El calvario de Faura

En Faura, una localidad de apenas 5.000 habitantes del Camp de Morvedre, el contencioso de dos antiguos ediles socialistas y el p¨¢rroco, enfrentados a principios de los 80 por las obras de un camino rural, ha acabado traslad¨¢ndose 15 a?os despu¨¦s a las p¨¢ginas de un libro. Josep Mart¨ªnez Rond¨¢n, p¨¢rroco de la Esgl¨¨sia dels Sants Joans de Faura, arremete sin piedad a lo largo de las p¨¢ginas de su obra contra los dos ex mun¨ªcipes a los que, entre otras cosas, califica de "d¨¦spotas y absolutistas", "antidemocr¨¢ticos y dictadores", "cofrad¨ªa de dictadores" o sencillamente asegura que "han hecho el cerdo", "son de peligro por su maldad unida a la ignorancia e incultura" o "el alcalde es un destarifado con maldad o no tiene sentido del equilibrio".

Los ex concejales se querellaron por injurias contra el p¨¢rroco por la visi¨®n "sesgada, partidista y fan¨¢tica" que ofreci¨® en Hist¨°ria d'un calvari: Faura 1982-2003, vendido a 15 euros el ejemplar. Un juzgado de Sagunto ha dictado la apertura del juicio oral y la fiscal¨ªa pide que se archive la causa. Este contencioso que ha llegado a los tribunales dura ya dos d¨¦cadas.

El origen de la controversia es ya historia s¨®lo por los a?os transcurridos. Fue a principios de los a?os 80, cuando la corporaci¨®n municipal de Faura, presidida entonces por el alcalde Enric Ferrer y con Vicente Amer de teniente de alcalde, ambos del PSPV-PSOE, se propone urbanizar la senda del Calvario, un camino de tierra que conduce a la Ermita de Santa B¨¢rbara y que se embarraba cada vez que hab¨ªa lluvias. El p¨¢rroco, en tiempos de la UCD, hab¨ªa inscrito como propiedad de la Iglesia la Ermita y parte del camino, de modo que cuando se iniciaron las obras por orden municipal, consigui¨® de los juzgados de Sagunto un interdicto para "evitar su destrucci¨®n por razones urban¨ªsticas", dijo entonces el cura.

El ambiente en el pueblo se envenen¨® y el p¨¢rroco acus¨® a los pol¨ªticos de volver al pueblo contra ¨¦l e incluso coaccionarle para recuperar la propiedad municipal de las parcelas. "Mi voz prof¨¦tica protestando por el abuso del Calvario de Faura ha provocado que quieran matarme". "Se?or cura, me han dicho, si pudieran dicen que le matar¨ªan", llega a escribir el religioso en la p¨¢gina 24 de su libro, seg¨²n recoge la querella.

A lo largo de los pasajes del libro, el p¨¢rroco y cronista de Faura describe sin rodeos que su calvario comenz¨® con la victoria del PSOE en las elecciones de 1983: "Han demostrado que los votos y la prepotencia, a pesar de que se repugnen entre ellos, pueden cohabitar en una misma ideolog¨ªa, en una misma persona". La relaci¨®n segu¨ªa encon¨¢ndose y entre tanta inquina salieron ofensas y agravios de 70 a?os atr¨¢s. "Fueron las izquierdas quienes quemaron y deshicieron la iglesia de Faura y algunos tienen descendientes en el Ayuntamiento de hoy", escribe el religioso en la p¨¢gina 59.

La disputa se prolong¨® hasta el a?o 1989, en el que el ayuntamiento lleg¨® a un acuerdo con el Obispado por el que el consistorio recuperara la propiedad del calvario y acabase las obras de urbanizaci¨®n. "Cosa que don Josep Mart¨ªnez Rond¨¢n no acept¨® ni entonces ni ahora, guardando rencor a los implicados hasta el extremo de iniciar una nueva campa?a p¨²blica de desprestigio mediante la publicaci¨®n, 15 a?os despu¨¦s del litigio, de un libro con el objetivo de perjudicar a Vicent Amer", argumenta el abogado de Amer, Manuel Mart¨ªnez.

El p¨¢rroco prefiere no decir nada. "La fuente est¨¢ ahora seca", dijo Mart¨ªnez Font¨¢n en conversaci¨®n telef¨®nica con este diario. El religioso apunta que todo lo que ten¨ªa que decir est¨¢ recogido en el libro.

El juzgado de instrucci¨®n de Sagunto dict¨® en diciembre la apertura del juicio oral y el defensor de Amer ha solicitado 14 meses de multa con una cuota diaria de 40 euros y una indemnizaci¨®n de 30.000 euros, adem¨¢s del pago de las costas del juicio. La fiscal¨ªa, sin embargo, ha solicitado el sobreseimiento del caso al considerar que las expresiones y calificaciones escritas por Mart¨ªnez Rond¨¢n no pueden considerarse injurias pues sirven para conformar una opini¨®n cr¨ªtica de lo sucedido entonces. El juez tiene ahora la ¨²ltima palabra.