Indignaci¨®n

Recuerden ustedes c¨®mo comenz¨® esto de los esp¨ªas y de G¨¹rtel. Dijeron que no hab¨ªa sino persecuci¨®n contra el PP. Hasta que el propio PP empez¨® a tachar nombres de sus listas, afectados por el mal de G¨¹rtel. En cuanto a los esp¨ªas: hicieron una maniobra trilera, apoyada en la prensa adicta y en TM (que no significa Televisi¨®n Medieval, aunque lo parezca, sino Telemadrid), para dar de s¨ª el parto de la suspensi¨®n. Dise?aron un modelo para que lo usara Esperanza Aguirre y le sali¨® redondo; antes, cuando Wyoming (ahora en la Sexta, entonces en Telecinco) le gastaba bromas por lo que dec¨ªa, la presidenta era una aprendiz. Su desparpajo de ahora luce en la tele (sobre todo en su TM) como si hubiera nacido para burlarse. Del procedimiento democr¨¢tico, de los que est¨¢n hablando, del lucero del alba, del alba. Perifonea mientras los otros hablan, es antiest¨¦tico. La Thatcher escuchaba, no se re¨ªa del adversario.

Esa capacidad de burla alcanz¨® el paroxismo el ¨²ltimo d¨ªa de la dichosa comisi¨®n, cuando el diputado P¨¦rez, del grupo popular, lanz¨® esta invectiva. "Ahora que se ha demostrado que todo era mentira, ?deber¨ªan pedir perd¨®n y se hacen las v¨ªctimas!". Bueno, pues no. No se ha demostrado, no ha habido tiempo. De modo que el diputado P¨¦rez ha cometido un acto de cierta desverg¨¹enza, porque la justicia est¨¢ por ah¨ª haciendo su trabajo y ¨¦l no ha esperado a que se pronuncie.

Es la pol¨ªtica del calamar. P¨¦rez dice que los otros deben pedir perd¨®n, y ya el telespectador, sobre todo de las televisiones medievales, que hay muchas, adem¨¢s de TM, estima que el diputado brama por esa herida indignada. Y s¨®lo hay tinta de calamar. Cuando a Camps le hallaron no s¨¦ qu¨¦ de unos trajes, se levant¨® temprano y bram¨®: "?Estoy indignado!". Y lo sigui¨® diciendo: "?Estoy indignado!".

Un d¨ªa lo tendr¨¢ que explicar, donde proceda: estoy indignado por esto y por esto. Pero hasta ahora s¨®lo ha dicho: "?Estoy indignado!". Mientras ¨¦l resuelve la b¨²squeda de las facturas de su indignaci¨®n, les regalo estos versos de E. E. Cummings que aparecen en el inicio de Indignaci¨®n, la nueva novela de Philip Roth (Mondadori): "Olaf (sobre lo que rodillas fueron) / repite casi sin cesar / 'hay cierta mierda que no voy a tragar".