Inesperada asistente entre multitud de ausencias

Unanimidad a la hora de cantar las alabanzas de los diferentes espacios de los Teatros del Canal. Y lo dec¨ªan no s¨®lo los invitados, porque tanto la primera jornada de inauguraci¨®n de ayer, como la de hoy y las dos de ma?ana (habr¨¢ una matin¨¦) han contado con un importante n¨²mero de espectadores de pago. Anoche el 50% y los pr¨®ximos d¨ªas a¨²n m¨¢s.

Albert Boadella ten¨ªa claro que no quer¨ªa grandes fastos inaugurales. Sobre todo despu¨¦s del descalabro que tuvo el Canal de Isabel II cuando abri¨® las puertas de este teatro por primera vez, gast¨¢ndose m¨¢s de un mill¨®n de euros en una sola tarde. Eso fue antes de pasarle los trastos a la Consejer¨ªa de Cultura de la Comunidad de Madrid, que coincidi¨® con Boadella en hacerlo de otra forma. De hecho fue notable la ausencia de figuras del mundo de la cultura.

A pesar de la presencia de profesionales como Jos¨¦ Luis G¨®mez, Miguel Mu?iz, Luis Olmos, Mar¨ªa Pag¨¦s y poco m¨¢s. Pol¨ªticos, quitando algunos de la Comunidad de Madrid, anfitriona del evento, tampoco hab¨ªa. Lo justificaban diciendo que las figuras se repart¨ªan entre los tres d¨ªas. Pero lo cierto es que ayer fueron invitados el Ministro de Cultura, el director del Instituto Nacional de las Artes Esc¨¦nicas y de la M¨²sica, el alcalde de Madrid, su delegada de las Artes, Alicia Moreno y su segundo, Jos¨¦ Antonio Campos, (estos ¨²ltimos impulsores de estos espacios), Gerard Mortier y el grueso de los productores privados que presionaron al consejero de Cultura Santiago Fisas, para que quitara el Festival de Oto?o, algo que consiguieron. Todos ellos no estuvieron. Ni se les espera.

A quien no se esperaba y s¨ª estuvo fue la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, quien en principio iba a acudir a la campa?a electoral en Galicia. En el recorrido inicial por los diferentes espacios confes¨® al ver un n¨²mero de danza que le gustar¨ªa volver a la infancia para bailar de nuevo. "?Bailabas bien", alguien le pregunt¨®. Y ella dej¨® las cosas claras: "No, pero me gustaba mucho". Tambi¨¦n inform¨® a sus acompa?antes que Garz¨®n, antes de su ingreso hospitalario, hab¨ªa firmado un auto: "Y no debe estar muy mal porque ya ha hablado por la Ser", apostill¨®. Y entre tanta novedad y tanto estreno, caras conocidas. Las del personal del por ahora desaparecido Teatro Alb¨¦niz, que se ha incorporado en su totalidad a estos teatros.