Los copiones de Lope de Vega

Cuando Lope de Vega irrumpi¨® como autor dram¨¢tico, Cervantes no tuvo m¨¢s remedio que quitarse el sombrero y decir: "Y entr¨® luego el monstruo de la naturaleza, el gran Lope de Vega, y alzose con la monarqu¨ªa del teatro". No fue el autor de El Quijote, ni mucho menos, el ¨²nico escritor de la ¨¦poca que envidi¨® la capacidad inventiva, el talento y el ¨¦xito de Lope de Vega (Madrid, 1562-1635). Hasta tal punto marc¨® la escena y convirti¨® el teatro en un fen¨®meno popular y para todos los p¨²blicos que surgieron multitud de imitadores, de copiones, cabr¨ªa decir. Desde dramaturgos a c¨®micos pasando por esp¨ªas, que acud¨ªan a ver sus obras y a memorizarlas para utilizarlas despu¨¦s como argumentos. El estreno el mi¨¦rcoles en Valladolid, por la Compa?¨ªa Nacional de Teatro Cl¨¢sico (CNTC), de La estrella de Sevilla, atribuida al maestro pero rodeada de pol¨¦mica, prueba hasta qu¨¦ punto las dudas sobre su autor¨ªa alcanzan a obras fundamentales de Lope de Vega.

Vasco: "Los versos, casi pondr¨ªa la mano en el fuego, no son del maestro"

"Hay que recordar", comenta Eduardo Vasco, director de la CNTC y responsable del montaje, "que el teatro del Siglo de Oro era un negocio que daba mucho dinero a los autores por las representaciones, sobre todo, y tambi¨¦n por la edici¨®n impresa de sus obras. Lope de Vega fue un aut¨¦ntico best seller y convert¨ªa en oro todo lo que tocaba. Por esa raz¨®n, muchos imitadores aspiraban a ser ricos y famosos, como el maestro. Lope marc¨® un estilo y mantuvo una especie de taller literario a su alrededor. Ahora bien, nunca lleg¨® a tener negros que escribieran sus obras. El caso de La estrella de Sevilla es muy paradigm¨¢tico porque cuenta con un dise?o muy similar a las historias de Lope. Pero los versos, casi pondr¨ªa la mano en el fuego, no son del maestro".

Aquellos que conocen a fondo la producci¨®n dram¨¢tica de Lope, que alcanz¨® cerca de 400 piezas -entre ellas obras maestras como El caballero de Olmedo, Fuenteovejuna o El perro del hortelano-, est¨¢n convencidos de que su facilidad para la escritura y su dedicaci¨®n al trabajo explican su portentosa creatividad. Francisco Ruiz Ram¨®n, uno de los grandes historiadores del teatro espa?ol, ha dejado escrita esta semblanza de Lope: "Al hablar de Calder¨®n, se alude a la biograf¨ªa del silencio. Al hablar de Lope, se llenan p¨¢ginas y m¨¢s p¨¢ginas contando la historia de sus amores, pero no se habla de lo que l¨®gicamente deber¨ªa hablarse: de la biograf¨ªa del trabajo. Es el trabajo, tanto como los amores, la constante de su vida".

No obstante, m¨¢s all¨¢ de las discusiones eruditas, lo importante es que Lope se representa con el favor del p¨²blico cuatro siglos despu¨¦s. "Quiz¨¢ La estrella de Sevilla", se?ala Vasco, "la escribiera un imitador y la retocara alg¨²n actor, porque en aquella ¨¦poca todo el mundo escrib¨ªa comedias. En cualquier caso, esta obra pol¨ªtica sobre el abuso del poder y la lucha contra la tiran¨ªa, que mantiene su fuerza, tiene el estilo de Lope. Por ello, en este montaje privilegiamos tanto el texto".