"No nos derrumbamos nunca, remamos hasta el final"

Joan Plaza (Barcelona, 26 de diciembre de 1963) vive su tercera temporada como entrenador del Madrid, con el que hoy comienza el asalto a una Copa del Rey que hace 16 a?os que no ganan los blancos. Lo hace en racha: diez victorias sobre rivales importantes, algunas con ¨¦picas remontadas. La m¨¢s reciente, el s¨¢bado pasado, frente al intocable Tau.
Pregunta. Los buenos resultados han llegado en el momento ideal, pues ya se empezaba a escuchar ruidos de sables.
Respuesta. La temporada pasada aprendimos una lecci¨®n. Logramos un mont¨®n de r¨¦cords como equipo, ganamos a uno de la NBA y eso no sirvi¨® luego para nada. En ¨¦sta, aun a riesgo de jugarme la presencia en el banquillo, cre¨ªmos que lo mejor era intentar llegar bien a la ¨¦poca importante, febrero-marzo, y tanto la carga f¨ªsica como la t¨¢ctica fueron encaminadas a alcanzar este punto lo mejor posible. Hubo un momento, al producirse las primeras derrotas, que cuando explic¨¢bamos nuestros planes parec¨ªamos el loco de la colina vendiendo humo. Pero hay una hoja de ruta desde el principio. Eso se puede contrastar con mis ayudantes. Me gusta que no nos haya influido el entorno medi¨¢tico, que en alg¨²n caso ha llegado a dudar de nuestra capacidad.
"Este banquillo quema. Mucha gente lo desea y se crean necesidades de cambio"
"Yo me arriesgu¨¦ a perder el puesto, pero ten¨ªa una hoja de ruta desde el principio"
"Llull nos ha ganado a todos por su descaro, por su generosidad en el esfuerzo..."
"Los nuevos, en general, todav¨ªa no han sido capaces de integrarse del todo"
P. ?C¨®mo le sienta al entrenador lo de equipo milagro?
R. Evidentemente, no es algo premeditado. Hablando ayer con mi padre, le recordaba que, cuando yo era peque?o, me sol¨ªa decir que si algo ten¨ªan los jugadores madridistas es que peleaban hasta el final. Que pod¨ªan perder, pero que eran capaces de estar remando hasta el ¨²ltimo minuto. En este sentido, los jugadores y yo mismo hemos sido capaces de impregnarnos de ese esp¨ªritu. No nos derrumbamos nunca. Ahora bien, no podemos abusar de esto.
P. Habr¨¢ alguna raz¨®n para que la din¨¢mica se repita tantas veces.
R. Lo que intento es implicar a todos los jugadores que queremos utilizar y que vamos a necesitar si deseamos ganar alg¨²n t¨ªtulo. Esto incluye a gente que lleva menos tiempo que nosotros, por lo que pueden producirse algunos desajustes, alg¨²n tr¨¢nsito anormal en un partido. Pero buscamos que esos jugadores tengan un protagonismo que seguro que al final vamos a necesitar.
P. Pero parece existir demasiada diferencia entre la primera unidad del equipo y la segunda.
R. Esto no era la idea inicial. Nosotros querr¨ªamos haber integrado ya totalmente a los nuevos. Tenemos una columna vertebral muy definida desde hace varios a?os con jugadores que saben perfectamente a qu¨¦ jugamos, d¨®nde estamos, qu¨¦ camiseta defendemos... Los nuevos a¨²n no han sido capaces de gestionarlo bien. Hay que tener en cuenta otras cosas. Massey, cuando Hervelle estaba lesionado, era el tercer m¨¢ximo anotador y el segundo en minutos, pero luego, con la vuelta de Hervelle, sus capacidades no las estamos traduciendo bien en la pista. Hosley ha alternado partidos de crack con otros de una discreci¨®n sublime. Estamos intentando hacerles comprender que sin ellos no vamos a poder competir. Que necesitamos a un Tomas m¨¢s regular o que Van der Spiegel nos ayude m¨¢s... Sin estos cuatro o cinco jugadores, es dif¨ªcil que podamos competir por nada. Por eso repartimos el tiempo. Pero tienen que adaptarse.
P. Falta les hace, pues se cuestionan mucho los fichajes realizados desde que gan¨® su primera Liga.
R. Todos cre¨ªamos haber acertado cuando fichamos a Papadopoulos. Pero, como se suele decir, hasta que abres el mel¨®n no sabes si es bueno. Todos fuimos culpables. El jugador, el entrenador, sus compa?eros, el club, la ciudad..., todos, porque no logramos que ¨¦l se ajustara. Con la nueva hornada incorporada este curso pretendimos buscar jugadores que se adaptaran no s¨®lo deportivamente. Ten¨ªamos un cuestionario que miraba si eran personas afables, que entendieran su papel en el equipo... No se les fich¨® s¨®lo porque eran buenos, sino porque cre¨ªamos que se iban a ajustar bien a nuestra columna vertebral. Y en el caso de Pepe Sanchez busc¨¢bamos a un base complementario de Ra¨²l. Lo que ocurre es que el crecimiento de Llull ha modificado un poco la situaci¨®n.
P. Ese chico tiene ¨¢ngel.
R. S¨ª, sin duda. Y esto es algo que no se ense?a: se tiene o no se tiene. ?l nos ha ganado un poco a todos por esa capacidad, por c¨®mo disfruta jugando, por su descaro, por ser generoso en el esfuerzo... Todo esto ha hecho que en alguna ocasi¨®n nos hayamos agarrado a ¨¦l para levantar alg¨²n resultado. Lo mejor que tiene Llull est¨¢ en su cabeza. Es una persona con la cabeza muy bien amueblada. Otra clave para su desarrollo ha sido que pudiese crecer lentamente. Vino hace dos a?os y medio. As¨ª, pudo aprender con Ra¨²l y Tunceri. Y ahora, con S¨¢nchez. Ha ido absorbiendo todo lo que ha podido de cada uno de ellos. Adem¨¢s, ¨¦l ha sabido aprovechar bien la oportunidad que se le ha dado.
P. Por cierto, ?c¨®mo lleva la secci¨®n de baloncesto la ya sempiterna crisis institucional del club?
R. Alberto [Herreros] y Antonio [Mart¨ªn] [sus responsables] son los parafuegos de todo esto. A nosotros nos llega a otro nivel. Nos afecta en cuanto a que notamos que la gente est¨¢ m¨¢s tensa, que el periodista o el aficionado de la calle est¨¢n m¨¢s encima... Las analog¨ªas de que si el equipo de futbol va mal y t¨² vas mal, tambi¨¦n. Las criticas son mayores y hay algo m¨¢s de presi¨®n. Pero intentamos aislarnos de lo que pasa. Aunque hemos notado en el publico es este a?o menos tolerante que otros con alg¨²n resultado parcial o cosas as¨ª.
P. ?Y usted c¨®mo est¨¢?
R. Cansado [risas]. Est¨¢ siendo una temporada compleja, en la que estoy terminando por vivir todas las caras de ser entrenador del Madrid. Me encuentro s¨®lido en el equipo, contento en esta ciudad y con ganas de seguir. Creo que si gan¨¢semos algo esta temporada lo disfrutar¨ªa m¨¢s que la primera.
P. ?Se siente reconocido?
R. El banquillo del Madrid quema. Mucha gente lo desea y se crean necesidades de cambio. Adem¨¢s, yo no soy una persona generosa en los titulares ni las grandes historias. Entonces, vas y pierdes el primer partido de la Liga ante el Unicaja y parece como si ya hubi¨¦semos perdido diez cuando, precisamente, la temporada anterior se nos achacaba ganar los intrascendentes. Hubo demasiada acritud en ese momento. Pero, bueno, eso no depende de m¨ª. Me he mantenido bastante fiel a mi gui¨®n y cuatro o cinco meses despu¨¦s estamos m¨¢s o menos donde quer¨ªamos estar.
P. Le queda contrato hasta 2010.
R. Me gustar¨ªa much¨ªsimo cumplirlo, acabar el trabajo hecho. Igual que yo entend¨ª al principio que tal vez no durar¨ªa ni tres meses, ahora me gustar¨ªa irme, cuando me vaya, con la sensaci¨®n de haber terminado una etapa y que la gente, dentro de unos a?os, la recuerde de forma positiva.

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
