Una artesan¨ªa para conquistar el mundo global

Algunos dise?os demuestran que la globalidad puede tener varias caras y no necesariamente la misma para todos. El dise?ador holand¨¦s Tord Boontje -conocido por sus objetos floridos y neorrom¨¢nticos, por sus sillas para Moroso y sus alfombras para Nani Marquina- reivindica el uso de piezas ¨²nicas para la vida cotidiana. ?C¨®mo? Acercando lo artesano sin renunciar al halo de la singularidad. Boontje dio con esa idea durante un viaje.

En Colombia, el dise?ador admir¨® las cazuelas de barro negro que coc¨ªan unos alfareros. Habl¨® con ellos. Le llam¨® la atenci¨®n que la idea de los ceramistas del trabajo bien hecho fuera la producci¨®n artesana de piezas id¨¦nticas, de aspecto casi maquinalmente perfecto. Conoci¨® a los alfareros. Les expuso opiniones contrarias. Les convenci¨® de la singularidad de la cer¨¢mica, de la capacidad de un objeto para contar una historia, del valor de lo distinto y de la belleza de lo imperfecto. En realidad, llev¨® el cl¨¢sico wabi sabi japon¨¦s -el concepto que reivindica la belleza de lo inacabado y lo imperfecto- hasta una tradici¨®n colombiana, al otro lado del mundo.

Artecnica produce las cazuelas en el apartado de "dise?o con conciencia"

Las cazuelas de barro negro eran hermosas y resistentes. Pero ten¨ªan un inconveniente: asas que entorpec¨ªan su uso. Eran vers¨¢tiles, serv¨ªan para cocinar muchos tipos de alimentos, pero esa versatilidad se pod¨ªa potenciar m¨¢s.

As¨ª, Boontje ampli¨® la polivalencia dise?ando una tapa-cuenco con doble uso, para cubrir la cocci¨®n y para comer lo cocido. Tambi¨¦n molde¨® nuevas asas, integr¨¢ndolas en los pucheros para que ¨¦stas pudieran resistir el fuego, un horno o un microondas. Luego hizo con los alfareros algo parecido a lo que la fotograf¨ªa regal¨® a los retratistas. Les convenci¨® de que era imposible competir con las m¨¢quinas. Y de que en lugar de buscar un parecido id¨¦ntico deb¨ªan probar a buscar expresiones ¨²nicas.

El dise?ador holand¨¦s se lo demostr¨® imprimiendo en las cazuelas la huella de algunas hojas. Las apret¨® contra el barro. Durante la cocci¨®n, se iban las hojas pero quedaban sus huellas. Las cazuelas pasaron a ser todas similares, pero todas distintas. El resultado de aquel encuentro y la posterior colaboraci¨®n fue una familia de cazos y ollas que ha producido la empresa Artecnica.

La experiencia en Colombia fue tan enriquecedora para artesanos, dise?ador y empresa que Artecnica decidi¨® explorar el potencial artesano de otros pa¨ªses. En Guatemala, produjeron palas de madera para mezclar ensaladas. Boontje las ide¨® como manos, la manera m¨¢s natural de hacer esa mezcla. En Brasil, la cooperativa de mujeres Coopa-Roca cosi¨® los delantales dibujados por el dise?ador con el lema de los magos y las brujas que le inspiraba la cer¨¢mica oscura colombiana.

El resultado es la colecci¨®n Witches Kitchen (la cocina de la bruja) que Artecnica ha incluido en su producci¨®n bajo el ep¨ªgrafe de "dise?o con conciencia". Sin toxinas ni lacados, son productos para una vida sana con conciencia social y despreocupaci¨®n por la perfecci¨®n. Objetos casi perfectos fruto de una elaboraci¨®n artesana local y una visi¨®n singular y plural, artesanal e industrial, que habla de un nuevo dise?o global.