Esclavos de la mendicidad
Una red de rumanos enga?¨® a decenas de compatriotas con falsas ofertas de trabajo y les forz¨® a pedir limosna
Una promesa incumplida transform¨® la ilusi¨®n de 27 rumanos (entre ellos, una menor) en un infierno. Unos compatriotas les abrieron la puerta a Europa. Un dulce que no pudieron rechazar. Dejaron su Ruman¨ªa natal convencidos de que iban a trabajar en Espa?a. Pero el dulce desapareci¨®. Realmente nunca existi¨®. Sus captores les explotaban cada d¨ªa durante 12 horas sin pagarles ni un euro. Unas veces les mandaban al campo. Otras, les obligaban a pedir limosna en la calle. Y, adem¨¢s, les reten¨ªan contra su voluntad. Ayer se acab¨® su pesadilla. La Guardia Civil detuvo a 19 personas de una red en cuatro pisos de Barcelona y Valencia. Se les imputan delitos contra el derecho de los trabajadores, asociaci¨®n il¨ªcita, detenci¨®n ilegal y agresi¨®n sexual, entre otros.
Desesperados con su situaci¨®n, dos de los rehenes dieron un paso al frente y denunciaron el caso a la Guardia Civil en Alicante. Declararon que estaban retenidos contra su voluntad en una finca hortofrut¨ªcola situada en Faura (Valencia). Viv¨ªan hacinados en unas p¨¦simas condiciones de salubridad, seg¨²n manifestaron.
Un compatriota residente en Barcelona les puso sobre la mesa falsas ofertas de trabajo, seg¨²n relataron las v¨ªctimas. Hicieron sus maletas y se montaron en un autob¨²s camino a Espa?a. La realidad que se encontraron fue tortuosa: les trataban como "esclavos" y viv¨ªan en "condiciones infrahumanas durmiendo en el suelo con escasas medidas higi¨¦nicas".
"Por favor, ay¨²denme. Mi hijo necesita medicina para curarse. Yo no tengo posibilidad de compr¨¢rselo. Muchas gracias". Los rehenes estaban obligados a mendigar con s¨²plicas como estas en cartones. Alguno de los captores que viv¨ªa con ellos separ¨® a las mujeres de sus maridos y las oblig¨® a mantener relaciones sexuales, seg¨²n la declaraci¨®n de las dos v¨ªctimas.
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