Lecciones espa?olas para Turqu¨ªa
Llama la atenci¨®n las numerosas similitudes entre Turqu¨ªa y Espa?a, uno de los pocos pa¨ªses que activamente apoya el ingreso de la naci¨®n musulmana en la Uni¨®n Europea y que a partir de este a?o formar¨¢ parte del peque?o grupo de pa¨ªses con quien Ankara mantendr¨¢ una cumbre anual.
Considerando las similitudes existentes, ?qu¨¦ lecci¨®n podr¨ªa sacar Turqu¨ªa de la experiencia espa?ola?
Primero, veremos algunas de las similitudes. Ambos pa¨ªses est¨¢n situados geogr¨¢ficamente en sendas pen¨ªnsulas en los confines del Mediterr¨¢neo y controlan estrechos estrat¨¦gicos. En la antig¨¹edad, Anatolia (hoy gran parte de la Rep¨²blica de Turqu¨ªa) e Iberia estuvieron bajo dominio del Imperio Romano. Tras el surgimiento y difusi¨®n del islam, los ¨¢rabes comenzaron a llamar a la puerta de ambas pen¨ªnsulas. Cuando los turcos entraron en Anatolia en el siglo XI, Iberia era un Estado musulm¨¢n y Anatolia un Estado cristiano. Los otomanos se convirtieron en un gran imperio, mientras que en Iberia la uni¨®n de los reinos de Castilla y Arag¨®n daba lugar a otro gran imperio. Las derrotas de la armada otomana en Lepanto en 1571 y de la Armada Invencible espa?ola en el Atl¨¢ntico en 1588 constituyeron un punto de inflexi¨®n en la historia de ambos imperios. Espa?a perdi¨® sus ¨²ltimas colonias en 1898 y el Imperio Otomano se colaps¨® despu¨¦s de la Primera Guerra Mundial, y dio paso en 1923 a la Rep¨²blica de Turqu¨ªa de la mano de Mustafa Kemal Atat¨¹rk.
Ser de la OTAN no ha impedido a los militares turcos dirigir la pol¨ªtica
La adhesi¨®n de Espa?a a la OTAN fue catalizador de reformas militares
En la ¨¦poca moderna, ambos pa¨ªses han tenido econom¨ªas fuertemente basadas en la agricultura y en pol¨ªticas econ¨®micas aut¨¢rquicas, ambos han tenido migraciones masivas dentro de sus pa¨ªses, los turcos empezaron a llegar a Alemania como "trabajadores invitados" m¨¢s o menos a la vez que los espa?oles en los cincuenta y ambas naciones fueron reclutadas por Estados Unidos durante la guerra fr¨ªa por razones geoestrat¨¦gicas y albergaron bases militares -en 1952 en Turqu¨ªa y en 1953 en Espa?a-. Ambos tienen problemas en contener a nacionalismos minoritarios y terminar sus problemas de terrorismo (ETA y el grupo kurdo PKK). Los militares en ambos pa¨ªses y en Turqu¨ªa, a¨²n hoy, han sido fuertes protagonistas en la vida nacional. Por ¨²ltimo, el llamado kulturkampf sigue en ambos pa¨ªses (m¨¢s en Turqu¨ªa) entre tradicionalistas y reformistas -en Espa?a entre clericales y anticlericales y en Turqu¨ªa entre laicistas e islamistas-.
No quiero exagerar las similitudes porque hay una diferencia crucial entre los dos pa¨ªses: uno es mayoritariamente cat¨®lico y el otro musulm¨¢n. Sin embargo, lo esencial no es tanto el dogma religioso cuanto la influencia dela religi¨®n en la cultura de un pa¨ªs. Turqu¨ªa es un pa¨ªs r¨ªgidamente secular.
Como consta en el ¨²ltimo informe de la Comisi¨®n Europea sobre la marcha de Turqu¨ªa, se ha hecho poco progreso desde que empez¨® su proceso de adhesi¨®n a la Uni¨®n Europea en 2005 (es miembro asociado desde 1963, 15 a?os antes de que Espa?a empez¨® a negociar su entrada). En otros aspectos, Turqu¨ªa estaba por delante de Espa?a -se uni¨® a la OTAN en 1952, 30 a?os antes que Espa?a, entr¨® en las Naciones Unidas tambi¨¦n en 1952, tres a?os antes que Espa?a, y en el Consejo de Europa en 1949, 28 a?os antes que Espa?a-.
A mi modo de ver, hay tres lecciones importantes para Turqu¨ªa de la experiencia de Espa?a. Despu¨¦s de la muerte de Franco, toda Espa?a, salvo los m¨¢s fervientes partidarios del dictador, apoyaban el ingreso en la Comunidad Europea. Los partidos pol¨ªticos turcos, al principio de sus negociaciones con Bruselas, tambi¨¦n estaban mayoritariamente a favor del ingreso de su pa¨ªs, pero, tristemente, este apoyo ha disminuido, en parte por la oposici¨®n a la entrada en la Uni¨®n Europea en gran parte de Europa que ha fomentado el nacionalismo. El Partido Republicano del Pueblo, creado por Atat¨¹rk, y el ultraderechista Partido del Movimiento Nacional no son hoy entusiastas partidarios de la Uni¨®n Europea, y han creado obst¨¢culos, muchas veces, para sacar ventajas partidistas del gobernante Partido por la Justicia y el Desarrollo (AKP), de ra¨ªces isl¨¢micas pero que se profesa laico y conservador. Mientras que la unidad pol¨ªtica en Espa?a ayud¨® a su proceso de adhesi¨®n, en Turqu¨ªa la falta de unidad es una lacra.
En el campo militar, la falta de reformas supone un impedimento serio para la entrada en la Uni¨®n Europea. Mientras que la pertenencia de Turqu¨ªa a la OTAN no sirvi¨® de nada para mantener a los militares al margen de la pol¨ªtica -el pa¨ªs ha tenido tres golpes de Estado desde 1960, m¨¢s uno en 1997 llamado "posmoderno", por no implicar una acci¨®n directa, y el ¨²ltimo en 2007 llamado "e-golpe" por consistir en un aviso al Gobierno publicado en la web del Ej¨¦rcito-, en el caso de Espa?a, su adhesi¨®n a la OTAN s¨ª actu¨® como un catalizador de reformas militares. M¨¢s importante que esto fue, sin embargo, el proceso de democratizaci¨®n en Espa?a en todas las esferas. Seg¨²n Narc¨ªs Serra, ministro de Defensa entre 1982 y 1991 y autor de un excelente libro sobre la transici¨®n militar, "sin avances en el proceso general de democratizaci¨®n no pueden democratizarse los ej¨¦rcitos, y aun en procesos de democratizaci¨®n con progresos firmes puede suceder que la evoluci¨®n en el ¨¢mbito del control militar sea m¨¢s lenta y prolongada. El control de los militares requiere una mayor riqueza institucional que la mera existencia de elecciones libres, empezando por un Gobierno legitimado y un poder legislativo convencido del apoyo al Gobierno en esta tarea". Turqu¨ªa har¨¢ bien en seguir estos consejos.
El motor de reformar las Fuerzas Armadas en Turqu¨ªa ha sido el proceso de adhesi¨®n a la Uni¨®n Europea que ha dado lugar a algunos cambios, por ejemplo en el Consejo Nacional de Seguridad, una especie de Gobierno en la sombra, pero, en palabras de la Comisi¨®n Europea, "la tendencia de los militares a hacer comentarios p¨²blicos sobre temas que trascienden sus competencias, incluyendo la agenda de reformas, ha incrementado".
El tema militar es muy complejo y sensible, y en esta ¨¢rea inciden otros factores clave como el laicismo, la defensa de las numerosas fronteras de Turqu¨ªa y el resurgimiento del terrorismo del PKK. Sin embargo, pienso en las palabras del general Manuel Guti¨¦rrez Mellado, el valiente vicepresidente primero para Asuntos de la Seguridad y Defensa Nacional con Adolfo Su¨¢rez, quien dijo en una conferencia a militares cuatro a?os antes del golpe de Estado en Espa?a en 1981: "No olvidemos que los militares no tenemos la exclusiva del amor a la patria".
Por ¨²ltimo, no se ha redactado a¨²n una nueva Constituci¨®n en Turqu¨ªa para reemplazar la Constituci¨®n ratificada en 1982 durante la ¨²ltima junta militar. Esta Constituci¨®n da demasiados derechos al Estado y demasiados pocos a los ciudadanos. La clase pol¨ªtica espa?ola comprendi¨® que el pa¨ªs necesitaba una revisi¨®n completa de la Constituci¨®n y hab¨ªa que tirarla por la ventana y no limitarse a unos meros retoques, como ha sido el caso en Turqu¨ªa, hasta ahora con esfuerzos fallidos como legalizar el velo en universidades, una reforma aprobada por el Parlamento y luego rechazada por el Tribunal Constitucional, basti¨®n de secularismo.
Espa?a est¨¢ ampliamente reconocida en Turqu¨ªa como una fuente de inspiraci¨®n para ingresar en la Uni¨®n Europea; hace falta seguir su ejemplo con m¨¢s audacia.
William Chislett es colaborador del Real Instituto Elcano y autor de varios libros sobre Espa?a y Turqu¨ªa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.