Palabras como ca?onazos
El derby de ayer puso de manifiesto, adem¨¢s de otras cosas obvias, la clamorosa incidencia del lenguaje futbol¨ªstico en la vida social y pol¨ªtica. Lo que est¨¢ pasando ahora en la Comunidad de Madrid parece un encuentro de balompi¨¦ bronco y aburrido. El partido es un muermo, s¨ª, pero todo el mundo est¨¢ expectante por el resultado.
Se han mostrado numerosas cartulinas amarillas y varias tarjetas rojas que han expulsado del campo a alcaldes, consejeros, asesores varios y personas de presunta catadura sospechosa. El ¨¢rbitro y los jueces de l¨ªnea son insultados y vilipendiados en todo momento por cierto sector del respetable. Los jugadores reciben desde las gradas disparos verbales, palabras como ca?onazos, imprecaciones como obuses, lindezas como fusiles. Los hinchas de uno y otro equipo piden cabezas.
As¨ª las cosas, el espect¨¢culo est¨¢ plagado de jugadas de tosca factura, desmarques, ataques err¨¢ticos, miedo esc¨¦nico, regates asilvestrados, zancadillas, agarrones, encontronazos, tanganas, faltas dentro y fuera del ¨¢rea, balones fuera. Ser¨ªa interesante conocer lo que se dice en los vestuarios y qu¨¦ tacos profieren los entrenadores. Para algunos, la internada de Garz¨®n en la meta es un golazo que dej¨® patidifuso al cancerbero. Para otros, nulo, una especie de gol fantasma. Muchos piensan que es un gol normal ejecutado escrupulosamente conforme a las reglas de juego; el ariete cumpli¨® con su deber, sin m¨¢s. Es evidente que uno de los equipos necesita un bal¨®n de ox¨ªgeno para no verse obligados a colgar las botas.
La palabra "balompi¨¦" es uno de los vocablos humillados y ofendidos por el pueblo. Balompi¨¦ se llam¨® oficialmente al f¨²tbol en los a?os veinte, pero enseguida fue siendo orillado por el t¨¦rmino ingl¨¦s, que se impuso en todo el mundo y en todas las lenguas. Ahora "balompi¨¦" es una palabra empolvada en un rinc¨®n del museo del diccionario.
El f¨²tbol trae broncas con bastante frecuencia. Por eso el balompi¨¦ femenino no ha acabado de calar en ninguna parte, por delicadeza. Hoy hace ya 99 a?os que se autoriz¨® en Espa?a a las mujeres a realizar estudios superiores. De entonces ac¨¢, a esta naci¨®n no la conoce ni la madre que la pari¨®, para bien, por supuesto.
Si con el f¨²tbol hubiera sucedido lo mismo, a lo mejor todo eran ligas femeninas apasionantes en la actualidad. Nos iban a colar todav¨ªa m¨¢s goles ling¨¹¨ªsticos de los que nos han metido en los ¨²ltimos a?os algunas se?oras aguerridas y desde?osas con la gram¨¢tica. Hay palabras que hieren al diccionario.
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