La banca p¨²blica en tiempos de c¨®lera
Econom¨ªa busca un nuevo modelo en plena crisis financiera
En estos tiempos de turbulencias financieras, con intervenciones, inyecciones de capital, nacionalizaci¨®n de entidades y dificultades de financiaci¨®n de las empresas, ha vuelto a planear la figura de la banca p¨²blica en Espa?a. Se han sucedido pronunciamientos y debates sobre el papel que debe jugar en la crisis y ha habido voces cualificadas dentro de las filas parlamentarias (y no parlamentarias) del PSOE que han reclamado un papel m¨¢s activo del Estado, llegando incluso a reclamar su reactivaci¨®n.
A estas alturas, la idea de resucitar los antiguos bancos de cr¨¦dito estatales (Banco de Cr¨¦dito Industrial, Banco de Cr¨¦dito Local, Banco de Cr¨¦dito Agr¨ªcola y Banco Hipotecario, entre otros) est¨¢ totalmente descartada con sus caracter¨ªsticas anteriores. Aquel modelo de banca, que fue privatizada dentro de Argentaria por el Gobierno socialista de Felipe Gonz¨¢lez bajo la direcci¨®n de Francisco Luz¨®n, y de los que s¨®lo qued¨® el Instituto de Cr¨¦dito Oficial (ICO) como una agencia estatal, se considera algo periclitado y fuera de lugar que, entre otras cosas, costar¨ªa mucho volver a poner en marcha.
Pero el debate -los banqueros no han dejado de hablar del ICO en sus reuniones mantenidas con el Gobierno- ha tomado cuerpo y aterrizado en el Ministerio de Econom¨ªa, donde el titular, Pedro Solbes, y el secretario de Estado, David Vegara, han mantenido reuniones con expertos y banqueros para sondear su opini¨®n y estudiar todas las posibilidades, entre ellos, con el citado Luz¨®n. El hoy consejero y director general del
Banco Santander se muestra partidario de reforzar la capacidad financiera del ICO en el sentido de contar con fuertes l¨ªneas de financiaci¨®n de grandes sectores. Es decir, un funcionamiento similar al de los bancos de inversi¨®n con un personal muy cualificado y trabajando como complemento de la banca privada. El mejor modelo es la entidad estatal brasile?a BNDS, quiz¨¢ porque no tiene las limitaciones de ayudas p¨²blicas que tienen los pa¨ªses de la UE.
En esas directrices parece enmarcarse el dise?o del que habla el presidente del organismo, Aurelio Mart¨ªnez, cuando dice que el papel del ICO se debe centrar en lo que llama banca de segundo escal¨®n, es decir, en la que se dise?a un producto, se publicita y cuenta con la colaboraci¨®n, o la complicidad, de las entidades financieras para distribuirlo. En definitiva, ponerse a disposici¨®n de la banca.
Tambi¨¦n hay otros puntos de vista no necesariamente contrarios al anterior, pero s¨ª complementarios. El problema no es tener banca p¨²blica, sino tener instrumentos eficientes para hacer frente a problemas de financiaci¨®n, como suele apuntar desde su condici¨®n de experto Julio Rodr¨ªguez, quien fuera presidente del Banco Hipotecario. Bajo esa pr¨¦dica se considera que el Estado tiene las armas precisas a trav¨¦s de los diferentes organismos con responsabilidad de cobertura financiera, entre los que est¨¢n el citado ICO; el Consorcio de Seguros, en el campo de las aseguradoras; el Instituto de Comercio Exterior (Icex), que se centra en la exportaci¨®n, o la Compa?¨ªa Espa?ola de Reafianzamiento (Cersa), que centra su actividad en dar cobertura al riesgo asumido por las Sociedades de Garant¨ªa Rec¨ªproca (SGR) con las pymes.
Y lo prioritario, seg¨²n las primeras conclusiones que se manejan, es la coordinaci¨®n de esos organismos a trav¨¦s de una comisi¨®n interministerial o algo de hechura similar que sirva de vasos comunicantes, que tradicionalmente ha faltado entre ellos. Evidentemente, esta soluci¨®n va m¨¢s all¨¢ del papel que juega el ICO, que se ha convertido, probablemente sin querer, en un arma pol¨ªtica del Gobierno para solucionar los problemas de financiaci¨®n.
El vigor que ha alcanzado la banca p¨²blica y el papel del Estado proviene de los procesos de recapitalizaci¨®n de bancos por parte de algunos Gobiernos como el Reino Unido, Islandia, Holanda e incluso EE UU. El problema que se cierne con estas intervenciones es que, como dijo Luz¨®n el mi¨¦rcoles en una intervenci¨®n en la Universidad de Deusto, "corrompa la competencia y genere asimetr¨ªas regulatorias con los accionistas privados". Y lo que ser¨ªa peor, "hay que evitar que se aproveche la presencia temporal del Estado para cumplir objetivos parabancarios o si se usa la crisis para recrear una permanente banca p¨²blica". -
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