Urbanismo: simplificaciones y mentiras
El urbanismo es una disciplina compleja que requiere, en su aplicaci¨®n, ciertos conocimientos y muchos matices. Por eso es comprensible que se cometan algunas simplificaciones a la hora de pronunciarse sobre algunos temas. Pero una cosa son las simplificaciones y otra bien distinta son las mentiras. Por ejemplo: decir que los socialistas hemos cambiado de posici¨®n en relaci¨®n con los informes de la Comisi¨®n de Peticiones del Parlamento Europeo sobre el urbanismo valenciano, es una simplificaci¨®n; decir que los socialistas decimos que el urbanismo de Camps es el m¨¢s adecuado es, sencillamente, una mentira.
Aclaremos algo la situaci¨®n. Los socialistas no es que hayamos cambiado de opini¨®n sobre los informes europeos, es que los informes son diferentes y ahora nos estamos pronunciando sobre un borrador, propuesto por la eurodiputada verde danesa Auken, que no tiene nada que ver, por ejemplo, con el Informe Fourtou anteriormente aprobado. Insisto, nada que ver. ?Habr¨ªamos de mantener id¨¦ntica posici¨®n sobre dos documentos radicalmente diferentes, aunque puedan tener alg¨²n punto en com¨²n, elaborados ante situaciones radicalmente diferentes en cuanto a la cantidad de actividad urban¨ªstica que se desarrolla? El que piense eso que lo diga y que lo defienda, pero nosotros creemos en aquello del "an¨¢lisis concreto de la situaci¨®n concreta", a la hora de hacer pol¨ªtica. Con el desplome del sector que se ha producido, a algunos les podr¨ªa parecer una broma macabra alentar ahora una moratoria urban¨ªstica, por citar algo que propone la se?ora Auken.
Precisamente porque no compartimos lo que se ha hecho estamos promoviendo un cambio
El tratamiento por los europeos de los temas de gesti¨®n urban¨ªstica presenta muchas dificultades. No existe una cultura jur¨ªdico-urban¨ªstica com¨²n, lo que hace que uno no entienda nada sobre c¨®mo se hacen las cosas en otro pa¨ªs, si no realiza un estudio en profundidad de su legislaci¨®n y sus pr¨¢cticas. No me parece que sea el caso de la danesa Auken. No es casualidad que la Uni¨®n Europea no tenga competencias en materia de urbanismo. Si no las ha asumido es porque no hay manera de armonizar las diferentes formas de gestionarlo que se dan entre los diferentes socios europeos. Por eso llama la atenci¨®n leer que determinadas normas o actuaciones que se producen en Espa?a vulneran las normativas europeas en materia de urbanismo. Es dif¨ªcil que eso ocurra porque no existen tales normativas. Si observamos, veremos c¨®mo los diferentes informes de la Comisi¨®n de Peticiones abordan el fen¨®meno desde la ¨®ptica del derecho de propiedad, de la legislaci¨®n de contratos del Estado o de la normativa medioambiental, materias en la que s¨ª existe un ¨¢mbito competencial europeo. Es decir: en muchos casos, mezclamos urbanismo y Europa con excesiva ligereza.
Estos debates los vamos a tener muchas veces porque la relaci¨®n entre urbanismo y propiedad privada, tal y como est¨¢ configurada en Espa?a, es de muy dif¨ªcil comprensi¨®n para ciudadanos de otros pa¨ªses europeos. La situaci¨®n nos obliga a un considerable esfuerzo de explicaci¨®n pero nunca a aceptar, acr¨ªticamente, cualquier diatriba que venga de fuera. Tambi¨¦n nos tocar¨¢ explicar que, habiendo abusos como los hay en todas partes, es conveniente acudir a los tribunales para resolver las injusticias, antes de descalificar en bloque todas las instituciones de un pa¨ªs, como pr¨¢cticamente hace el borrador de la se?ora Auken.
En relaci¨®n con las acusaciones de que ahora validamos el urbanismo practicado por el PP durante los ¨²ltimos a?os en la Comunidad Valenciana, poco tengo que decir. Son, literalmente, mentiras. Esto ya no son simplificaciones producidas por la complejidad del asunto, son ataques deliberados. En ninguna intervenci¨®n, en ning¨²n documento se puede encontrar ni siquiera un indicio que permita deducir que ahora respaldamos los excesos urban¨ªsticos producidos, la falta de planeamiento supramunicipal, la ausencia de una estrategia territorial o el desprecio por la sostenibilidad. Es m¨¢s, hay hechos muy concretos que demuestran lo contrario. Hemos sido los socialistas y no otros, los que hemos recurrido la aprobaci¨®n del macro-PAI conocido como Nou Mil.leni, de Catarroja, y seguiremos, por esta v¨ªa, recurriendo la aprobaci¨®n de planes inaceptables como el Gran Manises o el de Rabassa, en Alicante. No hay mejor indicador de nuestra voluntad. Cuando se entiende que algo no se ajusta a la legalidad, lo que hay que hacer es acudir a los tribunales, no reclamar imprecisas moratorias.
Pero esto, aunque algunos no lo entiendan o no lo quieran entender, no es contradictorio con la oferta de un acuerdo para mejorar la normativa urban¨ªstica valenciana y, si se pudiera, para fijar una estrategia territorial adecuada. Precisamente porque no compartimos lo que se ha hecho estamos promoviendo un cambio. Forma parte del estilo de prosopopeya grandilocuente del president Camps intentar enga?ar a los ciudadanos, afirmando que su modelo era bueno y que los socialistas debemos pedir perd¨®n por acercarnos ahora a sus posiciones. La realidad es bien distinta. Los que han aceptado que tienen que cambiar legislaci¨®n y modos son ellos y por eso es posible intentar un acuerdo sobre algo nuevo, no sobre el pasado.
Creo que esta es una actitud seria y responsable, sobre todo en los tiempos que corren. Intentamos mejorar las cosas, proponiendo acuerdos al que gobierna pero sin renunciar a lo que consideramos irrenunciable como, por ejemplo, la sostenibilidad del futuro modelo. A partir de aqu¨ª, seguiremos intentando aclarar y matizar las simplificaciones que, inevitablemente, se producen en un tema tan complejo. A los ataques deliberados y mentirosos no les vamos a dedicar mucho tiempo. No vale la pena, ya que tenemos demasiadas cosas que hacer para intentar mejorar la vida en esta Comunidad.
?ngel Luna es S¨ªndic-Portavoz del Grupo Socialista en las Cortes Valencianas.
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