Moralejas electorales del 1-M
1. La rev¨¢lida de Rajoy. Mariano Rajoy ha pasado con sobresaliente la prueba de Galicia (el PP recuper¨® la presidencia de la Xunta, perdida en 2005) y con aprobado el examen del Pa¨ªs Vasco (los populares han bajado dos esca?os respecto a 2005 pero sus 13 diputados tienen la llave para designar lehendakari al socialista Patxi L¨®pez). De a?adidura, el nuevo presidente de la Xunta, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, es hombre de su confianza.
2. Repercusiones para el PSOE y el Gobierno. La p¨¦rdida del Gobierno de Galicia es un severo rev¨¦s para la direcci¨®n federal del PSOE, comprometida hasta el tu¨¦tano en la organizaci¨®n de la campa?a electoral por la ubicua presencia de su vicesecretario general. En el Pa¨ªs Vasco, el partido socialista deber¨¢ elegir entre las dos mayor¨ªas potenciales alternativas existentes en el Parlamento vasco para investir al nuevo lehendakari: o bien presentar la candidatura de Patxi L¨®pez con los votos de PP y UDyP, o bien resignarse a negociar con el PNV. En el Congreso, Zapatero ver¨¢ debilitado el apoyo del BNG tras la derrota de las elecciones gallegas y puede perder el estrat¨¦gico respaldo del grupo del PNV si opta por bendecir la investidura de Patxi L¨®pez en el Parlamento de Vitoria.
Los primeros coletazos de la recesi¨®n han influido en la derrota de PSdeG y BNG
3. Corrupci¨®n. Los efectos del caso Correa, que salpica las comunidades de Madrid y Valencia, gobernadas por el PP, y la dimisi¨®n del cabeza de la lista popular por Ourense, titular de unos fondos escondidos en un para¨ªso fiscal, no parecen haber restado votos a Feij¨®o. En cambio, las publicitadas acusaciones de despilfarro contra el presidente de la Xunta, y de amistades peligrosas contra el vicepresidente, tal vez hayan perjudicado a la coalici¨®n derrotada.
4. La crisis econ¨®mica. Los primeros cimbronazos de la recesi¨®n en las provincias de A Coru?a y Pontevedra seguramente han influido en la derrota del PSdeG y del BNG, bien como protesta contra la pol¨ªtica del Gobierno de Zapatero en Galicia, bien por desconfianza en la capacidad de la Xunta para afrontar esos desaf¨ªos. La gran importancia atribuida durante la campa?a electoral a la experiencia de Ibarretxe como gestor y a la situaci¨®n econ¨®mica del Pa¨ªs Vasco en t¨¦rminos comparativos una vez comenzada la crisis ha permitido al PNV retirar del primer plano la exigencia del refer¨¦ndum sobre la autodeterminaci¨®n.
5. La participaci¨®n no es ideol¨®gica. Los resultados de Galicia han dado la ¨²ltima paletada al entierro de la leyenda seg¨²n la cual una baja participaci¨®n electoral favorece siempre a la derecha, mientras que una gran movilizaci¨®n de votantes da el triunfo a la izquierda. Si la elevada participaci¨®n en la circunscripci¨®n de Madrid en las legislativas del 9-M fue beneficiosa para el PP, ahora ha sucedido lo mismo con el descenso en siete puntos -del 36% al 29%- de la abstenci¨®n con respecto a los comicios de 2005.
6. ?Coalici¨®n o yuxtaposici¨®n? Los Gobiernos de coalici¨®n propiamente dichos son el resultado de alianzas entre partidos suscritas para llevar a cabo un programa com¨²n cuya ejecuci¨®n compartida es confiada de manera solidaria a un presidente y a unos consejeros designados de mutuo acuerdo. As¨ª funcionaron los Gobiernos bipartitos o tripartitos del Pa¨ªs Vasco, encabezados siempre por un presidente del PNV e integrados por consejeros del PNV y del PSE-PSOE (entre 1986 y 1998) o de Eusko Alkartasuna (EA) y Ezker Batua (EB) a partir de 2001. El acuerdo de 2005 entre el PSdeG y BNG dio lugar, en cambio, a un disfuncional Gobierno de yuxtaposici¨®n -con Touri?o y Quintana en la presidencia y la vicepresidencia- que reparti¨® entre socialistas y nacionalistas las ¨¢reas de poder como si fuesen zonas herm¨¦ticas en detrimento de la eficacia.
7. El voto nulo en el Pa¨ªs Vasco. Excluida Batasuna por vez primera en la historia de participar en las elecciones auton¨®micas bajo cualquiera de sus disfraces nominales, el brazo pol¨ªtico de ETA imparti¨® a su clientela la consigna de acudir a los colegios para depositar un voto nulo. Las primeras estimaciones dan la cifra de 101.000 papeletas invalidadas (de ellas casi 48.000 en Guip¨²zcoa), equivalente al 8,8% de los sufragios emitidos; la referencia son los 150.000 votos y nueve diputados legalmente obtenidos por EHAK -otra bandera de conveniencia de Batasuna- en las auton¨®micas de 2005. Ese 8,8% ocupa el cuarto lugar en la lista de resultados del 1-M, detr¨¢s del PNV (38,5%), PSE-PSOE (30,7%) y PP (14,1%), pero antes de Aralar (6,1%), EA (3,7%), EB (3,5%) y UPyD (2,1%). La simulaci¨®n para transformar el 8,8% de votos nulos en esca?os publicada ayer por EL PA?S arroja como resultado siete diputados; en este supuesto imaginario, los esca?os nacionalistas habr¨ªan tenido una mayor¨ªa absoluta de 40 esca?os en el Parlamento de Vitoria.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.