"No s¨¦ qu¨¦ quieren de m¨ª"

En Roma Fiumicino, cuando aterriza un avi¨®n se acercan antes al aparato las tractoras para llevarse los equipajes que la jardinera para cargar al pasaje, que espera media hora de pie en el pasillo mientras las maletas se divierten gratis girando en el carrusel. En Espa?a, es m¨¢s f¨¢cil que se entere un deportista de las acusaciones contra su conducta antes leyendo el peri¨®dico o navegando por Internet que por una comunicaci¨®n oficial del fiscal. En Roma, antes incluso de que un deportista sepa si le van a empurar por la v¨ªa administrativa -sanci¨®n deportiva- se le presentan dos carabinieri al pie del estadio ol¨ªmpico y le entregan una notificaci¨®n del fiscal de piazzale Clodio inform¨¢ndole de que puede acabar en la c¨¢rcel porque sospechan que ha cometido un delito.

El fiscal intenta demostrar que iba a recibir una transfusi¨®n en 2005

Los defensores tildaron la acusaci¨®n, que incluye una bolsa de plasma, de "vaga"

Todos ser¨ªan argumentos para una ¨®pera bufa o de teatro del absurdo si no fuera porque a Alejandro Valverde, el protagonista acosado por su pasado, casi un Hamlet, y azotado por los elementos que ¨¦l no puede controlar, no le hacen la menor gracia. "Yo lo que quiero es que me dejen tranquilo, que se acabe todo esto y correr", dijo Valverde, esperando el vuelo de vuelta a Madrid poco despu¨¦s de abandonar, por la puerta de atr¨¢s, las oficinas del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Italiano (CONI) en las que el fiscal antidopaje, Ettore Torri, le interrog¨® amable e inflexiblemente, una taza de caf¨¦ entre medias, ayer por la tarde, fr¨ªa y luminosa, tambi¨¦n enga?osa, de Roma. "Hemos pasado el d¨ªa, que se ha hecho extra?o sobre todo porque nunca hab¨ªa estado en un interrogatorio como ¨¦ste", a?adi¨® el ciclista murciano, de 28 a?os, tirando la terminolog¨ªa del ciclista que ha pasado una etapa dura sin perder el tiempo que tem¨ªa. "Lo he pasado con tranquilidad y proclamando totalmente mi inocencia. Es que, adem¨¢s, no me han acusado de nada claro. S¨®lo han hecho dar vueltas a la bolsa 18".

En los 45 minutos del interrogatorio, en el que le acompa?aron sus abogados, Federico Cecconi y Jos¨¦ Rodr¨ªguez; los dirigentes del equipo Paco Fern¨¢ndez y Eusebio Unzue; su m¨¢nager y su traductora; Valverde vio desfilar ante ¨¦l todo el arsenal de una acusaci¨®n que sus defensores tildaron de "vaga": documentos del control antidopaje de Pratonevoso, en el pasado Tour

["?es ¨¦sta su firma?", le preguntaron; "S¨ª", respondi¨®]; documentos sobre la bolsa de plasma m¨¢s famosa de la historia, la n¨²mero 18 requisada a Eufemiano en la Operaci¨®n Puerta

[pero no el presunto an¨¢lisis de ADN que confirmar¨ªa que ese plasma, conservado desde 2004, es suyo]

; un recorte con las acusaciones del ex ciclista y ex compa?ero Jes¨²s Manzano ["todos en el Kelme hac¨ªamos lo mismo"]; y algunos papeles m¨¢s de la investigaci¨®n de la Guardia Civil con los que intentan demostrar que si bien el plasma data de 2004, ten¨ªa programada una transfusi¨®n durante la Vuelta al Pa¨ªs Vasco de 2005. "Y no necesitamos confirmar si las llev¨® a cabo o no, nos basta con la tentativa, que equivale de por s¨ª a dopaje", mantienen fuentes italianas.

"Y los asesores de Valverde s¨®lo se han dedicado a discutir nuestra competencia", dijo Torri, que se reafirm¨® en la torpeza del juez Serrano, aquel que la v¨ªspera declar¨® nula la comisi¨®n rogatoria que permiti¨® a Italia hacerse con una muestra de la bolsa 18. "No se entera: quien solicit¨® la bolsa no fue el CONI, que no tiene poder para ello, sino la fiscal¨ªa de Roma, que la necesita para su investigaci¨®n penal. Que le pregunte a la jueza sustituta que lo autoriz¨®". "Pero sus acusaciones de dopaje", replic¨® Cecconi, de la parte de Valverde; "no se han concretado: faltan el d¨®nde, el c¨®mo, el cu¨¢ndo..."

"Han sido incapaces de mostrarnos nada definitivo", a?ade Fern¨¢ndez. "Da la impresi¨®n de que como no tienen d¨®nde agarrarse est¨¢n intentando jugar la baza de la presi¨®n psicol¨®gica". Hace dos a?os, con Ivan Basso el CONI utiliz¨® la misma t¨¢ctica, con la diferencia de que las pruebas contra el italiano eran mucho m¨¢s numerosas. Basso confes¨® de entrada, lo que le vali¨® una sanci¨®n deportiva de dos a?os y una condena de ocho meses (la tercera parte de lo posible, reducci¨®n por confesi¨®n espont¨¢nea) por lo penal. Valverde tiene ahora dos semanas para presentar alegaciones antes de que Torri, probablemente, solicite ante el tribunal antidopaje italiano una sanci¨®n de dos a?os, pero antes har¨¢ lo que m¨¢s le gusta, competir. Este fin de semana marcha a Francia, a disputar el Tour del Haut Var. "Pese al calent¨®n de cabeza de estos d¨ªas no he dejado de entrenarme", dice Valverde. "Y de hecho tengo la ropa de ciclista y la bicicleta en Madrid para irme directamente a Francia a correr".