Blanquear verdugos
Y a lo dijo Aza?a hace mucho tiempo, en una cita bien conocida que sin embargo vale la pena reiterar sin cansancio: "Si el h¨¦roe o genio no tom¨® la precauci¨®n de marcharse de la tierra sin dejar huella, est¨¢, adem¨¢s, expuest¨ªsimo a que se le zarandee el esqueleto. En Espa?a, lo primero que se hace con los hombres ilustres es desenterrarlos. Del cad¨¢ver con pretensiones de celebridad que no ha sido 'reivindicado' alguna vez, bien se puede creer que usurpa su fama. La man¨ªa de la exhumaci¨®n sopla por r¨¢fagas, como la del suicidio o el desaf¨ªo. Hace a?os, no dej¨¢bamos a nadie yacer tranquilo, hubo un ir y venir de ata¨²des y un trasiego de huesos que apestaba". Estas palabras no librar¨¢n al propio Aza?a de correr, el a?o pr¨®ximo, cuando se cumplan setenta de su muerte en el exilio, el riesgo que denunciaba. Se alzar¨¢n voces hip¨®critas y poco respetuosas reclamando que se traiga su cad¨¢ver a Espa?a, que se le rindan honores como antiguo Presidente de la Rep¨²blica y escritor de val¨ªa, y que se le d¨¦ una sepultura m¨¢s pomposa que la que tuvo y tiene en Montauban, donde descansa desde 1940 bajo una bandera ? mexicana.
"?Acaso no se dan cuenta de que maltratan a sus escritores mejores contempor¨¢neos?"
Acaba de ocurrir con Antonio Machado, los setenta a?os de cuya muerte en Collioure, al otro lado de la frontera, ya se han cumplido. Peri¨®dicamente se habla, asimismo, de sacar a Garc¨ªa Lorca de su fosa com¨²n y organizarle unos funerales de Estado o poco menos; en todo caso, de erigirle una especie de mausoleo para deleite de los turistas pol¨ªtico-culturales, que acudir¨ªan en peregrinaci¨®n a sentirse "solidarios" y emocionarse, y as¨ª convencerse de lo "majos" que son, y para provecho cremat¨ªstico de la afortunada ciudad que acogiera sus huesos, la cual no dudar¨ªa en montar una peque?a industria en torno al eximio m¨¢rtir "recuperado". Tambi¨¦n le tocar¨¢ su turno a Cernuda, quiz¨¢ en 2013, cuando se conmemore el cincuentenario de su fallecimiento en M¨¦xico: los que aboguen por su traslado a Espa?a no tendr¨¢n en cuenta su rencor hacia nuestro pa¨ªs, jam¨¢s cancelado, ni su poema "Birds in the Night", a prop¨®sito de una placa que el Gobierno franc¨¦s plant¨® en la casa londinense en la que "vivieron, bebieron, trabajaron, fornicaron, durante algunas breves semanas tormentosas", los poetas Rimbaud y Verlaine. "Al acto inaugural asistieron sin duda embajador y alcalde, todos aquellos que fueran enemigos de Verlaine y Rimbaud cuando viv¨ªan". Y el amargo poema concluye as¨ª: "?Oyen los muertos lo que los vivos dicen luego de ellos? Ojal¨¢ nada oigan: ha de ser un alivio ese silencio interminable ? Pero el silencio all¨¢ no evita ac¨¢ la farsa elogiosa repugnante". Hace bien poco recurr¨ªa Vargas Llosa a estos mismos versos para execrar la oportunista iniciativa del Gobierno argentino de "repatriar desde Ginebra el esqueleto de Borges, para quedarse con los despojos de quien durante mucho tiempo fue desde?ado por sus compatriotas como "escritor ingl¨¦s" y hoy es tenido por su mayor gloria nacional literaria. Para qued¨¢rselos, es decir: para exhibirlos como ornamento y explotarlos econ¨®micamente.
Sin duda las autoridades culturales de hoy, en un rasgo de soberbia ingenua, se creen distintas de sus predecesoras, de las del pasado, cuando, para su desgracia, y como supo Cernuda, son intr¨ªnsecamente iguales, independientemente de su color pol¨ªtico. ?O es que acaso no se dan cuenta de que maltratan, en Espa?a al menos, a sus escritores mejores contempor¨¢neos, como hicieron los franquistas y dem¨¢s con los de su tiempo? Cierto que ya no los persiguen ni los matan ni los env¨ªan al exilio, pero desde luego no los honran. ?C¨®mo se explica, si no, que ni Benet, ni Garc¨ªa Hortelano, ni Gil de Biedma (por no mencionar a Juli¨¢n Mar¨ªas, pues con ¨¦l no soy objetivo), obtuvieran jam¨¢s un m¨ªsero Premio Nacional de los que se han regalado a tantos mediocres? ?C¨®mo a¨²n no lo han tenido Eduardo Mendoza ni P¨¦rez-Reverte ni Mart¨ªnez Sarri¨®n ni Leopoldo Mar¨ªa Panero ni Vila-Matas ni Francisco Rico ni Az¨²a, por citar a algunos "omitidos"? ?Es que hay tant¨ªsimos superiores?
Pero lo principal no es eso. Si se trasladaran a Espa?a los cad¨¢veres de Aza?a y Machado y Cernuda y se les diera aqu¨ª rimbombante sepultura junto con el de Garc¨ªa Lorca, se estar¨ªa blanqueando a sus verdugos. La gente olvidar¨ªa pronto su proveniencia, en estos tiempos desmemoriados que lo ser¨¢n m¨¢s cada d¨ªa, y acabar¨ªa creyendo que siempre estuvieron aqu¨ª, venerados. A la larga no quedar¨ªa rastro de las iniquidades cometidas con ellos, y se los tendr¨ªa por glorias permanentes e indiscutidas. No se recordar¨ªa que, lejos de eso, quienes ostentaron el nombre de Espa?a los persiguieron con ensa?amiento o los expulsaron de aqu¨ª o los asesinaron. Que sigan en Montauban, Collioure, M¨¦xico y una fosa com¨²n granadina es, por el contrario, el mayor acto de justicia que puede hacerse con ellos. Y tambi¨¦n con sus verdugos.
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