Asesinos en serie con referencias mitol¨®gicas
El escritor Craig Russell ambienta 'El se?or del carnaval' en Colonia
Craig Russell (Fife, Escocia, 1956) es un hombre tranquilo y amable, pero sus asesinos en serie quitan el hipo. En su primera novela, Muerte en Hamburgo, protagonizada por Jan Fabel, jefe de la brigada de homicidios de Hamburgo (Alemania), su serial killer, conocido como el Hijo de Sven, mata a mujeres, les extirpa los pulmones y los coloca como si fueran las alas de un ¨¢guila, imitando un antiguo rito vikingo.
En la segunda, Cuento de muerte, el asesino se inspira en los cuentos de los hermanos Grimm para cometer los cr¨ªmenes m¨¢s sangrientos. En la tercera, Resurrecci¨®n, el llamado Peluquero de Hamburgo deg¨¹ella a sus v¨ªctimas, les arranca el cuero cabelludo y deja un pelo te?ido de rojo en el lugar de los hechos. El se?or del carnaval, publicada como las anteriores por Roca Editorial y presentada recientemente en Hamburgo, el asesino es m¨¢s selectivo, s¨®lo mata un d¨ªa al a?o, durante el carnaval de Colonia y concretamente en la noche de las mujeres.
Russell cuenta que estos cr¨ªmenes tan crueles y horrendos los aprendi¨® cuando era oficial de polic¨ªa en Escocia. "Primero trabaj¨¦ en las lecheras y luego en el levantamiento de cad¨¢veres por muertes violentas. Las muertes sangrientas son espantosas, es asqueroso, todo huele mal. No tiene nada que ver con Agatha Christie, cuando el mayordomo le da con el candelabro y cae una gotita de sangre. Lo que yo he visto es muy diferente, son asesinatos de verdad".
No fue lo ¨²nico que aprendi¨® en la polic¨ªa. "Mi conciencia social se exacerb¨®, me hice m¨¢s radical y m¨¢s de izquierdas. Juzgu¨¦ menos a la gente y llegu¨¦ a sentir empat¨ªa por alg¨²n criminal. No surgen de la nada, son producto de un fallo de la sociedad. Estuve en la polic¨ªa antes de que llegara la se?ora Thatcher y todo fue a peor. La militariz¨®, les dio m¨¢s sueldo y recursos y giraron hacia la derecha. En mi ¨¦poca, en el cuerpo hab¨ªa m¨¢s representaci¨®n de la sociedad real", expone.
Otra constante de las novelas de Russell son la historia, reciente o pasada, y la mitolog¨ªa europeas. Eligi¨® precisamente el apellido de su comisario, Fabel, porque significa f¨¢bula. En Muerte en Hamburgo, los diversos cuerpos de seguridad est¨¢n en ebullici¨®n y desconcertados por no haber descubierto a tiempo la c¨¦lula terrorista que, en un peque?o apartamento de la calle Marienstrasse, preparaban los atentados del 11 de septiembre de 2001. En Resurrecci¨®n, el asesino en serie se dedica a exterminar a quienes traicionaron en los a?os setenta al l¨ªder de un grupo terrorista ecoanarquista mucho m¨¢s extremista que la Baader Meinhof. Relaciona asimismo la mitolog¨ªa vikinga con la del III Reich y no es ajeno a las barbaridades que cometen las mafias ucranias en Europa. El se?or del carnaval es una novela compleja en la que nada ni nadie es lo que parece. Aparte del payaso asesino, convergen en Colonia un comandante ucranio en busca del mafioso n¨²mero uno de su pa¨ªs -un mafioso que pone los pelos de punta con sus refinadas torturas-, la ayudante de Fabel, bul¨ªmica y obsesionada, que tambi¨¦n persigue al mafioso... Y una serie de personajes que intentan controlar su caos interior, como el pat¨®logo forense al que le apetece morder nalgas o la extra?a culturista Andrea. El enredo y el suspense est¨¢n servidos.
Si el escritor brit¨¢nico John Connelly eligi¨® Estados Unidos como escenario de sus novelas, Russell las ha situado en Hamburgo, ciudad puente entre el Este y el Oeste, el Norte y el Sur, una ciudad de la que se declara profundamente enamorado. "Quer¨ªa que transcurrieran fuera de Reino Unido porque yo me siento m¨¢s europeo que brit¨¢nico, algo que no es frecuente en las islas. Quiero llevar a mis compatriotas, a trav¨¦s de mis novelas, fuera de casa, a la Europa continental para que se abran m¨¢s a ella", sostiene.
Lo que no imaginaba Russell es el ¨¦xito que iba a tener en Alemania (adem¨¢s, ha sido traducido a otros 20 idiomas). En Hamburgo ha sido condecorado por la promoci¨®n que ha hecho de la ciudad y de su polic¨ªa. En su reciente encuentro con periodistas en la ciudad alemana visit¨® una comisar¨ªa del barrio de St. Pauli, donde fue recibido como un amigo y dedic¨® un mont¨®n de ejemplares."Mi conciencia social se exacerb¨®, me hice m¨¢s de izquierdas y radical"
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