El caleidoscopio de Ben¨ªtez Reyes

Lo primero es una cita. Un recuerdo a Walter Arias, uno de sus personajes de novela m¨¢s inolvidables. "Hay que contar todo: lo que ocurre y lo presentido, lo previsto y lo improbable, lo que creemos ver y lo que imaginamos ver". Felipe Ben¨ªtez Reyes (Rota, C¨¢diz, 1960) abre as¨ª su ¨²ltimo libro, Oficios estelares (Destino), un repaso a 26 a?os de relatos, que incluye todos sus anteriores libros de narrativa breve y uno in¨¦dito. "En literatura se puede contar todo, aunque tambi¨¦n hay que saber lo que no hay que contar para que quede un margen de misterio, digamos. Un relato se hace de evidencias y de sugerencias, de revelaciones y de secretos. Se cuenta una historia y de fondo se est¨¢ contando otra, que suele ser la importante", explica el autor. Ben¨ªtez Reyes se recrea en la variedad de sus cuentos. "Soy partidario de que los libros de relatos no sean unitarios. Prefiero los caleidoscopios".

"Un relato se hace de revelaciones y de secretos"

"El escritor tiene mucho de esp¨ªa de realidades"

Es la segunda recopilaci¨®n de su carrera y la publica muy poco despu¨¦s de repartirse entre las librer¨ªas su antolog¨ªa de poemas, art¨ªculos y novelas Laboratorio de irrealidades (Diputaci¨®n de C¨¢diz). "Las recopilaciones son fundamentalmente pr¨¢cticas. Rescatan libros agotados y ofrecen un dibujo de conjunto. Esta recopilaci¨®n m¨ªa incluye adem¨¢s un libro in¨¦dito", detalla casi a modo de justificaci¨®n.

El repaso de tantos a?os de literatura permite descubrir a un creador diverso y sorprendente, que se mueve a gusto rastreando en la cotidianidad de la realidad como indagando en los senderos m¨¢s oscuros de la imaginaci¨®n. "Practico ambas estrategias. En este libro hay de todo: historias realistas y fant¨¢sticas, probables e imposibles, suposiciones quim¨¦ricas y cotidianidad, personas de carne y hueso y monstruos imaginarios", repasa.

Sus musas son inesperadas pero ¨¦l siempre est¨¢ atento a sus repentinas apariciones. "Muchos de mis relatos suelen partir de la observaci¨®n de un detalle min¨²sculo que luego someto a un proceso de amplificaci¨®n. Observas algo, un hecho trivial, y adivinas de pronto la posibilidad de una historia. A fin de cuentas, el escritor tiene mucho de esp¨ªa de realidades. Bueno, y de irrealidades tambi¨¦n". Ben¨ªtez Reyes reconoce que se fija mucho en los que le rodean. "Yo observo mucho el comportamiento de los desconocidos en lugares p¨²blicos y les invento luego una historia que seguramente no tiene nada que ver con ellos, pero mi oficio es ¨¦se".

Hay en la labor de recopilaci¨®n siempre un esfuerzo nost¨¢lgico, una autoevaluaci¨®n de la que el escritor no huye pero en la que tampoco se recrea. M¨¢s que orgullo, sus relatos, le¨ªdos de nuevo ahora, le producen tranquilidad. "Salieron como quer¨ªa que saliesen. Ya es bastante. No s¨¦ si lo ¨²ltimo siempre es lo mejor. Hay que tener en cuenta que no todas las trayectorias literarias son ascendentes. De modo que hay que andarse siempre con cuidado: el hecho de haber escrito algo que est¨¦ bien no es garant¨ªa de que lo siguiente vaya a estar mejor. Ni siquiera igual. Uno no puede fiarse ni de s¨ª mismo".

Los 17 relatos in¨¦ditos se engloban bajo un mismo t¨ªtulo: Fragilidades y des¨®rdenes. Son nuevas aportaciones tras un intenso ejercicio de repaso. "Casi preferir¨ªa que el sorprendido fuese el lector. El escritor est¨¢ dispensado de tener que sorprenderse a s¨ª mismo". Aunque confiesa haberse encontrado alguna ocurrencia inesperada. Es un viaje a un pasado literario pero no una b¨²squeda de s¨ª mismo. Aunque de su nuevo libro broten las man¨ªas intransferibles y los recursos estil¨ªsticos de un mismo autor, se complace de la variedad del resultado final. Lo dice reci¨¦n abierto su caleidoscopio.