las vacaciones y del tiempo en los centros, separando las horas de clase de la apertura del colegio para atender a los alumnos", a?ade Corti?as.

As¨ª, los sindicatos andaluces se manifestaron el pasado 28 de enero contra la propuesta de adelantar el inicio de curso en primaria hasta el 7 septiembre. En la ESO se quedar¨ªa en el d¨ªa 15, como este a?o, y en bachillerato y FP se adelantar¨ªa tambi¨¦n hasta ese d¨ªa (este a?o no empezaron hasta el 22). Los sindicatos del sector CC OO, UGT, ANPE, CSIF y SADI elaboraron un comunicado conjunto en el que fundamentaban su rechazo en esos problemas que se generar¨¢n en la planificaci¨®n de cada curso. Tanto el presidente de la confederaci¨®n laica de padres de alumnos (Ceapa), Pedro Rasc¨®n, como el profesor Fern¨¢ndez Enguita insisten en que en unos pocos d¨ªas se puede preparar todo eso.

En cualquier caso, el Gobierno andaluz ha reculado y ahora propone empezar en primaria el d¨ªa 10. Los sindicatos responden hoy si lo aceptan. Si se trata s¨®lo de conciliaci¨®n, dicen, que los colegios est¨¦n abiertos todo el a?o, pero con una estructura paralela a la docente.

En Catalu?a, la propuesta de adelantar el curso una semana el pr¨®ximo a?o viene acompa?ada de los otros puntos cruciales de este debate: las vacaciones y la jornada lectiva (mientras algunos profesores prefieren la continua, los padres, la partida, de ma?ana y tarde). As¨ª, se propone que en junio no haya jornada intensiva como hacen algunos centros, y que los d¨ªas que se ganen al empezar antes se utilicen como vacaciones de dos semanas, a elegir en febrero: del 8 al 12 o del 15 al 19. Una especie de semana blanca que ya utilizan algunos centros, pero que en muchas comunidades se elimin¨® por la presi¨®n de unos padres que no sab¨ªan qu¨¦ hacer con los chavales durante ese tiempo.

Sin embargo, los alumnos catalanes tendr¨¢n la opci¨®n de hacer actividades extraescolares en ese periodo. El consejero catal¨¢n de Educaci¨®n, Ernest Maragall, dijo ayer que habr¨¢ ofertas alternativas, como ocurre ahora, para los periodos no lectivos, que se concertar¨¢n con entidades y Ayuntamientos.

El presidente de Ceapa, Pedro Rasc¨®n, insiste en que vacaciones m¨¢s cortas ser¨ªan m¨¢s manejables para los padres trabajadores. Arancha, abogada, madre de dos ni?os de seis y nueve a?os, explica que el julio y agosto se apa?a apuntando a los chavales a campamentos, pero admite que cuando llega septiembre ha de recurrir a los abuelos o a los d¨ªas de vacaciones que se guarde su marido, funcionario, para la ocasi¨®n. Entre otras cosas, admite, porque dos meses de campamentos ya son bastante dispendio.

Pero m¨¢s all¨¢ de la conciliaci¨®n, Rasc¨®n reclama como los dem¨¢s ese gran debate educativo y social: "Lo que llevamos mucho tiempo pidiendo es que nos sentemos a hablar sobre el tiempo escolar, sobre el inicio de curso, pero tambi¨¦n sobre los periodos de vacaciones, y los 175 d¨ªas de clase marcados en la ley como un m¨ªnimo, pero que las comunidades se han tomado como un m¨¢ximo".

Una discusi¨®n que en Catalu?a ha resultado en varias propuestas, todas m¨¢s radicales que la que finalmente ha presentado la Generalitat. Una es la de arrancar el curso el 1 de septiembre, considerado un cambio muy dr¨¢stico y, adem¨¢s, que obligar¨ªa a los docentes a empezar a finales de agosto, cuando ahora se incorporan ese primer d¨ªa de septiembre. Ahora bien, se ganar¨ªan dos semanas, que podr¨ªan ser utilizadas para hacer dos paradas escolares en noviembre y en febrero, recalca el informe encargado al grupo de expertos, entre los que hay profesores, sindicalistas y familias, y representantes de la Administraci¨®n catalana.

Otra alternativa es adelantar el inicio de curso y acabar m¨¢s tarde, el 30 de junio. Pero el informe encargado por la Generalitat la considera poco viable en la pr¨¢ctica debido a las condiciones clim¨¢ticas, es decir, excesivo calor, al final de junio. "Quiz¨¢ haya que pensar que es dif¨ªcil mantener todo el horario en la ¨²ltima semana de curso. Hay centros que no tienen aire acondicionado en clase y no tienen cortinas", dice Antoni Arasanz, presidente de la asociaci¨®n de madres y madres de Alumnos Fapel.

El profesor de la Universidad de Santiago Jos¨¦ Antonio Caride no tiene ning¨²n problema en bajar al detalle -cree que las vacaciones veraniegas son muy largas y que podr¨ªa estar bien empezar antes las clases-, pero intenta evitar que se reduzca el debate al primer d¨ªa de cole o si la jornada debe ser continua o de ma?ana y tarde. Quiere que trascienda, incluso, las paredes de la escuela. "Todos los tiempos han cambiado, los de los comercios, los laborales; vivimos en una sociedad abierta las 24 horas".

Caride habla de soluciones complejas, de centros escolares que no cierran, pero que no est¨¢n llevados s¨®lo por profesores (m¨¢s trabajadores sociales, actividades culturales y deportivas, algo que tambi¨¦n mencionaban los responsables de FETE-UGT y de Ceapa). El profesor de Pedagog¨ªa tambi¨¦n habla de tiempos flexibles que rompan la clase decimon¨®nica de una hora o tres cuartos de una sola materia. De soluciones distintas y especialmente pensadas para ¨¢reas rurales y zonas urbanas desfavorecidas, donde si se trata de sustituir el tiempo de clase por actividades complementarias (m¨²sica, idiomas, etc¨¦tera) el resultado es una mayor desventaja para esos chavales, ya que el tiempo que no est¨¢n en el aula termina siendo ocio sin m¨¢s.

"Si sumamos todas las horas de clase de la educaci¨®n obligatoria, de los 6 a los 16 a?os, resulta que el alumno de un colegio privado ha estudiado un a?o m¨¢s que uno de la p¨²blica", asegura Fern¨¢ndez Enguita, ya que los privados ya empiezan antes el curso y engordan su jornada. En los setenta y ochenta, hab¨ªa 210 d¨ªas obligatorios de clase. Ahora son unos 175, a?ade. Rafael Feito, de la Universidad Complutense, se queja de que a veces se hagan pasar reivindicaciones laborales por razones pedag¨®gicas, como ocurre cuando se dice que es mejor para los alumnos la jornada continua, cuando los estudios que se han hecho al respecto dicen lo contrario, asegura.

Las reivindicaciones de mejoras laborales son muy leg¨ªtimas, y el af¨¢n de mantener las que ya se han conseguido, tambi¨¦n. Por eso todos insisten (padres, profesores, expertos) en la llegada de m¨¢s docentes y de m¨¢s profesionales aparte de ¨¦stos si se quieren mantener los colegios abiertos m¨¢s tiempo. Eso requiere, por supuesto, que las Administraciones dediquen m¨¢s dinero a la educaci¨®n. Y, quiz¨¢, admite Caride, el miedo de los profesores puede ser que se quiera hacer todo eso sin los medios suficientes y volver a cargarlo todo sobre las condiciones de los docentes.

Problemas hay muchos, y Caride asume que las soluciones no se alcanzar¨¢n de un d¨ªa para otro, y "que nunca se encontrar¨¢ un calendario escolar al gusto de todos". Y precisamente por eso insiste en que las decisiones deben contar con el mayor consenso posible.

Con informaci¨®n de Manuel Planelle