El rescate de puertas abiertas
Dejen que un indio inteligente busque la forma m¨¢s barata y segura de estimular nuestra econom¨ªa: la inmigraci¨®n.
"Todo lo que tienen que hacer es conceder visados a dos millones de indios, chinos y coreanos", aseguraba Shekhar Gupta, director del peri¨®dico The Indian Express. "Compraremos todas las casas que est¨¢n sin pagar. Trabajaremos 18 horas al d¨ªa para pagarlas. Mejoraremos de inmediato su tasa de ahorro: ning¨²n banco indio tiene hoy m¨¢s del 2% de morosidad, porque aqu¨ª no pagar la hipoteca se considera una verg¨¹enza. Y fundaremos nuevas empresas para crear nuestros propios puestos de trabajo y trabajos para m¨¢s estadounidenses".
Aunque lo dijese con algo de insolencia, Gupta y otros muchos empresarios indios con los que he hablado recientemente intentan plantear un argumento que a veces los no estadounidenses explican mejor: "Querido Estados Unidos, por favor, recuerda c¨®mo acabaste convertido en el pa¨ªs m¨¢s rico de la historia. No fue mediante el proteccionismo, ni mediante los bancos de propiedad estatal o el miedo al libre comercio. No, la f¨®rmula era muy sencilla: construyan una econom¨ªa realmente flexible y abierta, toleren la destrucci¨®n creativa para que el capital muerto se recanalice r¨¢pidamente hacia ideas y empresas mejores, viertan en ella los inmigrantes m¨¢s diversos, inteligentes y en¨¦rgicos de todos los rincones del mundo, y despu¨¦s remuevan y repitan, remuevan y repitan, remuevan y repitan, remuevan y repitan".
Atraer opciones intelectuales de primera clase del mundo es la ventaja competitiva m¨¢s importante
Aunque creo que el presidente Obama est¨¢ haciendo todo lo posible por apartar de su plan de est¨ªmulo los peores impulsos proteccionistas del Congreso, por desgracia el Senado estadounidense vot¨® el 6 de febrero a favor de prohibir a los bancos y a otras instituciones financieras que reciben ayuda p¨²blica contratar a inmigrantes altamente cualificados con permisos de trabajo temporales conocidos como visados H-1B.
Mala se?al. En una ¨¦poca en la que atraer las opciones intelectuales de primera clase de todo el mundo es la ventaja competitiva m¨¢s importante que una econom¨ªa del conocimiento puede adquirir, ?por qu¨¦ a?adir barreras contra esa capacidad cerebral, de cualquier parte? Eso se llama "vieja Europa". Eso se deletrea E-S-T-?-P-I-D-O.
"Si lo hacen, ser¨¢ lo mejor para India y lo peor para Estados Unidos, los indios se ver¨¢n obligados a innovar en su pa¨ªs", puntualizaba Subhash B. Dhar, miembro del Consejo Ejecutivo que dirige Infosys, la conocida empresa tecnol¨®gica india que env¨ªa trabajadores indios de apoyo a una amplia gama de empresas de Estados Unidos. "Durante muchos a?os, nosotros protegimos nuestros puestos de trabajo, y miren ad¨®nde nos llev¨® eso. ?Saben que para una empresa india sigue siendo m¨¢s f¨¢cil hacer negocios con una empresa estadounidense que con una empresa de otra provincia india?".
Cada provincia india intenta proteger su peque?a econom¨ªa con sus propias normas. Estados Unidos no deber¨ªa intentar copiarlo. "Su actitud", remacha Dhar, deber¨ªa ser la de "traer a quien pueda hacerle competitivo y preponderante".
Si de algo podemos estar absolutamente seguros es de que el proteccionismo no caus¨® la Gran Depresi¨®n, pero s¨ª contribuy¨® a hacerla "grande". Desde 1929 hasta 1934, el comercio mundial cay¨® m¨¢s del 60%, y a todos nos fue peor.
Vivimos en una era tecnol¨®gica en la que todos los estudios muestran que cuantos m¨¢s conocimientos tenga un trabajador y cuantos m¨¢s trabajadores con conocimientos tenga una econom¨ªa, m¨¢s r¨¢pidamente aumentar¨¢n las rentas. Por tanto, el elemento central de nuestro est¨ªmulo, el principio rector esencial, deber¨ªa ser el de estimular todo lo que nos haga m¨¢s inteligentes y atraiga a m¨¢s gente inteligente a nuestras costas. ?se es el mejor modo de crear buenos puestos de trabajo.
De acuerdo con la investigaci¨®n llevada a cabo por Vivek Wadhwa, investigador del Programa de Trabajo y Vida Laboral de la Facultad de Derecho de Harvard, m¨¢s de la mitad de las nuevas empresas de Silicon Valley fueron fundadas por inmigrantes a lo largo de la pasada d¨¦cada. Estas empresas tecnol¨®gicas fundadas por inmigrantes daban empleo a 450.000 trabajadores y ten¨ªan ventas por valor de 42.000 millones de euros en 2005, comenta Wadhwa en un art¨ªculo publicado hace poco en BusinessWeek.com.
Tambi¨¦n cita un estudio reciente efectuado por William R. Kerr, de la Facultad de Empresariales de Harvard, y William F. Lincoln, de la Universidad de Michigan, que "concluye que en periodos en los que bajan los visados H-1B, tambi¨¦n se reducen las solicitudes de patentes presentadas por inmigrantes . Y cuando las cifras de visados H-1B aumentan, las solicitudes de patentes aumentan a su vez".
No queremos salir de esta crisis solamente con inflaci¨®n, una monta?a de deudas y m¨¢s puestos de trabajo en infraestructuras. Queremos -tenemos que- salir de ella con m¨¢s empresas como Intel, Google, Microsoft y Apple.
Me habr¨ªa encantado que el paquete de est¨ªmulo incluyese un banco de capital riesgo financiado por el Gobierno que ofrezca cr¨¦ditos a todas las empresas de reciente creaci¨®n que claramente no est¨¢n saliendo adelante hoy -en el campo de las energ¨ªas limpias mueren como moscas- por falta de liquidez de las fuentes de pr¨¦stamo tradicionales.
Newsweek publicaba hace dos semanas un ensayo que empezaba as¨ª: "?Podr¨ªa Silicon Valley convertirse en otro Detroit?". Pues s¨ª, podr¨ªa. Cuando los mejores cerebros del mundo est¨¢n de rebajas, no se les cierran las puertas. Se les abren m¨¢s. Necesitamos atacar esta crisis financiera con tarjetas de residencia, no s¨®lo con papel moneda, y con nuevas empresas, no s¨®lo rescates econ¨®micos. Con un Detroit tenemos suficiente. -
Traducci¨®n de News Clips. ? 2009 New York Times News Service.
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