Caminando para evitar el metro

Tres chicas sin papeles caminan por Legazpi. Una es colombiana, otra ecuatoriana y otra nigeriana. Hace dos meses, en la boca del metro de Plaza El¨ªptica, cogieron a la ecuatoriana. La llevaron al Centro de Internamiento de Extranjeros de Aluche, donde pas¨® la noche y al d¨ªa siguiente la dejaron libre, aunque le notificaron su expulsi¨®n.

Ahora vive en Usera y hace un curso de auxiliar de geriatr¨ªa en Legazpi. Va a todos los sitios andando porque sabe que los polic¨ªas se paran en la boca del metro de ambos sectores en busca de inmigrantes y teme que si la vuelven a coger ser¨¢ deportada de inmediato.

"Los inmigrantes cada vez tienen mayor inseguridad", explica Javier Ram¨ªrez, portavoz de SOS Racismo Madrid. "Huyen de la polic¨ªa, la ven como un cuerpo represor". Hace un tiempo que la ONG ven¨ªa notando un aumento de controles en puntos clave.

Un ecuatoriano que se mueve por la zona dice saber los trucos para no ser descubierto por la polic¨ªa. Los martes y jueves hacen m¨¢s controles, dice. Y entre las 10.30 y las 11.30 y las 18.00 y las 20.00 son las horas en que la polic¨ªa se para en las bocas de los metros de Usera (donde uno de cada cuatro vecinos es extranjero), Legazpi, Sol, Gran V¨ªa y Callao. Otros ampl¨ªan la lista: Lavapi¨¦s, Puente de Vallecas... Y a?aden los locutorios. El hombre lleva siete a?os viviendo en Madrid, los primeros cuatro de manera irregular. "Este a?o se han acentuado los controles. Me doy cuenta porque, aunque ya tengo papeles, me paran", dice.

El locutorio donde llamar a la familia en Lavapi¨¦s, el colegio de los ni?os en Vallecas, la vuelta del trabajo en Atocha. Los inmigrantes han visto su d¨ªa a d¨ªa invadido por agentes en busca de sin papeles. "Suelen esperar fuera", explica el responsable de un locutorio en Lavapi¨¦s. No quiere entrar en m¨¢s detalles. Pero sus clientes no tienen inconveniente en hablar y, de repente, se anima: "?Una vez me pidieron la documentaci¨®n incluso a m¨ª, que estoy aqu¨ª trabajando!", se queja s¨²bitamente indignado. Los que no tienen los papeles en regla "viven la situaci¨®n con mucha inseguridad", contin¨²a el representante de SOS Racismo, que atiende a muchas de estas personas en su oficina de denuncias. "Se encierran en casa, incluso hay quien ha llegado a cambiar de lugar de residencia".

El presidente de la Federaci¨®n Panafricana, Abuy Nfubea, repite una y otra vez que todos los fines de semana acuden al bar en que se re¨²nen algunos j¨®venes negros de Lavapi¨¦s. Apunta que en varios municipios tambi¨¦n se ha instalado el miedo. "Alcorc¨®n, M¨®stoles, Parla". Seg¨²n Nfubea, que lleva meses denunciando la situaci¨®n, "se busca provocar terror para que la gente no tenga un sentimiento de pertenencia". En su opini¨®n, esto no afecta s¨®lo a los sin papeles, sino tambi¨¦n a j¨®venes de padres extranjeros nacidos aqu¨ª. "Es una imagen de racismo que les destruye", analiza.