Escalofr¨ªos

Novela. No deja de ser curioso que cuando un tema se convierte internacionalmente en moda literaria, como ocurre ¨²ltimamente con el vampirismo, las contribuciones de autores espa?oles sigan siendo casi ignoradas hasta por los lectores de nuestro pa¨ªs. Desde luego, esta Visita de tinieblas no hace concesiones a los gustos del d¨ªa: sus vampiros no son barrocos y manieristas como los de Anne Rice ni buscan el glamour adolescente de Stephenie Meyer; m¨¢s bien al contrario, se atiene a las pautas m¨¢s cl¨¢sicas y no nos ahorra cementerios cubiertos de niebla, conventos malditos llenos de im¨¢genes decapitadas, casonas se?oriales decadentes y hasta serpientes de mirada hipn¨®tica y aciaga. Pero es una novela notable que no merece pasar desapercibida por los aut¨¦nticos degustadores del g¨¦nero.

Jos¨¦ Mar¨ªa Latorre tiene una larga trayectoria literaria como estudioso del cine fant¨¢stico, guionista de televisi¨®n, narrador de cuentos y novelista. Su colecci¨®n de relatos terror¨ªficos La noche de Cagliostro (Valdemar, 2006) permanece como un hito en la memoria de muchos aficionados, entre los que me cuento. Ahora publica una novela audaz porque no retrocede ante ning¨²n arca¨ªsmo, escrita con un estilo sobrio y pausado, llena de detalles sabiamente truculentos que esperan y convocan la complicidad pose¨ªda del lector adicto. No hay gui?os ir¨®nicos posmodernos ni se trata de un "homenaje" al g¨¦nero (como dicen los que se averg¨¹enzan de su tema o quieren disimular su torpeza) sino que se integra en ¨¦l con total propiedad: busca el agobio, el escalofr¨ªo y logra a veces su m¨¢ximo objetivo. Ser¨¢ cosa de la edad, pero a m¨ª me ha gustado m¨¢s que Crep¨²sculo, qu¨¦ quieren que les diga.