"La clave de la subasta es que todo parezca f¨¢cil"
Llega al caf¨¦ puntual, impecable, tieso, se sienta, se quita la chaqueta azul a?il que le queda como un guante y se derrumba en la mesa sin perder la sonrisa. No disimula que se encuentra cansado. Tampoco que se siente inmensamente feliz y satisfecho. Por las manos de este hombre atildado y orgulloso acaban de pasar 773 millones de euros en obras de arte. Su nombre, Fran?ois de Ricql¨¨s. Su edad, 50 a?os. Su profesi¨®n, subastador y vicepresidente de Christie's en Par¨ªs. Su ¨²ltimo cometido y su consagraci¨®n exitosa: organizar y dirigir la subasta de la colecci¨®n privada de Yves Saint Laurent y Pierre Berg¨¦, celebrada del 23 al 25 de febrero en el Grand Palais de Par¨ªs.
No quiere comer nada. Ni beber. Se conforma con un t¨¦ verde que casi no prueba. Ense?a el mazo negro de madera. Lo agarra de una forma extra?a, por la pesa y no por el mango. As¨ª, de esta manera, con 733 mazazos, desperdig¨® los objetos de arte reunidos a lo largo de toda su vida por el modisto franc¨¦s y su compa?ero y socio. Hubo tres d¨ªas en que medio planeta estuvo pendiente de este hombre y su martillo negro. ?C¨®mo se vive eso desde ah¨ª arriba?
El vicepresidente de Christie's en Par¨ªs acaba de ver pasar 773 millones
"La primera tarde, la de los cuadros de pintura moderna, la de las obras m¨¢s valiosas, estaba a la expectativa. Nadie sab¨ªa c¨®mo iba a reaccionar el mercado con la crisis. Pero despu¨¦s hubo un momento en que pens¨¦: esto marcha. Y la ¨²ltima tarde, dos d¨ªas despu¨¦s, cuando tocaba subastar la arqueolog¨ªa y los muebles de ¨¦poca, todo iba rodado. Iba casi solo. Los compradores ya sab¨ªan que si quer¨ªan llevarse algo de esa colecci¨®n hab¨ªa que gastar dinero. As¨ª que yo iba muy r¨¢pido, clic, clic".
Gesticula mucho para imprimir velocidad a la frase. Tambi¨¦n lo hac¨ªa en la tribuna de la subasta, cuando deb¨ªa dirigir la venta de un lote cuyo precio sub¨ªa, pasmosamente, a raz¨®n de mill¨®n de euros por puja. Con la misma naturalidad con la que ahora se toma (un poco) del t¨¦ verde que ha pedido.
"Todo el mundo dice que mi principal virtud es dar la impresi¨®n de que parece f¨¢cil todo lo que hago", explica. Pero no es f¨¢cil. De hecho, la misma casa Christie's, que lleva rematando lotes desde hace m¨¢s de 300 a?os, tiene clases de subastadores que sirven de entrenamiento. De Ricql¨¨s nunca las necesit¨®. "A los 20 a?os tuve la suerte de acompa?ar, en la tribuna, a los mejores subastadores de Par¨ªs. Ah¨ª lo aprend¨ª todo. Hay mucha gente que no vende mal. Pero es muy dif¨ªcil vender bien", a?ade, sin referirse a s¨ª mismo expresamente pero incluy¨¦ndose en el grupo. De Ricql¨¨s, que conoce a todo el que importa algo en el mundo del arte en Par¨ªs, fue el que convenci¨® a Berg¨¦ para que su colecci¨®n la subastara Christie's.
?Y cu¨¢l es el secreto? "Ser r¨¢pido, pero no mucho; no ser muy teatral y ser natural, pero tampoco mucho", explica.
S¨®lo una pega: el picasso que deb¨ªa de haberse vendido por m¨¢s de 25 millones de euros pero que nadie quiso a ese precio. Sin perder su sonrisa, el vicepresidente de Christie's de Par¨ªs explica que fue Berg¨¦ el que puso el precio. "En los dem¨¢s objetos se fio de nosotros. Con el picasso no, estaba seguro de que se vender¨ªa por mucho m¨¢s de 25 millones de euros. Lo sobrevalor¨®".
La tarde invernal se echa sobre Par¨ªs. De Ricql¨¨s se pone la chaqueta elegant¨ªsima y se dispone a salir del caf¨¦, que queda muy cerca de los Campos El¨ªseos. Antes sentencia: "Saint Laurent y Berg¨¦ eran la personificaci¨®n de lo parisino: cultos y libres".
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