Banqueros con rostro humano
Paradojas del capitalismo con rostro humano. El mismo d¨ªa que Fred Goodwin, ex consejero delegado del Royal Bank of Scotland, declaraba su firme decisi¨®n de cobrar la pensi¨®n vitalicia de 725.833 euros anuales a pesar de las p¨¦rdidas catastr¨®ficas del banco que dirigi¨® -nada menos que 27.274 millones de euros perdi¨® en 2008-, el presidente Obama presumi¨® ante el Congreso de las virtudes de decencia y generosidad que atesora Estados Unidos, plasmadas en el banquero Leonard Abess, que reparti¨® 60 millones de d¨®lares entre 471 empleados despu¨¦s de vender el banco. Tan humano es el rostro de Goodwin como el de Abess. Porque esa desconexi¨®n entre los hechos, vergonzosos en s¨ª mismos -ninguna compa?¨ªa brit¨¢nica hab¨ªa perdido jam¨¢s 27.000 millones de euros- y la responsabilidad que se admite respecto a ellos -lo que vulgarmente se conoce como llamarse a andana o desverg¨¹enza- es un rasgo que los antrop¨®logos se?alan como propiamente humano.
Goodwin es s¨®lo un ejemplo m¨¢s entre otros. Notables directivos de bancos estadounidenses, que contribuyeron con gran dedicaci¨®n y mucha incompetencia a crear el caos financiero que hoy agobia a media humanidad, se retiraron con indemnizaciones millonarias. Ni un adarme de arrepentimiento, ni un cent¨ªmetro c¨²bico de elegancia.
Goodwin desprecia la conciencia elemental de que el gestor de un banco con p¨¦rdidas atroces -fuera de la experiencia conocida- no puede ni debe apuntarse una pensi¨®n vitalicia; no se la ha ganado, diga lo que diga su contrato.
Hay una diferencia entre Goodwin y los directivos c¨®modamente retirados despu¨¦s de hundir la banca: al brit¨¢nico le han pillado. Gordon Brown tiene la oportunidad de escarmentar al resto de los banqueros en la cabeza de Goodwin. El mercado financiero genera y tolera tropel¨ªas, pero al que le sorprenden en un caso as¨ª tiene que pagar la factura.
Lo m¨¢s probable es que Goodwin muestre otro perfil de rostro humano: la faceta de resistente asediado por el poder y que acabe por autodeclararse v¨ªctima. En Espa?a se dan muchos casos as¨ª entre pol¨ªticos.
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