"Hay contradicciones y, por lo tanto, queda esperanza"

Despu¨¦s de a?os ahondando en los tics de la sociedad hipermoderna, sobre el consumismo, el lujo y lo ef¨ªmero, y con varios libros que han hecho historia como La era del vac¨ªo, Gilles Lipovetsky (Par¨ªs, 1944) lleva cuatro a?os metido en un despacho elaborando an¨¢lisis sobre los temas que le preocupan al primer ministro franc¨¦s. ?Cu¨¢les? "Los ¨²ltimos han sido la discriminaci¨®n positiva, los servicios a los ciudadanos y la educaci¨®n c¨ªvica en la escuela". Estos d¨ªas participa en Barcelona, en el festival de arquitectura eme3, donde polemizar¨¢ en un duelo con artistas, estudiantes y arquitectos.

Est¨¢ en su salsa: Colapso es el t¨ªtulo de la cuarta edici¨®n de este inquieto y din¨¢mico festival. "Este colapso hipermoderno se caracteriza por la desorientaci¨®n generalizada y no tenemos una soluci¨®n. Es excepcional porque no funcionan ni la pol¨ªtica ni la religi¨®n como alternativas".

Pero mientras, que no cunda el p¨¢nico. El consumo cultural y el de objetos siguen manteniendo las cifras (y los sue?os). "El consumo cultural no est¨¢ en crisis, al contrario, los museos est¨¢n llenos de gente, no digamos los conciertos y los libros van bien". Y como resulta que todas las dimensiones de la vida est¨¢n mercantilizadas, "y esto es irreversible", mejor disfrutar de un h¨¢bito necesario para la econom¨ªa. As¨ª pues, este fil¨®sofo, tan apasionado en el verbo como en los gestos, concluye que "al no existir otros sue?os, el consumo es terap¨¦utico".

?Y de d¨®nde saldr¨¢ el dinero si gran parte se ha esfumado? "Se impone una l¨®gica del low cost en todos los aspectos de la vida. A la gente le cuesta mucho privarse de los placeres de que ha disfrutado hasta ahora y seguir¨¢ viajando a Birmania, m¨¢s barato y menos d¨ªas, pero seguir¨¢ consumiendo placer".

En cuanto al lujo, ese intangible al que dedic¨® un libro, El lujo eterno, est¨¢ convencido de que no s¨®lo no conocer¨¢ el colapso, sino que crecer¨¢. "Los ricos aumentar¨¢n, pero hay tambi¨¦n 200 millones de chinos de clase media, que dentro de 20 a?os ser¨¢n 400, y en India igual, que seguir¨¢n comprando lujo, como en todo el mundo". Pero ser¨¢ diferente: "Pasaremos del lujo tradicional, ostentoso, a otra forma m¨¢s emocional y hedonista. Y la industria deber¨ªa aprovechar la crisis para reinventarse, de hecho, ya est¨¢ empezando a hacerlo con precios m¨¢s asequibles".

No todo est¨¢ perdido, pues. "El colapso hipermoderno no es el vac¨ªo absoluto. El universo se ha vuelto m¨¢s nihilista, pero a la vez se reivindican los derechos del hombre, abunda el voluntariado y la moral no ha muerto. Junto a un hombre c¨ªnico surge otro m¨¢s responsable. Por eso el futuro est¨¢ abierto. Hay contradicciones, luego queda esperanza".