Tau, rey de una final de campeonato

Era la final de la Copa del Rey de baloncesto, pero el partido fue de campeonato por la igualdad entre los dos contendientes, por el tremendo intercambio de canastas, a cual m¨¢s decisiva, y por el desgaste f¨ªsico y psicol¨®gico que llev¨® consigo una pr¨®rroga que dej¨® fuera de combate a cuatro jugadores. Gan¨® el Tau, que patenta a?o tras a?o su f¨®rmula infalible, la que le dio el triunfo en la ¨²ltima Liga y la que le ha otorgado su sexta Copa en los ¨²ltimos 14 a?os. El Unicaja se lo puso dif¨ªcil hasta decir basta. Pero el vitoriano es un equipo cocido a fuego lento. Posee la receta ganadora, no importa la enorme cantidad de jugadores que vayan desfilando por la entidad. S¨®lo as¨ª se entiende que fuera capaz de sobreponerse a la monumental r¨¦plica del Unicaja. El equipo de M¨¢laga lo tuvo entre la espada y la pared en un tuya-m¨ªa a lo Alfred Hitchcock que dur¨® casi ocho minutos, desde que Welsch volvi¨® a estrechar el marcador, 79-83, hasta que concluy¨® el tiempo extra.

El Tau est¨¢ cocido a fuego lento. Al margen de los jugadores, tiene la receta ganadora

El Unicaja y las trampas t¨¢cticas de A¨ªto se lo pusieron dif¨ªcil hasta decir basta

Sergi Vidal fue otro pe¨®n del que Ivanovic supo extraer oro

El cuadro malague?o incluso fue capaz de reaccionar cuando ca¨ªa por ocho puntos

Ni el mal d¨ªa inicial de Rakocevic, ni la discreta actuaci¨®n de Splitter, ni la eliminaci¨®n del brasile?o ya antes de la pr¨®rroga, ni la del serbio nada m¨¢s dar comienzo, ni la inferioridad en el rebote (ocho capturas m¨¢s del bal¨®n por parte del Unicaja) y en el balance de las p¨¦rdidas y las recuperaciones (cuatro por debajo de las obtenidas por el cuadro andaluz), ni las constantes trampas t¨¢cticas que prepar¨® A¨ªto Garc¨ªa Reneses...

Nada, absolutamente nada, derrumb¨® al Tau. Siempre se mantuvo en pie. Sufri¨®. Incluso lleg¨® a verse sorprendido, con el agua al cuello, cuando empat¨®, 85-85, Gomis a falta tan s¨®lo de 41 segundos para que concluyera el envite o cuando un monumental triple de Haislip volvi¨® a igualar el partido, esta vez 98-98, a 44 segundos del final de la pr¨®rroga.

En ¨²ltima instancia, fue una tonta indecisi¨®n de Archibald, en la ¨²ltima jugada, cuando recibi¨® el bal¨®n en ventaja dentro de la zona y, en vez de lanzar, prefiri¨® doblarlo para Berni Rodr¨ªguez, absolutamente marcado para intentar el triple a la desesperada. Pero ser¨ªa absurdo cargar las tintas sobre Archibald, que se marc¨® un enorme partido, que acab¨® con la mejor valoraci¨®n, esa nota que premia todos los registros de cada jugador. Es preferible ver el lado positivo, el de otro jugador que sac¨® a relucir todo lo que puede llegar a dar de s¨ª. Fue Mickeal, ya espl¨¦ndido durante el encuentro en s¨ª, pero inconmensurable en una pr¨®rroga en la que anot¨® ocho de los 13 puntos del Tau, incluidos los dos ¨²ltimos, los que respondieron, a falta de apenas 20 segundos, al triple firmado por Haislip.

El Unicaja cuaj¨® un partido estupendo. Evit¨® que Rakocevic entrara en ignici¨®n demasiado pronto y cerr¨® por completo a Splitter durante tres cuartas partes de la contienda. Mantuvo una zona en la defensa que, sobre el papel, le evit¨® males mayores ante el potencial en el uno por uno del Tau y jug¨® al gato y el rat¨®n en las transiciones colocando a dos bases a la vez, Cabezas y Gomis o Cook y Gomis.

Pero el Tau se sobrepuso. Logr¨® meter en el partido a Rakocevic y rompi¨® la zona defensiva de su adversario gracias a los obuses desde siete metros de un p¨ªvot bosnio de 2,06 metros de estatura, Mirza Teletovic, que tira como los ¨¢ngeles. El Unicaja se pas¨® casi todo el partido por detr¨¢s en el marcador, pero siempre logr¨® levantarse y especialmente apreciable fue su capacidad de reacci¨®n cuando lleg¨® a situarse ocho puntos por debajo: 69-77.

Sergi Vidal fue otro pe¨®n de los que Dusko Ivanovic extrajo oro. Su irrupci¨®n en la pista sirvi¨® primero para salvar el mal arranque de Rakocevic y despu¨¦s para dar un aceler¨®n importante en la fase decisiva. Sin embargo, fall¨® tres tiros libres que pudieron costar muy caros al Tau. El equipo de Vitoria siempre tuvo un relevo a punto. Cuando no era Rakocevic, era Teletovic; cuando no, Splitter, y as¨ª hasta llegar a Mickeal, que, decidido e infalible, se fue a por el Unicaja y no par¨® hasta que se rompi¨® el c¨¢ntaro.

Fue una enorme final, una de las mejores de las disputadas en los ¨²ltimos a?os. Para bien del baloncesto espa?ol. Y para bien tanto del Unicaja, dign¨ªsimo finalista, como del Tau, coronado al cabo con todos los honores y con patente ya de campe¨®n despu¨¦s de haber enlazado la conquista de la pasada Liga con la de la Supercopa y ahora la de la Copa.

Ivanovic: "Nosotros merecemos esta victoria"