Pisos nuevos como viejos

No parece justo que el Ayuntamiento entregue una promoci¨®n p¨²blica sin acabar. Ni que un a?o despu¨¦s tenga grietas, humedades, las barandillas rotas, los interruptores intercambiados, los suelos de cemento, las bajantes taponadas. Es casi imposible que alguien dise?e un edificio tan mal y lo construya casi peor. Un trabajo realizado por 12 millones de euros de dinero p¨²blico. Cuando los vecinos lo cuentan por tel¨¦fono, da la impresi¨®n de que exageran un poco. Pero un breve tour por la promoci¨®n p¨²blica de Pradolongo, donde viven unos 140 agraciados desde hace un a?o, demuestra que sus inquilinos se quedaban cortos en la enumeraci¨®n de calamidades.

Un cartel en la porter¨ªa se?ala la puerta por donde se accede al "Garage". As¨ª, con "g", en los tres edificios de la promoci¨®n. Pero la errata es lo de menos. La porter¨ªa es una pecera de cristal sujetada s¨®lo por hilillos de silicona. El suelo no tiene baldosas. Es puro cemento. Como las columnas y los acabados, que dan la sensaci¨®n de estar en un aparcamiento de hipermercado.

En el edificio hay bajantes taponadas, barandillas rotas, suelos sin baldosas...

"Los que han dado las casas nunca vivir¨ªan en ellas", dice el PSOE

La entrada de este templo del hormig¨®n y el remate mal acabado est¨¢ en obras. La anterior constructora, Prasi, quebr¨®. Y seg¨²n cuentan los vecinos, los operarios, como no cobraban, taponaron las bajantes. Las aguas fecales no tardaron en cubrir los primeros pisos. Para solucionarlo, una subcontrata est¨¢ ahora haciendo bajantes nuevas por el exterior de los pilares de hormig¨®n. Los tubos de pl¨¢stico recorren el techo. Han tenido incluso que recortar parte del cristal del portal para hacer las conducciones. Una aut¨¦ntica chapuza que deja entrar el aire fr¨ªo al edificio y que invita a cualquier amigo de lo ajeno a visitar los pisos.

Y si lo hace, lo tiene f¨¢cil para entrar en las viviendas. Porque a quien las dise?¨® se le ocurri¨® que las puertas de cada domicilio, que por cierto no cierran bien, fueran tambi¨¦n de cristal y aluminio. Un prodigio de seguridad. La mitad de los vecinos las han tenido que cambiar y pagar de su bolsillo, algo que, al menos, impidiera la entrada de los ladrones. "La m¨ªa la cambi¨¦ yo. Era tan d¨¦bil que la desmont¨¦ con una barra de u?as", explica Fernando, uno de los afectados.

Los pasillos dan miedo. Mal iluminados y con puertas de emergencia a un lado y otro. Los interruptores activan luces que est¨¢n en el lado opuesto de donde te encuentras. En algunos extremos, el pasillo termina y hay un salto de unos tres metros al piso de abajo con la ¨²nica barrera de un peque?o cristal sujetado con silicona.

Hay m¨¢s trampas. Ser¨ªa f¨¢cil desplomarse desde 15 metros de altura al ir a comprobar los contadores del gas. En cada uno de los cuartos hay un hueco junto a los ascensores. No hay luz ni ninguna barandilla. S¨®lo el agujero negro que espera, cuesti¨®n de suerte, la tragedia.

"La promoci¨®n ten¨ªa problemas estructurales, sobre todo en las bajantes y en la permeabilizaci¨®n de la terraza. Se entreg¨® as¨ª porque aparentemente alguien certific¨® la obra y dijo que estaba bien. Otros problemas han surgido luego", admite Juan Jos¨¦ de Gracia, consejero delegado de la EMVS, que insiste en que se est¨¢n intentando solucionar todos los problemas que han surgido, en los que ya se han tenido que invertir m¨¢s de un mill¨®n de euros.

La lista sigue. Interfonos sin codificar, barandillas rotas, grietas en las paredes, agujeros como desag¨¹es en los trasteros, paredes abombadas. Quiz¨¢ que el edificio fuera feo y antifuncional ser¨ªa en este escenario lo de menos. Pero tambi¨¦n lo es. Y mucho. "La EMVS tiene mucho que explicar. No se entiende que se gaste m¨¢s de 12 millones de euros en construir unas promociones que est¨¢n en estado deficiente. Incluso hay adjudicatarios que han renunciado a vivir ah¨ª. No es de recibo que los responsables pol¨ªticos entreguen viviendas donde ellos seguro que no vivir¨ªan", critica Pedro S¨¢nchez, concejal del PSOE responsable de Urbanismo. Los vecinos miran con envidia una promoci¨®n, tambi¨¦n de la EMVS, pegada a la suya. No es gran cosa. Es m¨¢s bien fea y sencilla. Pero, al menos, dicen ellos, los suelos tienen baldosas.