Traspasando l¨ªneas rojas
El jueves 12 dije en el Pleno de Les Corts que, ante la falta de explicaciones y la cantidad de indicios existentes, tengo la convicci¨®n personal de que el President Camps es, adem¨¢s de pol¨ªticamente responsable, tambi¨¦n penalmente responsable de los hechos que relata el ya c¨¦lebre auto judicial de 5 de marzo. La exagerada reacci¨®n del PP y de sus corifeos medi¨¢ticos resulta muy reveladora de lo que est¨¢ pasando.
Los diferentes autos que ha ido haciendo p¨²blicos el juzgado de Garz¨®n, ponen de manifiesto la existencia de una trama organizada para obtener beneficios a partir de decisiones de responsables p¨²blicos. El relato no s¨®lo resulta veros¨ªmil sino que viene avalado por las denuncias de ex cargos p¨²blicos del PP, por actuaciones de la Unidad de Delitos Econ¨®micos de la Polic¨ªa, por los informes de la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n (fiscal nombrado durante el Gobierno Aznar) y por las diligencias del propio juez Garz¨®n, a quien correspondi¨® el asunto por turno de reparto.
"Tengo la convicci¨®n de que de los hechos se derivan responsabilidades pol¨ªticas y penales"
La parte valenciana de la trama empieza a funcionar con la llegada de ?lvaro P¨¦rez y la constituci¨®n de Orange Market en julio de 2003, en Valencia. La fecha coincide con el acceso a la Presidencia de la Generalitat de Francisco Camps. ?Qu¨¦ casualidad! A partir de ese momento, esta empresa que s¨®lo cuenta con 5 empleados, obtiene todo tipo de contratos con varias conseller¨ªes y con diferentes empresas p¨²blicas o semip¨²blicas para actos tan diversos como la salida de la Volvo Ocean Race, la F¨®rmula 1 o actividades de la Feria de Valencia. Algunos, simplemente bochornosos, como el negociado con Vaersa. No nos olvidamos de todos los actos p¨²blicos que organiza, simult¨¢neamente, para el Partido Popular. Con 5 empleados no se pueden hacer tantas cosas, lo que obliga a pensar que Orange Market s¨®lo contrataba mientras que los trabajos los hac¨ªan otros. Alguna informaci¨®n hemos le¨ªdo al respecto. El problema es que, para los contratos p¨²blicos, la ley proh¨ªbe esos vol¨²menes de subcontrataci¨®n y adem¨¢s establece unos requisitos que han de documentarse, algo que dudamos que se haya hecho. No es dif¨ªcil llegar a la conclusi¨®n de que Orange Market es s¨®lo una agencia de conseguir contratos p¨²blicos, no de ejecutarlos, lo que es tanto como decir que es una agencia de obtener comisiones por intermediaci¨®n.
Se me olvidaba decir que el responsable de Orange Market, ?lvaro P¨¦rez, El Bigotes, es tan amigo de Francisco Camps como para invitarle a su boda, a la que asisti¨® y al bautizo de su hija, al que no asisti¨®. Tal vez porque ¨¦ste se celebr¨® pocos d¨ªas despu¨¦s de hacerse p¨²blicas las actuaciones de Garz¨®n contra la trama. Su amistad tambi¨¦n le lleva a ir juntos al sastre, en Madrid, lo que no deja de ser parad¨®jico dado que los dos viven en Valencia. Es posible que piensen que aqu¨ª no hay sastres de fiar.
Los socialistas llevamos desde 2005 preguntando en Les Corts por las actividades de esta empresa. Hasta ahora no hemos podido ver ni un expediente de contrataci¨®n. Ante mis preguntas en el Pleno del 19 de febrero, el president Camps anunci¨® que comparecer¨ªan todos los consellers a dar cuenta de cuanto quisi¨¦ramos. Ni una semana dur¨® el compromiso. Por escrito les pedimos que se trajeran a las comparecencias los expedientes de algunos contratos y por escrito nos contestaron, todos los consellers, que las comparecencias eran "a petici¨®n propia" y que, por tanto, hablar¨ªan de lo que quisieran, como as¨ª hicieron. Despu¨¦s de eso, en la Mesa de Les Corts del martes 10, el PP nos rechaz¨® 69 preguntas sobre la existencia de contratos con empresas de la trama, entre otras algunas referidas al se?or Ulibarri y sus televisiones, del que habr¨¢ que hablar en el futuro.
?C¨®mo se atreve Camps a decir en Madrid que nadie le ha demostrado nada cuando ha puesto los papeles bajo siete llaves precisamente para que no podamos demostrar nada? Hay un relato fundado y claro en el auto judicial y hay unos indicios m¨¢s que evidentes del funcionamiento ilegal de una trama que s¨®lo ha podido hacer lo que ha hecho en tantos organismos p¨²blicos valencianos con el amparo de Camps. Frente a esto no hay m¨¢s que protestas de inocencia y ocultaci¨®n de datos y documentos. En definitiva: petici¨®n de adhesiones a ciegas. No s¨¦ lo que pensar¨¢n otros, pero yo tengo la convicci¨®n de que de los hechos que se conocen se derivan responsabilidades pol¨ªticas y penales y as¨ª lo digo. Cuando Camps ofrezca explicaciones, cuando permita el acceso a los documentos p¨²blicos, cuando conteste preguntas sin evasivas, tal vez destruya los indicios que se acumulan en su contra y pueda pedirnos que cambiemos de opini¨®n. Uno juzga por lo que conoce, si quiere ser riguroso, pero Camps no es el m¨¢s indicado para pedir fe ciega en sus actos, mientras se guarda los secretos e impone silencio.
?Esto es traspasar alguna l¨ªnea roja? Yo creo que esto es cumplir con mi papel de oposici¨®n, que incluye defender el buen uso del dinero de los valencianos y el respeto a las leyes. Las l¨ªneas rojas las traspasaron hace tiempo quienes pretenden llevar a la clandestinidad los procedimientos de gesti¨®n de los asuntos p¨²blicos, quienes desde altas magistraturas esconden, enga?an y manipulan, para luego presentarse como v¨ªctimas. En definitiva, quienes pervierten diariamente las reglas esenciales del funcionamiento de la democracia.
?ngel Luna es S¨ªndic-Portavoz del Grupo Socialista en las Cortes Valencianas.
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