Huelga sin cobertura

Los jueces que pretenden ir a la huelga el pr¨®ximo mi¨¦rcoles, d¨ªa 18, ya saben a qu¨¦ atenerse. Su ¨®rgano de gobierno, el Consejo General del Poder Judicial, ha aceptado este lunes pasado el envite: no les reconoce el ejercicio del derecho de huelga, niega que tenga cobertura legal, no se da por enterado de la convocatoria, reh¨²sa fijar servicios m¨ªnimos y no admite que los establezcan por su cuenta las juntas de jueces y asociaciones huelguistas.

El CGPJ ha aprovechado la ocasi¨®n para hacer una declaraci¨®n institucional comprensiva con las motivaciones de los huelguistas. No s¨®lo no rechaza, sino que comparte, sus peticiones relativas a la mejora de la justicia y se dice dispuesto a liderar el proceso modernizador, al que la reciente bronca entre el Partido Popular y el ministro Bermejo pone una vez m¨¢s en dificultades. Se echa en falta, no obstante, una llamada clara a los jueces, y no s¨®lo al Ministerio de Justicia y a las comunidades aut¨®nomas, imprescindibles en cualquier proyecto serio de modernizaci¨®n judicial. Las reticencias surgen en buena medida del seno de la judicatura.

Los convocantes de la huelga parecen dispuestos a mantenerla. Si eso supone que van a impugnar la decisi¨®n del Consejo o plantear cuestiones de legalidad relativas a la huelga est¨¢n en su derecho. Pero se deja entrever un aspecto m¨¢s de la situaci¨®n constitucionalmente chirriante que se ha creado: no es descartable que sean tribunales contaminados por jueces huelguistas quienes tengan que resolver la cuesti¨®n. Algo que, obviamente, no cabe en el Estado de derecho. Y es que la hip¨®tesis de una huelga de jueces resulta tan ins¨®lita e imprevista en nuestro sistema constitucional que no s¨®lo causa asombro y perplejidad. Su solo anuncio provoca desajustes en no pocas piezas del ordenamiento jur¨ªdico.

El CGPJ advierte de que velar¨¢ para que no se deje a los ciudadanos sin amparo judicial el pr¨®ximo d¨ªa 18. Pero si el desamparo se produce, quien lo provoque podr¨¢ camuflar su acci¨®n en una ausencia del juzgado que, aunque no est¨¦ justificada, s¨®lo podr¨ªa ser sancionada si va m¨¢s all¨¢ de un d¨ªa natural. Y es que el juez, si hace huelga, resulta un huelguista muy especial, no s¨®lo por el poder que ejerce, sino por el lugar que ocupa en el sistema judicial. S¨®lo el juez dispone de las llaves del juzgado del que es titular. Si decide ausentarse, su acci¨®n no podr¨ªa ser catalogada en sentido estricto como un ejercicio del derecho de huelga que asiste al trabajador.