Las elipsis de Hemingway
Un hombre sabe que va a morir. Los que muy pronto se van a convertir en sus asesinos est¨¢n cerca. Sin embargo, la resignaci¨®n ha ganado la partida definitiva. No intenta huir, tampoco defenderse. "Una vez hice algo malo". ?sa es su respuesta. Lac¨®nica. Sencilla. Es la larga escena inicial de Forajidos, obra maestra del cine negro dirigida en 1946 por el alem¨¢n emigrado a Estados Unidos Robert Siodmak, basada en el relato de Ernest Hemingway Los asesinos. ?Qu¨¦ lleva a un hombre a dejarse matar? A responder a esa ardua cuesti¨®n se dedica el resto de la pel¨ªcula, que no el cuento. El texto de Hemingway culmina justo ah¨ª. Es la imaginaci¨®n del lector la que debe rellenar el vac¨ªo argumental. De modo que Siodmak y sus guionistas (oficialmente, Anthony Veiller en solitario, aunque extraoficialmente se sabe que tambi¨¦n trabajaron John Huston y Richard Brooks) se apropian del papel de la imaginaci¨®n y nos sirven el n¨²cleo (prodigiosamente) escatimado por Hemingway.
A trav¨¦s de una estructura basada en el recuerdo y el rompecabezas, Forajidos es un andamio que reconstruye la actitud de su protagonista, un hombre hastiado por la continua huida. Once flashbacks componen su entramado argumental, guiado por un investigador de la compa?¨ªa del seguro de vida del fiambre. Once escenas retrospectivas absolutamente objetivas, donde, con un escrupuloso tratamiento del punto de vista, s¨®lo se muestra lo que los secundarios van narrando. Burt Lancaster es el hombre que decidi¨® tirar la toalla. Edmond O'Brien es el gu¨ªa de las pesquisas. Y, en medio, desde el cuarto flashback, la figura se?era de Ava Gardner. ?Qui¨¦n si no ella pod¨ªa tener la llave que descerrajara la mente del hombre que se dej¨® matar? Una mujer fatal. Una arp¨ªa.
Dos d¨¦cadas m¨¢s tarde, en 1964, Don Siegel, otro gran director, repiti¨® la experiencia: C¨®digo del hampa se titul¨® en Espa?a su nueva aproximaci¨®n a la elipsis de Hemingway. Sin embargo, esta vez Siegel y su guionista, Gene L. Coon, colocaron a los propios asesinos profesionales como los conductores de la historia. "Un trabajo demasiado f¨¢cil. El tipo pudo escapar y no lo hizo", piensan. La escena inicial vuelve a ser la del hombre resignado a su fin. Y la estructura, de nuevo, est¨¢ basada en el flashback. Eso s¨ª, C¨®digo del hampa s¨®lo tiene tres, m¨¢s largos que los de Forajidos, y se otorga un mayor protagonismo a los dos asesinos del t¨ªtulo (Lee Marvin, el poder¨ªo en persona, a la cabeza). El sepultado es John Cassavetes, mientras que las piernas de Angie Dickinson son las encargadas de mover la libido del protagonista. Aunque lo mejor de ambas experiencias, Forajidos y C¨®digo del hampa, es que siendo dos pel¨ªculas sensacionales, est¨¦n comandadas por tonos tan distintos. Melanc¨®lico, doloroso y rom¨¢ntico, la primera. Aguerrido, violent¨ªsimo y cargado de humor negro, la segunda.
Un cuento completado por dos pel¨ªculas, por dos formas de hacer cine. ?Qu¨¦ lleva a un hombre a dejarse matar? Como dicen en C¨®digo del hampa: "No le import¨® morir porque ya estaba muerto".
Pack Robert Siodmak. Forajidos (1946), Una vida marcada (1948), La dama desconocida (1944), El abrazo de la muerte (1949), La reina de Cobra (1944), Pesadilla (1945). Tambi¨¦n se venden por separado. Suevia. C¨®digo del hampa. Direcci¨®n: Don Siegel. Suevia. www.sueviafilms.com
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