El casco antiguo de Valencia se rompe a pedazos

Tienen un efecto faja, es decir, evitar que caiga aquello que debe estar en su sitio, pero no van por dentro para que no se vean, sino todo lo contrario. El casco antiguo de Valencia est¨¢ repleto de edificios viejos que necesitan trabajos de rehabilitaci¨®n, sin embargo, en muchos de ellos no se ve ni un ¨¢pice de actividad, s¨®lo mallas verdes a modo de colgaduras que evitan posibles accidentes por desprendimientos de las fachadas, por una parte, y una importante inversi¨®n de los propietarios, por otra.

M¨¢s de medio centenar de casas y fincas del barrio del Carmen piden a gritos un lavado de cara. Basta con levantar la cabeza para ver las telas verdes enganchadas con abrazaderas de arriba abajo. Sin embargo, el proceso a seguir para optar a alguna de las subvenciones que ofrecen la Generalitat, el ministerio o el Ayuntamiento de Valencia es arduo y lento, aunque no obligatorio. "Es el inconveniente de vivir en el caso antiguo", afirman desde la Oficina de Rehabilitaci¨®n Integral.

El proceso para optar a las subvenciones es arduo y lento

Seg¨²n la Consejer¨ªa de Infraestructuras, las ayudas econ¨®micas que brindan a los propietarios equivalen a un 60% del presupuesto presentado, pero nunca superar¨¢ los 1.500 euros por vivienda. Esto significa un desembolso importante para los due?os de las casas, que cobrar¨¢n las ayudas m¨¢s o menos un a?o despu¨¦s de que la obra est¨¦ acabada y pagada. La cantidad presupuestada para los pr¨®ximos cuatro a?os todav¨ªa se desconoce.

Algunos vecinos se contentan con colocar la malla que el Ayuntamiento les obliga a poner, a trav¨¦s de una orden de ejecuci¨®n, tras haber recibido alguna denuncia por parte de la polic¨ªa, de los bomberos, o de cualquier ciudadano. Adem¨¢s, este mandato suele ir normalmente acompa?ado de otras medidas precautorias como la presentaci¨®n de un informe de un arquitecto que explique el estado del edificio, o directamente la necesidad de iniciar las obras porque puede suponer un peligro para la sociedad. Si el propietario decide ignorar las advertencias del Ayuntamiento, la lona de seguridad puede quedarse, como est¨¢ sucediendo, instalada durante a?os, ya que las multas coercitivas que le ponga el consistorio pueden recurrirse, por lo que el proceso se alarga en el tiempo. Por otra parte, si la vivienda est¨¢ abandonada, el consistorio debe arreglar la fachada, pero los costes ser¨¢n para el propietario.

Otros, sin embargo, se han encontrado la malla por sorpresa, como Greta. "Me la colgaron, como a muchos vecinos del barrio del Carmen, cuando fue la visita del Papa para apa?ar un poco la ciudad. Aun as¨ª, las administraciones no tienen un proyecto serio de rehabilitaci¨®n", afirm¨®.