Reformas estructurales y competitividad
En todos los informes, ya sean de instituciones internacionales (FMI, OCDE, CE) como nacionales (Banco de Espa?a), o de analistas, al referirse a la crisis en Espa?a se hace hincapi¨¦ en la necesidad de acometer reformas estructurales que permitan cambiar el modelo productivo, que ha funcionado durante la fase expansiva basado en la construcci¨®n y el consumo, y poner las bases de otro m¨¢s productivo y que permita la competici¨®n de los bienes y servicios espa?oles con los europeos y de otras ¨¢reas del mundo.
En ocasiones se considera como algo manido, que se utiliza como coletilla, sin entrar con profundidad en su significado. Por ello voy a referirme en sucesivos art¨ªculos a algunas reformas estructurales que tarde o temprano habr¨¢ que acometer. Todo lo que se tarde en iniciar las que se consideren imprescindibles retrasar¨¢ o aminorar¨¢ la posible recuperaci¨®n de la econom¨ªa espa?ola cuando se den las condiciones previas necesarias: la estabilizaci¨®n de los mercados financieros y burs¨¢tiles internacionales, y la recuperaci¨®n de EE UU seguida de la recuperaci¨®n de algunos pa¨ªses de la UE que son nuestros principales clientes (Reino Unido, Alemania, Francia).
Hay consenso en que las reformas son necesarias, y diferencias sobre cu¨¢les hay que abordar y c¨®mo hacerlo
Una vez aceptada la gravedad de la crisis, la cuesti¨®n es c¨®mo y cu¨¢ndo puede Espa?a salir de ella. El cu¨¢ndo est¨¢ muy condicionado por los acontecimientos internacionales, pero el c¨®mo s¨ª es responsabilidad del Gobierno con la ayuda y las decisiones de todos los agentes econ¨®micos: pol¨ªticos, empresarios y ciudadanos. El riesgo nos lo marca muy claramente el FMI cuando refiri¨¦ndose a Espa?a dice que: "En ausencia de reformas m¨¢s profundas, el crecimiento en el medio plazo corre el riesgo de ser d¨¦bil durante un periodo prolongado (en forma de L), y el desempleo, alto".
No todas las opiniones son tan negativas. La OCDE, en su estudio "Sistema de indicadores de regulaci¨®n de mercados de productos", considera que Espa?a ha llevado a cabo reformas profundas, amplias y sostenidas que han mejorado la competencia de sus mercados. Pero el informe tambi¨¦n se?ala reformas que Espa?a debe acometer, como, por ejemplo, la reducci¨®n de cargas y tr¨¢mites administrativos, el acceso a los servicios profesionales, los entes reguladores sectoriales y el comercio minorista.
Como ha se?alado el Gobernador del Banco de Espa?a, en las actuaciones contra la crisis "hay que huir del cortoplacismo". Por el contrario, hay que pensar y actuar en funci¨®n del medio y largo plazo. Las medidas que tienden a reformar el funcionamiento de la econom¨ªa son las que se enfrentan al fondo de los problemas. En Espa?a tenemos b¨¢sicamente dos que nos diferencian del resto de los pa¨ªses de la UE: el elevado endeudamiento, reflejado en nuestro d¨¦ficit por cuenta corriente y que conlleva una elevada necesidad de financiaci¨®n internacional, y el paro, b¨¢sicamente causado por el exceso de peso de la construcci¨®n y la elevada temporalidad del mercado laboral. Contra las tesis que consideran y aducen que las medidas estructurales son inoportunas porque sus efectos son en el largo plazo, hay evidencias de que tambi¨¦n pueden tener efectos favorables en el corto y medio plazo a trav¨¦s de la generaci¨®n de confianza en los empresarios y los ciudadanos. Confianza muy necesaria en momentos en que nadie se atreve a invertir y todos restringimos el consumo.
Hay un amplio consenso respecto a la necesidad de abordar reformas que permitan aumentar la productividad (de todos los factores) y mejorar la flexibilidad de los mercados para hacer la econom¨ªa m¨¢s competitiva. Sin embargo, hay diferencias sobre qu¨¦ reformas hacer y qu¨¦ instrumentos utilizar. Aparte de la ideolog¨ªa pol¨ªtica, en todas las posibles reformas intervienen diferentes agentes econ¨®micos, pol¨ªticos y sociales, siendo necesario discutirlas y negociar para as¨ª llegar a un consenso que permita iniciar al menos algunas de ellas. Algunos han se?alado la conveniencia de reeditar los Pactos de la Moncloa, que, con un amplio consenso, sirvieron en su d¨ªa para sacar a Espa?a de una complicada situaci¨®n. Aunque esto no sea posible o no entre en los planes del Gobierno, s¨ª que es necesario que se abra el di¨¢logo y la negociaci¨®n para llegar a un posible consenso.
El Gobierno ha ido ofreciendo peque?as reformas entre su conjunto de medidas contra la crisis, y en ocasiones los objetivos est¨¢n bien formulados, pero el posterior desarrollo es al menos insuficiente y en algunos casos est¨¢ muy retrasado. En el apartado de medidas estructurales se insiste en las ya contenidas en el Programa Nacional de Reformas (PNR 2005-2008) respecto a la inversi¨®n en infraestructuras, la formaci¨®n profesional, la liberalizaci¨®n de mercados (aeropuertos y puertos, telecomunicaciones, servicios profesionales), el sector de la energ¨ªa (Ley de Eficiencia Energ¨¦tica y Energ¨ªas Renovables) la reducci¨®n de las trabas administrativas (ley paraguas).
Por tanto, el objetivo de las reformas parece estar claro para todos: recuperar la competitividad perdida frente al exterior aumentando nuestra productividad, flexibilizando la econom¨ªa y liberalizando sectores y mercados. Siempre pensando en el medio y largo plazo, las soluciones pasan por: mejorar la calidad de la mano de obra, cuidando la educaci¨®n y la formaci¨®n, as¨ª como acometer una profunda reforma laboral. Tambi¨¦n la liberalizaci¨®n de los mercados requiere un conjunto de reformas: la del mercado del alquiler de vivienda, el de la energ¨ªa, el impulso a la competencia en los servicios, especialmente en el comercio y el transporte ferroviario de mercanc¨ªas. Y no olvidemos los servicios p¨²blicos. El sistema espa?ol, con el desarrollo de las autonom¨ªas, ha complicado la situaci¨®n llegando a romperse en algunos aspectos el mercado ¨²nico. La reforma de la Administraci¨®n p¨²blica se hace cada vez m¨¢s necesaria para reducir los costes administrativos de la producci¨®n de bienes y servicios. Por ¨²ltimo, est¨¢ la reforma de la estructura de la fiscalidad, por la que muchos analistas abogan para reducir los costes fiscales de las empresas (costes de la seguridad social, impuesto de sociedades, IVA, etc¨¦tera).
Como he comentado al principio, en sucesivos art¨ªculos ir¨¦ analizando algunas de estas reformas, tratando de exponer las diferentes posturas y alternativas de los consejos institucionales, el Gobierno, la oposici¨®n pol¨ªtica, los analistas, los agentes sociales, etc¨¦tera, y los posibles efectos de las diferentes recetas sobre la productividad y competitividad de la econom¨ªa espa?ola. Es una reflexi¨®n dif¨ªcil, pero que considero necesaria en estos momentos tan cruciales para el futuro de la econom¨ªa espa?ola.
Carmen Alcaide es analista y ex presidenta del INE.
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