"?Viva el sacrificio!"

"Es el momento de gritar: ?viva la austeridad! ?viva el sacrificio compartido! ?vivan las reformas!". En esta proclama concentr¨® ayer Javier Arenas las tres grandes premisas de su receta para salir de la crisis. Ante un aforo especializado -expertos econ¨®micos reunidos por el 13? Observatorio Econ¨®mico de la Fundaci¨®n para el An¨¢lisis y los Estudios Sociales (FAES)-, el l¨ªder del PP andaluz explic¨® la necesidad de combinar tan sobrias y severas propuestas con la "tarea (obligaci¨®n) de reflejar el sentir de la calle". Esto es: la llamada a manifestarse el domingo 15 en M¨¢laga contra el paro.

Javier Arenas es consciente de lo mucho que llama la atenci¨®n una iniciativa as¨ª en medio de lo que ¨¦l mismo denomina "tragedia social", y a¨²n m¨¢s si el convocante es un partido conservador, te¨®ricamente en las ant¨ªpodas de la tentaci¨®n del conflicto laboral como remedio de los males econ¨®mico. Si ya resulta raro que lo haga una formaci¨®n n¨ªtidamente de izquierdas como IU -que se manifest¨® el domingo pasado, sin el soporte de los sindicatos-, el arrebato del Partido Popular para salir en tropel roza lo extravagante.

En las crisis de 1994 y 1996, el PP nunca convoc¨® concentraciones

Manuel Lagares participar¨¢ en la propuesta de pacto por el empleo

Andaluc¨ªa ha pasado unas cuantas crisis. En 1994 lleg¨® incluso al 34,3% de paro seg¨²n la Encuesta de Poblaci¨®n Activa (EPA), un porcentaje todav¨ªa muy superior al actual, 21,8%, pese a que se prev¨¦n nuevas subidas. Sin embargo, nunca los partidos pol¨ªticos convocaron directamente actos de protestas. Fueron las centrales sindicales y los comit¨¦s de las empresas que se iban desplomando los que tomaron las riendas: Santana Motor, Gillette, Puleva, Fesa-Enfersa, Astilleros... Todas explotaron muy cerca de las elecciones auton¨®micas (12 de junio de 1994), pero las actividades del PP, entonces tambi¨¦n encabezado por Javier Arenas, se limitaron a prestar apoyo y llevar sus m¨ªtines all¨ª donde palpitaba el problema.

Resulta, por tanto, inevitable que surja la sospecha de la intencionalidad pol¨ªtica. Desde que el l¨ªder del PP anunci¨® la manifestaci¨®n ha ido despejando la letan¨ªa de cr¨ªticas del PSOE y el Gobierno, y de los propios sindicatos, quienes le acusan de oportunismo y frivolidad, a la vez que subrayan lo ins¨®lito de esta actitud para un partido de derechas que, adem¨¢s, ha sido gobierno. "La calle es de todos, no de Chaves", dijo ayer en el observatorio de la FAES, y templ¨® con una pincelada constructiva: "Hay que exigirle a la Junta y a Chaves que no se duerman en los laureles, que es la hora de afrontar reformas estructurales". Hace unos d¨ªas, a la pregunta de por qu¨¦ en 1994 y 1996 prescindi¨® de las movilizaciones, y en este momento s¨®lo ha convocado en Andaluc¨ªa (cuando la "emergencia" es en toda Espa?a), Javier Arenas contest¨®: "Lo que pretende Manuel Chaves es que le aplaudamos".

La cita del d¨ªa 15 en M¨¢laga cuenta con un manifiesto que trata de responder a interrogantes e invectivas. En s¨ªntesis, describe la gravedad de la crisis y reivindica un pacto general por el empleo en el que, adem¨¢s de sindicatos y patronal, participen los ayuntamientos. Seg¨²n el escrito, ¨¦ste es el objetivo de la manifestaci¨®n, cuyo lema -"850.300 parados. Hay motivo"- recuerda al de otras campa?as de la izquierda durante la era Aznar.

El observatorio de la FAES no era el mejor lugar para animar al pueblo que se eche a la calle. Tampoco para exigir trabajo fijo. Pero Arenas lo hizo, aunque tuvo que recurrir a una figurada y enorme vara de funambulista con la que mantener el equilibrio hasta enhebrar frases como ¨¦stas: "Es necesario compatibilizar la flexibilidad laboral y la estabilidad en el empleo", o "es tiempo de arrimar el hombro, de ser responsables, y de reflejar el sentir de la calle".

Entre los expertos que congreg¨® la fundaci¨®n del PP se hallaban primeros espadas como Juan Velarde, premio Pr¨ªncipe de Asturias; los catedr¨¢ticos Camilo Leb¨®n y Federico Dur¨¢n; Juan Iranzo, director del Instituto de Estudios Econ¨®micos, y el catedr¨¢tico Manuel Lagares, secretario de Estado de Econom¨ªa en 1977, quien participar¨¢ en la propuesta de pacto por el empleo.

Javier Arenas tambi¨¦n habl¨® de la necesidad de tener gobernantes en los que confiar, que no gestionen al dictado de las encuestas, pero, sobre todo, insisti¨® en los tres pilares del camino de salida: austeridad, reforma y sacrificio. Y dijo que "habr¨ªa que gritar ?viva!" a todos ellos.