Un gran magnate
Un documental recupera la figura de Horacio Echevarrieta
"A caballo entre el espionaje, la intriga pol¨ªtica y las altas finanzas internacionales, esta aventura hist¨®rica revela la alianza estrat¨¦gica que en los a?os 20 permiti¨® a Espa?a y Alemania desarrollar, en contra de todos los tratados internacionales, la m¨¢s sofisticada tecnolog¨ªa armament¨ªstica del momento. Antes de que el tel¨®n cayera sobre el tiempo de los magnates y los esp¨ªas, dos hombres supieron manejar aquella trama y crearse una leyenda". ?sta es la sinopsis del nuevo documental que la productora malague?a MLK Producciones pretende estrenar antes de fin de a?o en varias televisiones europeas. Su director y coproductor, Jos¨¦ Antonio Hergueta, est¨¢ fascinado por haber tenido la suerte de toparse, mientras investigaba para otro trabajo, con la figura de Horacio Echevarrieta (1870-1963), un personaje clave en la Espa?a y la Europa de principios del siglo XX y que ahora yace en el olvido.
El empresario vasco de principios del siglo XX fund¨® Iberdrola e Iberia
Negoci¨® la liberaci¨®n de las tropas espa?olas tras el Desastre de Annual
"Echevarrieta es comparable en muchos sentidos con el magnate norteamericano William Randolph Hearst, que tan bien retrat¨® Orson Welles en su c¨¦lebre Ciudadano Kane", indica Hergueta, que comienza el pr¨®ximo mes el rodaje de este documental coproducido junto a productoras holandesas, alemanas y vascas.
Su t¨ªtulo: El ¨²ltimo magnate. "Es que nos dej¨® alucinados el personaje. Fue la figura del momento en Espa?a, el m¨¢s famoso, el m¨¢s rico; un pionero y un innovador... Es sorprendente que ahora ni en el Pa¨ªs Vasco se recuerde quien fue", a?ade el director.
Y es que la etiqueta de magnate se queda corta para definir a Horacio Echevarrieta, exponente de esa clase empresarial vasca que surgi¨® en las primeras d¨¦cadas de siglo XX. Miembro de la burgues¨ªa bilba¨ªna de Neguri, hered¨® a la muerte de su padre una comunidad de bienes, Echevarrieta y Larrinaga, fundada en 1882 y dedicada inicialmente a la explotaci¨®n de minas de hierro y, poco m¨¢s tarde, tambi¨¦n a la especulaci¨®n en solares del ensanche de Bilbao, la Gran V¨ªa de Madrid o el Metropolitano de Barcelona.
Ampli¨® el negocio familiar diversificando inversiones en sectores como el el¨¦ctrico, el inmobiliario -fue due?o de la Finca de la Concepci¨®n en M¨¢laga- y la construcci¨®n naval e incluso ejerci¨® como diputado por Bilbao en las Cortes por el partido Radical Republicano entre 1914 y 1917. "Reprodujo, adem¨¢s, las excentricidades de los magnates de la ¨¦poca, al disponer de varias mansiones, colecciones de arte, coches de lujo o yates que lucir en el Cant¨¢brico", resalta Hergueta. En uno de esos veleros alcanz¨® las m¨¢ximas cotas de popularidad, ocupando la primera plana de muchos peri¨®dicos nacionales, al negociar desde ¨¦l, en la bah¨ªa de Alhucemas, la liberaci¨®n de los soldados espa?oles que el caudillo rife?o Abd-el-Krim hab¨ªa tomado tras el llamado Desastre de Annual. El pago de los cinco millones de pesetas de su bolsillo le granje¨® la amistad del rey Alfonso XIII y del dictador Manuel Primo de Rivera y le enfrent¨® a amigos de ideario republicano como Indalecio Prieto, que le adquiri¨® el diario El Imparcial, del que era due?o, o Alejandro Lerroux, entre otros.
El documental se centra en los negocios que, entre 1924 y 1929, estableci¨® con la Alemania de Weimar y gracias a los cuales desarroll¨® en Espa?a la m¨¢s sofisticada tecnolog¨ªa de la ¨¦poca. "No pretende ser una biograf¨ªa, algo que quiz¨¢ haremos en una ficci¨®n, ya que es comparable a Hearst o Howard Hughes. Lo que nos interesa es la originalidad y ambig¨¹edad del personaje, sus logros, pues fue fundador de Iberdrola, Iberia o due?o de los astilleros de C¨¢diz, entre otras muchas empresas, y c¨®mo sucumbi¨® ante el mundo cambiante que ¨¦l mismo hab¨ªa so?ado", apunta el director.
Junto a Echevarrieta aparece otra figura sin duda apasionante: el esp¨ªa alem¨¢n Wilhem Canaris, con quien el magnate vasco desarroll¨® la que iba a ser su m¨¢xima obra: el submarino E-1.
H¨¦roe de la Gran Guerra, Canaris estaba destinado a Espa?a, donde pronto se introdujo en los c¨ªrculos de poder. El marino alem¨¢n ten¨ªa como misi¨®n rearmar a Alemania con vistas a una nueva guerra. Consigui¨® para Echevarrieta -ya due?o de los astilleros Vea-Murgu¨ªa de C¨¢diz, donde tambi¨¦n construy¨® el Juan Sebasti¨¢n Elcano- el favor del Deutsche Bank, lo que propici¨® la construcci¨®n del submarino E-1, una virguer¨ªa de la ingenier¨ªa de la ¨¦poca que, a la postre, llevar¨ªa a Echevarrieta a la ruina ya que ning¨²n gobierno se plante¨® la adquisici¨®n del E-1. Traicionado por los gobernantes y arruinado, Echevarrieta pas¨® por la c¨¢rcel tras una serie de encontronazos pol¨ªticos. Tras la Guerra Civil, el franquismo lo relega a¨²n m¨¢s. Una explosi¨®n acaba en 1947 con su astillero gaditano, el ¨²ltimo gran negocio de lo que fue su imperio. Hasta su muerte en 1963, el gran magnate cae en el olvido. Menos fortuna tuvo su compa?ero de aventuras Wilhem Canaris, que fue fusilado poco antes de que finalizase la II Guerra Mundial acusado de conspirar para derrocar a Hitler y de pactar con Gran Breta?a. Dos personajes ¨²nicos de una singular ¨¦poca.
Pionero de la aviaci¨®n
El industrial vasco Horacio Echevarrieta fue tambi¨¦n el impulsor de la aviaci¨®n comercial en Espa?a. El 28 de junio de 1927 se constitu¨ªa Iberia, Compa?¨ªa A¨¦rea de Transportes, con Echevarrieta como due?o de la mayor¨ªa del capital y un socio tecnol¨®gico alem¨¢n, Lufthansa, con el 24%. El objetivo principal era el transporte de correo entre Barcelona y Madrid, aunque pronto diversific¨® el negocio abriendo l¨ªneas de pasajeros, principalmente con el norte de ?frica.
El 14 de diciembre de 1927, el rey Alfonso XIII presidi¨® en el aer¨®dromo madrile?o de Cuatro Vientos -junto a Echevarrieta y al director de la compa?¨ªa, Daniel de Araoz- el primer vuelo de Iberia, y por tanto, de la aviaci¨®n comercial en Espa?a. Los primeros aviones que tuvo Iberia, los Rorhbach Roland, volaban a 200 kil¨®metros por hora. Al cabo del primer a?o, 4.000 viajeros hab¨ªan utilizado los vuelos de la compa?¨ªa. El precio del billete era 163 pesetas por trayecto, casi un euro.
Pero este logro empresarial de Echevarrieta, como sus otros negocios, tambi¨¦n se fue al traste debido a sus enfrentamientos pol¨ªticos. En 1944, Iberia era nacionalizada por Franco.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.