Coyuntura
El bul¨ªmico calendario de la coyuntura pol¨ªtica se nos echa encima con un atrac¨®n de acontecimientos imposibles de digerir en una sola columna de periodicidad quincenal como ¨¦sta. A veces se echa de menos tener un blog desde el que colgar a vuela pluma los comentarios que te merecen las ¨²ltimas noticias de los medios, conforme se acumulan un d¨ªa s¨ª y otro tambi¨¦n al comp¨¢s vertiginoso de la actualidad. Y en su ausencia, no queda otro remedio que trocear la columna en piezas sueltas como ¨¦stas.
Esc¨¢ndalos.- Aprovechando la coyuntura, estallan m¨²ltiples esc¨¢ndalos en el centro de gravedad del PP, con la inequ¨ªvoca intenci¨®n de explotar sus posibles r¨¦ditos electorales. Primero, el del espionaje interno (caso Gam¨®n), revelado por este mismo peri¨®dico y su radio amiga, que afecta exclusivamente a la facci¨®n madrile?a de la lideresa Aguirre. Y a continuaci¨®n, el de la trama de corrupci¨®n (caso Correa), una especie de Filesa popular denunciada ante los tribunales por fuego amigo e instruida como acostumbra por el juez campeador, que tambi¨¦n afecta tanto a la Comunidad madrile?a como a la valenciana (y a otras quiz¨¢). Ya veremos c¨®mo evolucionan los procedimientos judiciales, porque a juzgar por la experiencia previa (caso Naseiro), la cosa podr¨ªa quedar en nada por falta de pruebas.
Ahora Rajoy se funde con los aznaristas en un cierre de filas contra la conspiraci¨®n exterior
En todo caso, no es una sorpresa para nadie, trat¨¢ndose de un partido como el PP refundado por Aznar. Sin complejos. Es decir, sin escr¨²pulos formales ni de conciencia. Sobre todo tras la obtenci¨®n de la mayor¨ªa absoluta (Aznar en 2000, Aguirre en 2003, Zaplana y Camps desde 1999), que para la cultura pol¨ªtica espa?ola equivale a una patente de corso inmunizada por su impunidad. Mientras el PP la mantuvo a escala espa?ola, la trama de Correa hizo y deshizo a su antojo con el benepl¨¢cito de la corte aznarista. Y G¨¦nova s¨®lo despidi¨® a Correa cuando el PP perdi¨® la mayor¨ªa absoluta y pas¨® a la oposici¨®n. Pero entonces la trama recal¨® en Madrid y Valencia, donde Aguirre y Camps mantienen su mayor¨ªa absoluta. Y el caso madrile?o es paradigm¨¢tico, pues aqu¨ª Esperanza s¨®lo obtuvo la absoluta tras la conjura del Tamayazo, que marc¨® a la lideresa para siempre con el estigma de la impunidad. Por eso, tras el precedente de esa primera vez, Aguirre se cree con licencia para todo eso y mucho m¨¢s.
Cacer¨ªa.- En esas est¨¢bamos cuando estall¨® el esc¨¢ndalo de la cacer¨ªa del ministro de Justicia y el juez campeador al alim¨®n. Y las cosas cambiaron de forma significativa. Lo de menos es la hipocres¨ªa farisaica con que la derecha se rasga las vestiduras, pues en materia de contubernio pol¨ªtico-medi¨¢tico-judicial, quien est¨¦ libre de pecado que tire la primera piedra. O sea, la paja en el ojo ajeno y la viga en el propio. Por lo dem¨¢s, lo de la indigna cacer¨ªa no s¨®lo es un crimen contra la separaci¨®n de poderes sino algo mucho peor, pues constituye un craso error pol¨ªtico. Esa cacer¨ªa representa un coup de t¨¦?thre que le ha brindado a Rajoy la coartada para rectificar, imprimiendo un giro copernicano a su estrategia. Antes trataba de moderar al PP para limpiarlo de los vicios heredados, enfrent¨¢ndose por ello a Aguirre y a Aznar. De ah¨ª que pretendiera depurar las responsabilidades internas por los esc¨¢ndalos denunciados. Pero tras la espuria cacer¨ªa todo ha cambiado. Ahora Rajoy se funde con los aznaristas en un cierre de filas que toca a rebato contra la conspiraci¨®n exterior, escenificando un victimismo ofendido que le exime de asumir las responsabilidades internas y le da licencia para tratar de taparlas. He ah¨ª el efecto de la cacer¨ªa: justo lo contrario del divide y vencer¨¢s.
Euskadi.- En menos de quince d¨ªas tocan elecciones auton¨®micas en Galicia y el Pa¨ªs Vasco, y por eso salen los primeros sondeos sin sorpresas esperables en aqu¨¦llas pero con gran incertidumbre en ¨¦stas. Seg¨²n el CIS, en Euskadi todo se jugar¨¢ a cara o cruz, pues el actual tripartito m¨¢s Aralar (una especie de Eusko-Bai al estilo Na-Bai) podr¨ªa alcanzar la mayor¨ªa absoluta. O no, seg¨²n adonde vayan a parar los nueve esca?os que hoy detenta la m¨¢scara de ETA (PCTV): o van todos al PSE tras una carambola a tres bandas, o una parte se los quedan los nacionalistas. Y todo depender¨¢ de lo que recomiende ETA a sus bases. Si pide la abstenci¨®n, en los pueblos pocos acudir¨¢n por temor a las urnas, y el voto ¨²til nacionalista escasear¨¢. En cambio, si permite el voto blanco o nulo (como conviene a los blandos como Otegi), entonces la participaci¨®n ascender¨¢ en beneficio del voto ¨²til tanto al PNV como a EA, IU-EB o Aralar.
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