Barcelona reforzar¨¢ la protecci¨®n de su patrimonio para evitar desmanes
Una nueva comisi¨®n velar¨¢ por la unidad de los conjuntos arquitect¨®nicos
Sobre las cenizas del cine Par¨ªs, en el Portal de l'?ngel de Barcelona, se est¨¢ construyendo un sorprendente inmueble de gigantescos ventanales negros que acoger¨¢ una tienda de Zara. El edificio rompe con la armon¨ªa y la l¨ªnea del paseo en plena Ciutat Vella. Algo similar sucede con la finca situada en el chafl¨¢n entre el paseo de Gr¨¤cia y la calle de Mallorca, cerca de La Pedrera. Y frente a ¨¦sta, al otro lado del paseo, otro bloque moderno -un apartotel- se alza con una fachada de blancos y negros.
Esos ejemplos revelan que en zonas emblem¨¢ticas como las citadas se puede construir lo que se quiera si se superan las comisiones de calidad, si el edificio no est¨¢ catalogado o si no est¨¢ junto a otro que s¨ª lo est¨¦. Este vac¨ªo se pretende corregir con la creaci¨®n de una comisi¨®n de patrimonio de Barcelona al margen de la que ya existe en el ¨¢mbito de Catalu?a, que depende de la Generalitat. "Es la forma de controlar los conjuntos arquitect¨®nicos y evitar la disonancia de edificaciones", dice el jefe de Patrimonio de Barcelona, Jordi Rogent. ?ste adelanta que la comisi¨®n estar¨¢ integrada por t¨¦cnicos de las dos administraciones (Patrimonio de la Generalitat y Urbanismo del Ayuntamiento) y los regidores de los distritos. De entrada, estar¨¢n representados Ciutat Vella y el Eixample. Lo que dicte esa comisi¨®n ser¨¢ vinculante cuando se plantee un nuevo edificio en el entorno de un Bien Catalogado de Inter¨¦s Nacional.
"Vamos a evitar la disonancia de las edificaciones", dice Jordi Rogent
Al cine Par¨ªs del Portal de l'?ngel lo ha sustituido un edificio vanguardista
La comisi¨®n corregir¨¢ los desajustes que se producen en la pr¨¢ctica; es decir, que la iniciativa est¨¢ en manos del promotor y del arquitecto, y la Administraci¨®n tiene poco margen si no se trata de un edificio catalogado. Assumpta Escarp, regidora del Eixample, se?ala que cada vez son m¨¢s las nuevas edificaciones del distrito que respetan las fachadas antiguas, pero reconoce que la normativa actual deja brechas. "Tenemos un vac¨ªo legal", admite Itiziar Gonz¨¢lez, edil de Ciutat Vella, arquitecta de profesi¨®n, que propone aprovechar la inminente revisi¨®n del plan de proteccion de patrimonio para proteger los conjuntos hist¨®ricos y la trama urbana de Ciutat Vella. "Intentaremos definir los conjuntos hist¨®ricos y elaborar criterios que no sean hiperconservacionistas ni hipervanguardistas", explica.
La inexistencia de ese marco legal se refleja en el inmueble de cinco plantas que ha sustituido al viejo cine Par¨ªs, de 1892. Era un edificio bajo y su sucesor es un bloque de cristales negros que en su parte baja refleja los edificios vecinos. El proyecto no era bien visto por una comisi¨®n de patrimonio de Ciutat Vella, que se re¨²ne una vez al mes, pero su opini¨®n no es vinculante. Hay otra raz¨®n de peso: los proyectos pasan del distrito a Urbanismo cuando exceden los 5.000 metros cuadrados, y es el caso del antiguo cine Par¨ªs.
Un primer proyecto, obra del arquitecto Ignacio del R¨ªo, super¨® el examen de la comisi¨®n de calidad de Urbanismo, coordinada por el entonces jefe de los arquitectos municipales, Josep Acebillo, e integrada, entre otros, por los arquitectos Beth Gal¨ª, Joaquim Espa?ol, ?ngel Llobet y Josep Llin¨¤s. Fue, sin embargo, el propio Amancio Ortega, el due?o de Zara, el que dio marcha atr¨¢s. "Su pol¨ªtica es no crear pol¨¦mica", explica Del R¨ªo. "Mi idea inicial era hacer un edificio muy rompedor del tipo del de Christian Dior en Tokio, con riqueza de acabados. Y el de ahora es m¨¢s neutro, ligero, en consonancia con el hueco anterior, que intenta reflejar lo que hay delante con un cristal glaseado. Por la noche ser¨¢ un foco de luz, durante el d¨ªa no ser¨¢ tan llamativo", explica Del R¨ªo, que a?ade: "Ten¨ªamos al lado un edificio noucentista y otro g¨®tico, y optamos por esta l¨ªnea. El edificio del cine Par¨ªs era una birria y con una catalogaci¨®n baja".En sus actas, la misma comisi¨®n que hizo sugerencias a Del R¨ªo sobre la luz y la ligereza de la finca admite la controversia del proyecto: "Hay coincidencia entre los miembros de la comisi¨®n en que se trata de un proyecto dif¨ªcil y comprometido por su ubicaci¨®n en la ciudad, el cual requerir¨¢ al m¨¢ximo el talento y la dedicaci¨®n del arquitecto".
El alem¨¢n Humbertus Puppenhaus, arquitecto de la Asociaci¨®n Barcelona Vella, que lucha por preservar el patrimonio de la ciudad, cree que el edificio de Del R¨ªo demuestra que Barcelona cada vez se parece m¨¢s a una ciudad norteamericana o asi¨¢tica: "Aqu¨ª no hay orden ni concierto: no hay patrones y es un caos. A golpe de talonario, en cualquier esquina puedes poner un rascacielos. Berl¨ªn debati¨® en los a?os noventa qu¨¦ quer¨ªa hacer y apost¨® por la ciudad europea del XIX limitando a lugares concretos las opciones vanguardistas. M¨²nich hizo un refer¨¦ndum en el que gan¨® que ning¨²n edificio superara al campanario m¨¢s alto".
Afincado en Barcelona, Puppenhaus apenas trabaja en la ciudad. "Estoy vetado. Los arquitectos de Barcelona son buenos, pero su creatividad est¨¢ al servicio del inversor. Los edificios no son cuadros que est¨¢n en un museo. La arquitectura est¨¢ en la calle y la sufrimos", dice. Casi su ¨²nico compa?ero en esta denuncia es Enric Mir, quien parad¨®jicamente dirige la obra del Portal de l'?ngel, ya que forma parte del equipo de arquitectos del grupo Bala?¨¤, due?o del cine. Menos cr¨ªtico, afirma: "Me pregunto si ten¨ªamos que reproducir un inmueble del XIX como en Berl¨ªn o hacer algo nuevo. Una cosa es rehabilitar un edificio, y otra, uno nuevo. Pero yo habr¨ªa hecho otra finca diferente", admite Mir, que es miembro de la comisi¨®n consultiva de Ciutat Vella y se retir¨® por incompatibilidad cuando se debati¨® el proyecto.
El caso del Palau
Puppenhaus dice que en este mandato la comisi¨®n de patrimonio de Ciutat Vella se ha reunido s¨®lo dos veces -"la ¨²ltima fue para tratar de la ampliaci¨®n del Museo Picasso"-, cuando antes lo hac¨ªa una vez al mes. Itziar Gonz¨¤lez alega que quiere ir m¨¢s all¨¢ con la futura comisi¨®n, cuyas decisiones ser¨¢n vinculantes, y recuerda que Puppenhaus y Mir participaron en el debate sobre el controvertido hotel de ?scar Tusquets junto al Palau de la M¨²sica. Al final el complejo tendr¨¢ que ajustarse a los dict¨¢menes de la Comisi¨®n de Patrimonio de la Generalitat, que oblig¨® a no tirar dos casas modernistas y a conservar la alineaci¨®n de la calle. El Consistorio quiere que se ajuste a esas medidas, pero Barcelona Vella y los vecinos del Casc Antic han ido m¨¢s all¨¢: entregaron 3.500 firmas contra el hotel y han presentado un contencioso contra el proyecto porque se oponen a que se derribe el interior de los edificios y se mantenga s¨®lo la fachada.
Una plaza de Espanya irreconocible
"Cada vez que la tocan la estropean m¨¢s", comenta una taxista al rodear la plaza de Espanya. Es una apreciaci¨®n personal que, no obstante, es compartida por decenas de arquitectos y urbanistas, muchos de ellos municipales. "Gustar¨ªa m¨¢s o menos, pero es innegable que el conjunto arquitect¨®nico que dise?¨® Rubi¨® i Tudur¨ª para la plaza de Espanya era mucho m¨¢s arm¨®nico". La opini¨®n es de Salvador Tarrag¨®, una de las voces de SOS Monuments y reconocido cr¨ªtico de ciertas expresiones de la arquitectura y del urbanismo de Barcelona. De aquel conjunto de edificios noucentistes que fueron los hoteles de la Exposici¨®n de 1929 ya s¨®lo queda uno, en el lado de Creu Coberta. Los dem¨¢s fueron desapareciendo. El primero de ellos -el actual hotel Plaza - cay¨® con la apertura de la calle de Tarragona. Fue a finales de los ochenta, cuando Barcelona encaraba la recta de los preparativos de los Juegos y necesitaba hoteles. Mientras, la plaza de toros de las Arenas, cerrada a finales de los setenta, iba deterior¨¢ndose. Durante a?os permaneci¨® en pie -frente a la plaza de toros- el ¨²ltimo edificio del conjunto que dise?¨® Rubi¨® i Tudur¨ª, en el que hab¨ªa una comisaria de polic¨ªa. Pero acab¨® sucumbiendo a la piqueta por obra y gracia de un encargo del Departamento de Interior de la Generalitat, entonces en manos de Montserrat Tura, al arquitecto Oriol Bohigas. Ten¨ªa que dise?ar un edificio para la comisar¨ªa de los Mossos del Eixample, Lo forman dos voluminosos cuerpos m¨¢s otro m¨¢s peque?o, en construcci¨®n, que combina el cemento con peque?as ventanas y placas solares.
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