Media docena de cargos del partido espiaron y grabaron al jefe de la trama durante dos a?os
Durante meses, media docena de cargos del PP madrile?o, en su mayor¨ªa vinculados a municipios del noroeste, tendieron una trampa a las personas que integraban la presunta trama de corrupci¨®n vinculada al partido que lideraba Francisco Correa. Dos a?os antes de que se iniciara propiamente la investigaci¨®n por la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n sobre esta red, empezaron a procurarse pruebas contra ella. Estuvieron dos a?os acudiendo a citas con ellos, grab¨¢ndoles, manteniendo citas en hoteles, en restaurantes y en los propios locales de las empresas de la trama. El piano acompa?a muchas de las grabaciones como m¨²sica de fondo. Y, entre copa y copa, Correa les desnuda sus negocios, sus socios ocultos, sus bienes en para¨ªsos fiscales, sus protectores pol¨ªticos. O, por el contrario, suelta invectivas contra decenas de cargos pol¨ªticos del partido. Lo mismo se jacta de haber recaudado sumas para G¨¦nova que de saber en qu¨¦ para¨ªso fiscal ocult¨® un ex ministro de Aznar su patrimonio ilegal. O amenaza con poseer informaci¨®n delicada o grabaciones contra alcaldes o ex aclcaldes del PP. Todo eso le sirve para concienciar a sus interlocutes de que hay un poder que el PP que dirige Mariano Rajoy no le puede arrebatar: la informaci¨®n sucia que se jacta de poseer tras haber servido al partido durante una d¨¦cada en r¨¦gimen de monopolio para atender las campa?as electorales. Nadie repara en una contradicci¨®n que aflora de su relato: ?C¨®mo puede defenestrarlo Luis B¨¢rcenas, gerente y luego tesorero del PP, si ¨¦l le ha entregado 1.000 millones de pesetas en G¨¦nova y en su casa?
Y, entre copa y copa, les desnud¨® sus negocios, sus socios ocultos...
Pero el mensaje sirve para que su red clientelar le tenga respeto y propague en sus c¨ªrculos que, en el fondo, sigue contando con poder para poder exigir contratos p¨²blicos en los municipios donde gobierna el PP. Por contra, algunas de las supuestas personas con las que insin¨²a haber tenido relaciones comprometedoras, como B¨¢rcenas o Gonz¨¢lez Pons, han colaborado decisivamente a erradicarlo de G¨¦nova 13, cuartel general del PP, desde que asumi¨® en 2003 el liderazgo Mariano Rajoy.
Por fin, con un material probatorio que arranca en febrero de 2006 y culmina en octubre de 2007, en noviembre de 2007 se presenta una denuncia a la Polic¨ªa, que, a su vez, la traslada a la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n. Los conspiadores del PP anti-Correa aportan a la justicia todos sus documentos y grabaciones presumariales. Y ese material sirven de arranque para la investigaci¨®n del juez Baltasar Garz¨®n, que decreta numerosas intervenciones telef¨®nicas, cuyo contenido no ha sido desvelado, pero que, seg¨²n fuentes conocedoras del sumario, han proporcionado abundantes indicios sobre la actividad delictiva de esta trama. Hasta el punto de que no s¨®lo est¨¢n bajo el foco del juez los cinco ya detenidos, sino m¨¢s de 30 personas que han tenido estrecha relaci¨®n con ellos. El PP, oficialmente, se siente v¨ªctima pol¨ªtica de una investigaci¨®n de la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n. Pero la realidad es que esta bola de nieve, que se agiganta por minutos, la empuj¨® un pu?ado de cualificados militantes suyos para erradicar unas pr¨¢cticas ilegales que, am¨¦n de ensombrecer la imagen del partido, convert¨ªan en un calvario la vida de quienes se opon¨ªan personalmente a sus intereses. Para desgracia de los investigadores, desde hace meses los investigados sab¨ªan que estaban bajo la lupa. Una filtraci¨®n period¨ªstica les alert¨®. Eso rebaj¨® notablemente el contenido probatorio de las charlas que segu¨ªa grabando la polic¨ªa semana tras semana. Sin embargo, los responsables de la investigaci¨®n se muestran satifechos: sobran pruebas contra los detenidos, dicen.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.