Barra libre para el despido

Nos acercamos a los 3.500.000 parados y todo indica que la sangr¨ªa no se detendr¨¢ en esta escalofriante cifra. En medio de tan desalentador panorama, nuestra clase empresarial, atenta siempre a todo aquello de lo que puede sacar partido, propone sin ning¨²n tipo de rubor el en¨¦simo abaratamiento del despido, para reactivar, afirman, el empleo, una f¨®rmula recurrente que no ha dado ning¨²n resultado.

Dice el refr¨¢n que "a r¨ªo revuelto, ganancia de pescadores", y nadie pesca m¨¢s y mejor en las revueltas aguas de la econom¨ªa espa?ola que nuestra patronal, una patronal que lleva demasiados a?os aprovech¨¢ndose del laissez faire de hecho en materia de contrataci¨®n que impera en nuestro pa¨ªs. No contenta con ello, ahora pide barra libre. Por el momento, el Gobierno aguanta con firmeza las embestidas de unos empresarios que parecen poco dispuestos a arrimar el hombro. Pese a todo, no puedo dejar de preguntarme si el Ejecutivo ser¨¢ capaz de resistir la extraordinaria capacidad de disuasi¨®n de los poderes f¨¢cticos y hacer cumplir, punto por punto, una legislaci¨®n laboral ya de por s¨ª favorable a los intereses de los que m¨¢s tienen. La experiencia no me permite ser demasiado optimista. Aunque espero que la cordura prevalezca y no sean los trabajadores espa?oles quienes paguen los platos rotos de una desregularizaci¨®n salvaje a la que deber¨ªa ponerse coto de una vez por todas.