EE UU descubre a ?lvaro Quir¨®s

La estirpe de los pegadores, aqu¨¦llos que entienden el golf a golpe de driver, ha reconocido estos d¨ªas en Miami a uno de los suyos con s¨®lo mirarlo. Cuando el mejor pegador del circuito europeo en los dos ¨²ltimos a?os empez¨® a reventar la bola, los rivales supieron que ?lvaro Quir¨®s, un gaditano de 25 a?os, hab¨ªa llegado para quedarse. El espa?ol ha sido el n¨²mero uno con el driver en 2007 (una media de 285 metros) y en 2008 (282). Y en el torneo de Doral, el cuarto de su carrera en Estados Unidos, ha ido todav¨ªa m¨¢s lejos: un golpe de 356 metros el primer d¨ªa en el hoyo 2 (?su longitud es de 343!), otro de 363 el segundo d¨ªa... S¨®lo Phil Mickelson, l¨ªder a las once de la noche de ayer, le super¨® con un golpetazo de 367. Quir¨®s ten¨ªa adem¨¢s el golpe m¨¢s largo en seis de los 14 hoyos con pares 4 o 5, los que retratan a los pegadores, y era el primero en distancia en el c¨®mputo global.

En su cuarto torneo americano dio un golpe de 356 metros en un hoyo de 343

"En eso influye mucho mi estatura", explica Quir¨®s; "mido 1,90 y tengo una velocidad de palo muy alta. Eso me permite llegar a distancias muy grandes. Es una gran ventaja, pero s¨®lo si controlas el golpe porque, a m¨¢s potencia, tambi¨¦n el ¨¢ngulo de dispersi¨®n de la bola es mayor. Por eso hay que calibrar si te la juegas o no, si tienes confianza para pegarle todo lo fuerte que puedes. Durante muchos a?os, he sido un jugador inconsciente. Siempre le pegaba lo m¨¢s duro posible. Con mi entrenador, Pep¨ªn Rivero, he aprendido a dosificarme. Ahora soy precavido unas veces y agresivo otras. He de buscar el equilibrio".

Am¨¦rica descubri¨® a Quir¨®s el segundo d¨ªa, cuando firm¨® la mejor tarjeta de la jornada: 64 golpes, ocho bajo par. Las c¨¢maras ya no le quitaron ojo porque se code¨® hasta el final con los mejores, con el fen¨®meno Camilo Villegas, la perla norirlandesa Rory McIlroy y Mickelson, por delante de Tiger Woods y Sergio Garc¨ªa, que se reservan para el Masters de Augusta. "El jugador medio europeo no pega tanto. Es m¨¢s t¨¦cnico, m¨¢s corto. En Estados Unidos se prima el golf straight, recto, porque son campos m¨¢s largos", dice Quir¨®s.

En contra de la moda de los ¨²ltimos a?os, Quir¨®s (24? del mundo) es el ejemplo de golfista hecho sin pasar por la factor¨ªa universitaria de Estados Unidos. "Pod¨ªa echarlo de menos, pero no optaba a becas del 100% y mi familia no me lo pod¨ªa pagar todo", recuerda. Su padre, jardinero, le inici¨® en el golf en el campo p¨²blico de Guadairo (C¨¢diz), cantera de muchos ni?os. Hasta los 14 a?os vivi¨® entre las carreras como lateral izquierdo en el equipo de f¨²tbol del pueblo (es un incondicional del Atl¨¦tico) y el golf, en el que se forjaba con su padre y el t¨¦cnico Pedro Tineo. Salvador Luna le acogi¨® como seleccionador nacional cuando a los 18 a?os dio el salto a la Residencia Blume. "All¨ª madur¨¦. Fue el cambio de chaval a joven", explica. "Siempre ha destacado por su potencia, por un swing un poco acelerado. De joven, ya le pegaba tan duro. Es tambi¨¦n muy bueno en el juego corto. Tiene unas manos privilegiadas", dice Luna.

"Mi fuerte es que soy muy ambicioso, aunque a veces me pierde la ambici¨®n. El punto d¨¦bil, la falta de paciencia. A veces me precipito, pero me voy controlando. He aprendido a contar hasta diez en vez de hasta cinco", comenta Quir¨®s. Sobre todo, desde 2003, cuando se uni¨® a Rivero, su t¨¦cnico y psic¨®logo: "Con ¨¦l he aprendido a jugar al golf, no a tocar la bola. Le creo porque s¨¦ que ha vivido lo que me cuenta". ?Sus referentes? "Siempre Olaz¨¢bal, por su car¨¢cter. De Woods admiro su f¨ªsico. Y Jim¨¦nez... Es de los que quedan, el ¨²nico que simboliza el cambio del golf".

Su pr¨®xima aventura es el Masters, que se disputar¨¢ del 9 al 12 de abril, al que viajar¨¢ con su familia y Rivero. "Augusta le vendr¨¢ bien. No tendr¨¢ ning¨²n problema por lo largo del campo y, adem¨¢s, es un jugador que juega muy bien de derecha a izquierda y en Augusta hay bastantes hoyos as¨ª", cuenta Luna. Claro, Augusta es tierra de pegadores.