Un timo que acab¨® en secuestro
La polic¨ªa detiene a dos estafadores que fueron retenidos por las personas a las que pretend¨ªan enga?ar
Primero intentaron una estafa. Despu¨¦s acabaron secuestrados por las personas a las que iban a timar. Y cuando los soltaron la libertad les dur¨® poco: lleg¨® la polic¨ªa y los detuvo.
Es la historia de dos cameruneses que pretend¨ªan enga?ar a cuatro marroqu¨ªes y una espa?ola con el timo de los billetes tintados y acabaron secuestrados, golpeados y finalmente arrestados por la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Polic¨ªa Nacional. Los secuestradores tambi¨¦n se llevaron su parte y han acabado tras las rejas.
La investigaci¨®n de tan rocambolesca peripecia empez¨® el 7 de marzo con la denuncia de la esposa de uno de los ciudadanos de Camer¨²n en la comisar¨ªa de Fuenlabrada (193.000 habitantes). La mujer cont¨® que su marido hab¨ªa salido hacia Le¨®n para una "reuni¨®n de negocios" y que m¨¢s tarde hab¨ªa recibido una llamada en la que le dec¨ªan que su esposo estaba secuestrado y que deb¨ªa pagar 100.000 euros de rescate. El hombre que la llam¨®, de acento marroqu¨ª seg¨²n ella, le orden¨® que se desplazara con el dinero a Le¨®n. Para verificar sus amenazas, el secuestrador le pas¨® el tel¨¦fono a su marido, quien le pidi¨® que pagara el rescate porque, si no lo hac¨ªa, lo iban a matar.
Los defraudadores arrestados ten¨ªan antecedentes por el mismo delito
En realidad, el negocio al que se refer¨ªa la mujer era el timo de los billetes tintados, una estafa en la que se intenta enga?ar a los primos ofreci¨¦ndoles comprar billetes sacados de un pa¨ªs de ?frica que supuestamente han sido oscurecidos con un proceso qu¨ªmico y necesitan de otros l¨ªquidos para volver a su estado normal. Obviamente, los supuestos billetes no son m¨¢s que hojas de papel pintadas.
No era la primera vez que los cameruneses comet¨ªan este tipo de estafa, pues ya hab¨ªan sido arrestados en tres ocasiones anteriores por el mismo motivo. Seraf¨ªn Castro, comisario jefe de la UDEV, asegur¨® que el secuestro fue una venganza: "Pretendieron estafar a los marroqu¨ªes, pero ¨¦stos se dieron cuenta del enga?o cuando ya les hab¨ªan dado el dinero, aunque no sabemos qu¨¦ cantidad".
Con los datos facilitados por la mujer del camerun¨¦s la polic¨ªa lleg¨® a un hotel de Le¨®n, en el que encontraron a un tercer camerun¨¦s, que les confirm¨® que sus dos compatriotas estaban retenidos. Los polic¨ªas localizaron el veh¨ªculo utilizado para secuestrar a los estafadores y lograron detener a uno de los marroqu¨ªes que lo ocupaba en el momento del hallazgo.
Cuando los secuestradores se enteraron de que su socio hab¨ªa sido detenido, liberaron a los cameruneses, a los que hab¨ªan retenido durante dos d¨ªas. Pero antes de soltarles les golpearon repetidamente.
Una vez libre, el camerun¨¦s que se hab¨ªa comunicado con su esposa la llam¨® y le dijo d¨®nde estaba. En el lugar se present¨® la polic¨ªa y, despu¨¦s de interrogar a los reci¨¦n liberados, los arrest¨® por estafa.
Despu¨¦s, con las indicaciones de los timadores, los agentes llegaron a un bar-hostal, donde detuvieron a los secuestradores, tres marroqu¨ªes y a una espa?ola. Tambi¨¦n encontraron una pistola falsa, las pertenencias de los secuestrados y una maleta con cartulinas blancas que simulaban ser billetes tintados.
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