Clientela
Permitan que siga d¨¢ndoles el pe?azo con Joseph Schumpeter: prometo que es la ¨²ltima vez esta semana. El economista austro-checo pensaba que en los sistemas democr¨¢ticos la gente, o los votantes, o el pueblo, elijan la palabra que prefieran, pintaba bastante poco. Es decir, pensaba que lo del gobierno "del pueblo, por el pueblo y para el pueblo" era una farsa. Qu¨¦ c¨ªnico, dir¨¢n ustedes. Bien, vayamos por partes. Seg¨²n Schumpeter, la pol¨ªtica funciona como cualquier otro mercado: los l¨ªderes compiten entre s¨ª y finalmente se impone uno de ellos. Existen los programas electorales, eso es evidente. Dejemos de lado su grado de cumplimiento: si ustedes quieren discutir sobre el pleno empleo de Zapatero o el crecimiento sostenido de Rajoy y su ni?a, h¨¢ganlo en privado, por favor. El programa es s¨®lo un instrumento para alcanzar el poder, y donde no llega el programa, llega el pacto poselectoral. Si se quiere gobernar, hay que estar a punto para cambiar parte del programa propio por parte del programa ajeno, en especial si el ajeno corresponde a los nacionalistas catalanes y vascos.
Dec¨ªa Schumpeter que la pol¨ªtica funcionaba mejor as¨ª porque el pueblo es sentimentaloide, carece de informaci¨®n y se deja manipular por cualquiera. ?No lo creen? Pues recuerden lo que a mediados de los noventa opinaban el PP y el PSOE sobre Baltasar Garz¨®n, que por entonces se dedicaba a engordar el sumario de los GAL, y comprueben lo que dicen hoy sobre Garz¨®n el PP y el PSOE. En efecto, todo es relativo menos el poder.
?Las elecciones? En la versi¨®n schumpeteriana, son s¨®lo un sistema higi¨¦nico para desprenderse del pol¨ªtico demasiado corrupto o demasiado incompetente. A veces es casi reconfortante mirar a los partidos como empresas en un mercado, porque, aunque sea con chanchullos y falsas promesas, se esfuerzan por contentar a la clientela. Hay empresas que a veces olvidan tomarse esa molestia. Cuatro, la empresa televisiva de PRISA (editora de EL PA?S), va a emitir en abierto la excelente serie Mad men. Y, seg¨²n su p¨¢gina digital, lo har¨¢ a la una de la madrugada. Ni siquiera el PP o el PSOE se atrever¨ªan a pasarse tanto con el consumidor.
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