"Nada pod¨ªa contener el fuego y nada lo contuvo"

Con la mirada puesta en los restos a¨²n humeantes, en la escalera de los bomberos, en las paredes desnudas y ennegrecidas, en los restos de graffiti que a¨²n quedaban en el teatro, los vecinos del barrio de Velluters, en Valencia, expresaban ayer su sorpresa, su tristeza y su miedo. "Nada pod¨ªa contener el fuego y nada lo contuvo, porque el teatro ya no est¨¢", se exclamba Amalia V., una vecina afectada.

Vicent R., de 64 a?os, es vecino de toda la vida de la calle de Murillo. "Este teatro era un gran teatro. Muchas cosas las vimos aqu¨ª. Pasaron desde Antonio Molina a Manolo Escobar. Y la revista, claro". Rafael Gisbert record¨® que en ¨¦l conoci¨® a la que luego fue su mujer. Antonio Gonz¨¢lez y Pedro Chicote hicieron memoria sobre carteles y citas, gentes del glamour de la ¨¦poca que trajeron espect¨¢culo a un teatro que dej¨® que la sala se convirtiera tambi¨¦n en un cine.

Muchos de los vecinos de las calles de Murillo y de Rey Don Jaime se han manifestado durante a?os reivindicado "el Princesa para el barrio". Ayer, salieron de casa con lo puesto, llenos de miedo, convencidos de que la madera con historia que viste sus casas tambi¨¦n ser¨ªa s¨®lo memoria ante la voracidad de las llamas. Dejaron todo. Corrieron mirando s¨®lo que no faltara nadie, especialmente los mayores. "No tenemos ascensor. Una de nuestras vecinas vive sola, tiene 84 a?os y tuvimos que golpear en la puerta durante varios minutos. Est¨¢ un poquito sorda. La angustia fue tremenda. El humo lo invadi¨® todo. Se escuchaban caer partes de la techumbre. ?Todo desapareci¨® en tan poco tiempo!", relat¨® Mar¨ªa Amparo L.