Escen¨®grafo electoral de Aguirre

Alberto L¨®pez Viejo, de 41 a?os, miembro del Comit¨¦ Ejecutivo y de la Junta Directiva regional del PP, que ces¨® ayer, es considerado un hombre estrechamente vinculado a Esperanza Aguirre. Fue responsable en 2003 de sus escenograf¨ªas electorales, que montaba la compa?¨ªa Special Events, regida por Francisco Correa, detenido por el juez Garz¨®n. Como concejal de Limpieza entre 1999 y 2003, cre¨® un servicio urgente criticado como superfluo y con cometidos duplicados por la oposici¨®n socialista, que trat¨® de vincularle con un presunto trato de favor a varias contratas.

En mitad del mitin que realizaba Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar en febrero de 2003, un joven de 17 a?os se levant¨® y grit¨® "?No a la guerra!". Estuvo a punto de ser linchado. L¨®pez Viejo se ocup¨® personalmente de desalojarlo de la sala. Del acto que ¨¦l hab¨ªa organizado. Porque eso, ocuparse de los eventos, "del sonido, de la seguridad, incluso de llevar pinganillo", seg¨²n algunos conocidos, es lo que le gustaba. "Era el que se encargaba de llenar los autobuses con militantes para que aplaudieran a Aguirre en las inauguraciones del metro", explica una compa?era. Y as¨ª, Alberto L¨®pez Viejo, de 41 a?os, se gan¨® la confianza de los de dentro del partido y conoci¨® a otros, como Francisco Correa, que se dedicaban, tambi¨¦n con dinero p¨²blico, a algo parecido a lo que a ¨¦l tanto le gustaba, la escenograf¨ªa electoral.

"Llenaba autobuses para las inauguraciones", dice una compa?era

Fue acusado de irregularidades en el servicio de limpieza urgente

Criado en Nuevas Generaciones en la ¨¦poca en que la organizaci¨®n estaba presidida por el concejal de Seguridad, Pedro Calvo, el dimisionario consejero de Deportes entr¨® en el Ayuntamiento de Madrid en 1995, de la mano de Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano. Le pusieron al mando de los distritos de Carabanchel y de Usera. "Era joven, y ten¨ªa ganas. Era de los pocos que ten¨ªan un cargo a esa edad", recuerda un compa?ero suyo de la ¨¦poca de Nuevas Generaciones.

Ambicioso, deseoso de destacar y de que hablaran de ¨¦l, no perd¨ªa ocasi¨®n para pedir la palabra en los plenos. A los pocos a?os, le lleg¨® un regalo envenenado: concejal de Limpieza. Por fin dejaba atr¨¢s su etapa poco agradecida de concejal de distrito de las afueras y se hac¨ªa con un ¨¢rea. Pero, por lo general, si se habla mucho del concejal de Limpieza... mal asunto. Esto quiere decir que la ciudad est¨¢ sucia, que la gesti¨®n no es buena.... Lo mejor es la discreci¨®n. Pero eso no cuadraba con el nuevo concejal, que estaba dispuesto a (y consigui¨®) que se hablara de ¨¦l.

Se dio cuenta de que uno de los servicios m¨¢s apreciados por los madrile?os (y por el alcalde Manzano) era el Samur. Y se invent¨® uno para su ¨¢rea: el Selur, Servicio de limpieza urgente. Un equipo de barrenderos vestidos con uniformes brillantes que acud¨ªa a eventos particulares y desplegaba una eficacia y una rapidez encomiable: en la Puerta del Sol el 31 de diciembre, en procesiones, desfiles militares, en la cabalgata de Reyes... Siempre aparec¨ªan los empleados del Selur, con camiones modernos con destellos naranjas. Tanto, que se le acus¨® de ordenar a su flamante ej¨¦rcito limpiar con ah¨ªnco la acera de la discoteca Gabana, donde iban a celebrar la fiesta de boda la pareja Agag-Aznar. En otra ocasi¨®n, su tropa de limpiadores se encarg¨® de barrer a los empleados de Sintel acampados varios d¨ªas en la Castellana para protestar por sus despidos.

La presentaci¨®n de este servicio (y la de muchas m¨¢quinas nuevas de limpieza) constituy¨® todo un s¨ªmbolo del car¨¢cter de este edil que pensaba que el cargo le ven¨ªa peque?o: una carpa, m¨²sica y presentador, como si en vez de un equipo de limpieza se presentara una banda de rock. Alguno se ech¨® las manos a la cabeza. Le acusaron de despilfarrador y de hortera. Pero L¨®pez Viejo, un edil que hab¨ªa llegado al Ayuntamiento para que se hablara de ¨¦l, estaba encantado. Pero las acusaciones pasaron de hortera, a presumible corrupto, y la oposici¨®n trat¨® de vincularlo una y otra vez con presuntos delitos de doble contabilidad. Sali¨® indemne. Pero cuando Gallard¨®n lleg¨® al Ayuntamiento no le quiso. ?l capt¨® la indirecta y se fue a los brazos de Aguirre, que lo coloc¨® encantada como n¨²mero seis de su lista y director adjunto de la campa?a. Lo que ¨¦l sab¨ªa hacer mejor. "Hoy es esperancista. Matar¨ªa por ella. Supongo que por eso, si es que ella se lo ha pedido, no ha dudado ni un momento en dimitir", cuenta un miembro del Comit¨¦ Ejecutivo del PP madrile?o que se?ala que "quien no puede ni verle es el vicepresidente, Ignacio Gonz¨¢lez".

En un principio Aguirre fue reticente en incluirlo en su gobierno por las sospechas y permanente cr¨ªticas que despertaba en la oposici¨®n, pero al cabo de pocos meses le nombr¨® vicepresidente segundo de Presidencia, y luego consejero de Deportes y Juventud. Si se demuestra algo, dijo la presidenta, "tendr¨¢ que dimitir". Ayer todo se precipit¨®.