La ley de Unicaja, la ley de Haislip

Veintinueve minutos de partido se llevaban cuando English intent¨®, por fin, dejarse ver; corri¨® hacia la canasta de Unicaja a toda mecha y se dispuso a encestar, tan feliz, tan convencido del ¨¦xito, cuando Haislip ech¨® a volar para dibujar un tap¨®n que pareci¨® una mano que bajaba del techo del pabell¨®n. Recuperada la pelota por Unicaja, Cook dirigi¨® el ataque, encontr¨® en un lateral al tipo aquel que acababa de re¨ªrse de la ley de la gravedad, y a ¨¦l se la dio, a Haislip, que clav¨® el triple. Tan bien sali¨® la jugada que Unicaja repiti¨®. Siguiente ataque, siguiente resoluci¨®n: bal¨®n de Cook a Haislip y ¨¦ste que encesta desde la lejan¨ªa. Fue en ese momento, s¨®lo en ese momento, cuando el partido estall¨® y la resistencia del Gran Canaria pas¨® a mejor vida. Segundos quedaban para que finalizara el tercer cuarto y por fin Unicaja consigui¨® darle lustre a su condici¨®n de favorito. Fue en ese instante cuando los malague?os impusieron su ley y acabaron con el conflicto, tras muchos minutos en los que las defensas dictaron su ley y la igualdad se impuso por encima de jugadores capaces de marcar diferencias, que no hubo. Bueno, hasta que Haislip ech¨® a volar.

English apareci¨® tarde, y el conjunto canario no aguant¨® el intercambio de golpes

No es un equipo menor el Gran Canaria. Vive una maldici¨®n en la Copa, pues cinco veces ha llegado a la fase final, seis con la de este a?o, y en todas se ha despedido el primer d¨ªa, en los cuartos de final, su ronda tab¨². Pero el equipo lleva a?os resistiendo entre los elegidos y no es sencillo derribarle. Que se lo digan al Unicaja, que pas¨® un suplicio para hacer valer su condici¨®n de favorito, una palabra que en este torneo es un chiste. Pero lleg¨® tarde English a la fiesta y el equipo canario se qued¨® de nuevo con las ganas.

Logr¨® la primera canasta y Savan¨¦, una de las joyas del Gran Canaria, se golpe¨® el pecho con violencia, como anunciando que el equipo llegaba dispuesto a dar guerra. Toda la guerra del mundo dio. Y no por culpa de English, su mejor arma, su artiller¨ªa pesada desde la lejan¨ªa, que tard¨® un siglo en aparecer. Tanto tard¨® que cuando lo hizo, cuando le dio por encadenar cuatro canastas consecutivas, con dos triples incluidos, el partido hab¨ªa muerto, gobernado por Unicaja con desahogo (72-59, a cinco minutos del final).

Aprendida tra¨ªa la lecci¨®n A¨ªto y buena nota tom¨® de lo ocurrido en el enfrentamiento de estos dos equipos en la Liga ACB. Entonces, sorprendi¨® el Kalise, que gan¨® (74-68), con una actuaci¨®n estelar de English. Vistos los antecedentes, el t¨¦cnico de Unicaja confi¨® el marcaje del canadiense a Berni Rodr¨ªguez. Y ¨¦ste, un tipo acostumbrado a desaf¨ªos de este pelo, o mayores, que hace como quien dice cuatro d¨ªas se med¨ªa a Kobe Bryant en la final ol¨ªmpica, cerr¨® el examen con nota.

English apareci¨® tarde y el Gran Canaria no aguant¨® el intercambio de golpes, por mucho que Moran lo intentara desde la distancia o que Savan¨¦ lo peleara todo bajo los tableros ante Ndong, que acab¨® ganando el reto. Unicaja se presenta as¨ª, apenas malherido m¨¢s all¨¢ de un susto que dur¨® demasiado tiempo, en las semifinales. Pero mucho tendr¨¢ que mejorar, quiz¨¢ ya con Carlos Cabezas recuperado, para no depender tanto de un solo hombre, por mucho Marcus Haislip que se llame.