La pel¨ªcula que no pudo ser
La Virreina exhibe el intento fallido de rodar la novela p¨®stuma de Rodoreda
Es la historia del fracaso de un proyecto cinematogr¨¢fico basado en una novela inacabada que habla de un pueblo inexistente, pero pocas veces el lector de Merc¨¨ Rodoreda y el seguidor del personal cine de Agust¨ª Villaronga podr¨¢n sumergirse tanto en la obra de estos dos creadores como visitando la exposici¨®n inaugurada en el Espai Xavier Miserachs del Palau de la Virreina La mort i la primavera. Rodoreda per Villaronga, con documentos y materiales de la preproducci¨®n de la pel¨ªcula que el director quiso hacer sobre la obra p¨®stuma de Rodoreda. La exposici¨®n es el ¨²ltimo acto incluido dentro del A?o Rodoreda y estar¨¢ abierta hasta el 3 de mayo.
A Rodoreda la falta de salud producida por un c¨¢ncer le impidi¨® terminar su ¨²ltima novela, La mort i la primavera, en la que trabaj¨® de forma intensa e intermitente en los ¨²ltimos a?os de su vida. A Villaronga la falta de dinero le impidi¨® en 1991 llevar a la gran pantalla una pel¨ªcula ambiciosa, con participaci¨®n internacional, basada en el universo creado por esta autora, cuando s¨®lo faltaban dos semanas para empezar el rodaje. Han pasado dos d¨¦cadas y Villaronga, tras permanecer cinco a?os apartado de la direcci¨®n, ha llevado a la pantalla media docena de nuevos proyectos, El pasajero clandestino, El ni?o de la luna y El mar entre ellos, y prepara nueva pel¨ªcula, Pa negre, basada en la obra de Emili Teixidor. Pero en la presentaci¨®n de la exposici¨®n el director mallorqu¨ªn confesaba estar "impresionado y emocionado" al reencontrarse "con el mundo misterioso e ins¨®lito de Rodoreda".
Cuando faltaban dos semanas para comenzar el rodaje fall¨® la financiaci¨®n
La autora narr¨® en esta novela la historia de un pueblo extra?o y primitivo que viv¨ªa junto a un r¨ªo, un pueblo en el que llenaban la boca de los hombres de cemento para que sus almas no escapasen cuando eran enterrados dentro de los troncos de los ¨¢rboles. Un pueblo que, una vez al a?o, arrojaba al r¨ªo a un hombre para asegurarse que el agua furiosa no minara los fundamentos de las casas. Un lugar perdido en el tiempo y en el espacio donde la vida fluye hacia la muerte y la muerte hacia la primavera. Ella lo invent¨® y Villaronga, buscando un planteamiento antropol¨®gico, se inspir¨® en los trabajos de "Robert Flaherty, de Murnay o incluso en ?Qu¨¦ viva M¨¦xico!, de Eisenstein, para filmar, a modo de documental en blanco y negro, la historia tr¨¢gica de este pueblo", seg¨²n explica el mismo cineasta.
El montaje creado por Arnau Pons para la exposici¨®n tiene mucho de antropolog¨ªa. En tres ¨¢mbitos creados como si fuera un bosque con cuevas, se pueden escuchar fragmentos de la m¨²sica de la banda sonora, con percusiones primitivas y p¨¢jaros creada por Lisa Gerrad, autora de la m¨²sica de Gladiator, y ver el gui¨®n de la pel¨ªcula, el story board ilustrado realizado por Aina Bonner; im¨¢genes de las localizaciones en Sort, donde se construy¨® el poblado; los bocetos de trajes, herramientas y utensilios que los personajes inventados por Rodoreda utilizar¨ªan en las im¨¢genes creadas por Villaronga, y la correspondencia que se gener¨® hasta que en marzo de 1991 la productora Teresa Enrich anuncia que Alemania y Francia retiraban su apoyo financiero y gran parte de los 440 millones que costaba la pel¨ªcula, y se pregunta si no habr¨ªa que replantearse la producci¨®n. Despu¨¦s vendr¨ªa el abandono de la actriz principal, Victoria Abril, para realizar otros proyectos.
Junto a todo este material se han recreado en vitrinas muchas de las piezas que utilizar¨ªan los habitantes de esta sociedad imaginada, a partir de los dibujos elaborados por Villaronga, como si el director hubiera podido realizar un estudio de campo y convivir de forma real con ellos para documentarse.
A Villaronga la lectura de la novela le impresion¨®, tras recomend¨¢rsela su amigo Cesc Gelabert, y quiso realizar una recreaci¨®n. Veinte a?os despu¨¦s, reconoce que ha movido hilos para retomar el proyecto, pero que de hacerse tendr¨ªa que empezarse de cero. Ahora conf¨ªa en que la exposici¨®n puede ser un buen punto de arranque para emprender este proyecto inacabado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.