Una taza de t¨¦ en la campi?a inglesa
De Knole a Waddesdon Manor, diez espacios donde muros y jardines trasladan al visitante a otra ¨¦poca
Fruto de su caracter¨ªstica y afectada modestia, los brit¨¢nicos llaman country houses a las grandes mansiones y suntuosos palacios en el campo donde habita la nobleza. Pues condici¨®n indispensable para ser un arist¨®crata en Gran Breta?a (o al menos ¨¦sa es la leyenda) es vivir entre sus verdes campi?as. Ning¨²n lord, duque o humilde bar¨®n, por arruinado que est¨¦, se dignar¨ªa a vivir en una ciudad, ni siquiera en Londres. Cientos de estas casas solariegas pueblan la isla desde los blancos acantilados de Dover hasta las tierras altas de Escocia. Hay rudos castillos medievales de aspecto guerrero, encantadoras residencias Tudor, solemnes mansiones neocl¨¢sicas y extravagancias, neog¨®ticas u otras, del periodo victoriano.
En sus interiores se exhiben tesoros de arte y riquezas inimaginables, pues sus amos, mientras con una mano recaudaban diezmos e impuestos, con la otra gastaban sin tasa en los mejores artistas y decoradores. Mientras unos se apasionaban por la caza del zorro ingl¨¦s o del tigre de Bengala, otros recorr¨ªan Francia y el Mediterr¨¢neo coleccionando m¨¢rmoles griegos, pinturas italianas y cueros repujados de C¨®rdoba. La historia de Gran Breta?a y las gestas de los hombres que construyeron su imperio se recuerdan en estas salas grandiosas entre vajillas de oro, bibliotecas de caoba, muebles Chippendale y cuadros de Van Dyck y Reynolds.
Buena parte de estos soberbios palacios permanece todav¨ªa en manos de los descendientes de quienes los construyeron, pero el haber tenido antepasados riqu¨ªsimos no es garant¨ªa hoy de poder pagar el arreglo del tejado o la renovaci¨®n de la fontaner¨ªa. Nadie quiere romper la tradici¨®n, pero la ¨²nica respuesta para sobrellevar los enormes gastos de mantenimiento de estas casonas ha sido abrirlas al p¨²blico a?adiendo, adem¨¢s, otras fuentes de ingresos, desde m¨¢s o menos simples tiendas de recuerdos y parques tem¨¢ticos hasta la organizaci¨®n de festivales de m¨²sica y teatro.
01 Knole
Nuestra primera visita nos lleva a Knole. Grande como una ciudad medieval en torno a sus siete patios, es una simbiosis de monasterio g¨®tico y castillo normando. Sus interiores renacentistas de madera panelada, cubierta por esplendorosos tapices de gran unidad y riqueza, hablan de intrigas reales y luchas de poder. Residencia de los Sackville, condes y duques de Dorset, desde 1603, antes el avaricioso Enrique VIII se lo hab¨ªa arrebatado a su constructor, el arzobispo de Canterbury. A lo largo de los siglos las fastuosas rentas de los Sackville fueron superadas por sus derroches, y sus juiciosos matrimonios con herederas de ricas haciendas, por sus aventuras mundanas.
En su impresionante galer¨ªa de retratos no falta ninguno de los personajes mencionados. La escalera principal se adorna con una talla del leopardo emblema de la familia y un sensual desnudo en escayola de la bailarina Gianetta Bacelli, una de las conquistas del tercer duque. ?ste, am¨¦n de un excelente ojo para las mujeres -fue tambi¨¦n amante de Mar¨ªa Antonieta mientras era embajador en Par¨ªs-, lo ten¨ªa para el arte. Admirador de Reynolds y Gainsborough, la gracia dieciochesca de los retratos de estos pintores contrasta con la severidad de los personajes de siglos anteriores y el ambiente oscuro de la mansi¨®n, donde, para preservar las viejas sedas y brocados, apenas se deja pasar la luz del d¨ªa. La cumbre de la visita es el llamado dormitorio real, con su cama con baldaquino recubierto de hilo de oro y su mobiliario de plata.
02 Arundel
La llegada al castillo de Arundel es impresionante. Desde la lejan¨ªa parece un escenario para Camelot con sus poderosos muros almenados, torreones redondos y matacanes. Los fosos y la torre del homenaje son todav¨ªa los primitivos del castillo normando del siglo XII; el resto es fruto de una larga restauraci¨®n en el siglo XIX.
Aqu¨ª reside una de las grandes familias de la historia inglesa, los duques de Norfolk. Su condici¨®n de cat¨®licos les hizo vivir siempre peligrosamente. El tercer duque present¨®, sucesivamente, a sus bellas sobrinas, Ana Bolena y Catalina, a Enrique VIII, quien les hizo sus segunda y quinta esposas. Ello no le impidi¨® ejecutar, por intrigas pol¨ªticas, al hermano de ambas. El mismo duque escap¨® del verdugo s¨®lo porque el rey muri¨® horas antes de llevarse a cabo la sentencia. Al cuarto duque le cortaron la cabeza por su pretensi¨®n de casarse con Mar¨ªa, reina de los escoceses, mientras que su heredero muri¨® encerrado en la Torre de Londres por haber dicho una misa en apoyo de la Armada Invencible. La mansi¨®n cuenta con excepcionales colecciones de porcelanas, plata, mobiliario y cuadros de Mytens, Van Dick y Gainsborough, eclipsadas a menudo por la majestuosidad de los salones.
03 Beaulieu
M¨¢s modesto es Beaulieu, antigua abad¨ªa del C¨ªster y hoy hogar de Lord Montagu. Sus antecesores construyeron la casa actual, modificada y ampliada en el g¨®tico victoriano del XIX, junto a las ruinas mon¨¢sticas. El padre del actual lord fue un pionero del automovilismo. Con sus tres autom¨®viles inici¨® una colecci¨®n que se ha convertido en el adyacente Museo Nacional del Autom¨®vil. La multitud de visitantes y la necesaria organizaci¨®n para atenderlos estropea, un tanto, el ambiente, por lo que es conveniente refugiarse en los jardines y los rom¨¢nticos restos de la abad¨ªa.
04 Wilton House
Wilton House tiene tambi¨¦n sus or¨ªgenes en una abad¨ªa y la consiguiente expulsi¨®n de sus moradoras por el repetido Enrique VIII. ?ste entreg¨® la finca a uno de sus favoritos, primer conde de Pembroke. La actual gran mansi¨®n Tudor de piedra dorada fue construida a mediados del XVII por el cuarto conde, uno de los del "noble e incomparable par de hermanos" a quien Shakespeare dedic¨® la primera edici¨®n de sus obras. Una estatua del poeta preside la entrada de la casa.
Por el claustro y los salones se exhiben esculturas y bajorrelieves griegos y romanos, porcelanas Qing, relojes franceses, muebles de Chippendale y cuadros de Andrea del Sarto, Brueghel, Ribera, Rubens y Rembrandt. La estrella de la casa son los prodigiosos salones de aparato, Single y Double Cube State Rooms. Dos prodigios de est¨¦tica decorativa y dimensiones perfectas hechos de estucos dorados, frescos de historias mitol¨®gicas y una gran colecci¨®n que Van Dyck pint¨® expresamente. En ellos se rodaron las escenas del baile de la pel¨ªcula Sentido y sensibilidad. Toda la casa, con mayordomo, criados y doncellas ataviados con trajes de ¨¦poca, muestra el sentido decorativo del actual duque, productor y director de cine. En el exterior destacan el hermoso parque de tipo paisaj¨ªstico y el puente palladiano sobre el r¨ªo.
05 Longleat
A Longleat se le ha llamado La casa de los prodigios. El visitante queda admirado desde el momento en que atraviesa las altas verjas, entra en el parque y recorre las tres millas que le separan del palacio. Grandes arbustos cuajados de rododendros y azaleas bordean la carretera. De repente, el bosque de hayas y cedros tricentenarios se abre para revelar abajo, en el fondo del valle, junto al lago, el gran palacio cuadrado de fachadas del m¨¢s puro estilo renacimiento. El interior es otra historia. Excepto el gran vest¨ªbulo Tudor, el resto es el resultado de las remodelaciones del XIX en un espectacular estilo italianizante. M¨¢rmoles y alabastro, techos dorados, tapices flamencos, cortinajes de terciopelo carmes¨ª, una gran colecci¨®n de pintura holandesa y varios tizianos y tintorettos. La visita termina con los peculiares murales pintados por el no menos peculiar actual marqu¨¦s de Bath. Casado con una actriz h¨²ngara, tras a?os de bohemia en el barrio Latino ha continuado la obra de su padre. ?ste abri¨® Longleat al p¨²blico en 1948, la primera mansi¨®n en hacerlo. Es ahora una gran empresa comercial con el exterior convertido en parque de atracciones: magn¨ªfico parque safari, barcos en el lago, un tren de v¨ªa estrecha, casas de mu?ecas, el laberinto m¨¢s largo del mundo y un programa de actividades, desde concentraci¨®n de globos hasta concursos florales y caninos.
06 Highclere
Camino de Highclere, por tierras de Hampshire, la campi?a inglesa se revela con todos sus buc¨®licos encantos. Pastan caballos y vacas muy tranquilas en los verdes prados, nadan patos y cisnes en los estanques. En una granja venden lechugas a media libra; en otra, huevos y queso cheddar. El d¨ªa soleado ha sacado de los garajes descapotables de todos los modelos y edades, y las carreteras se han poblado de conductores con gorras escocesas camino de los campos de golf o de un pic-nic.
Entre las colinas y los ¨¢rboles frondosos de su parque, el castillo de Highclere es un edificio victoriano de fachadas neorrenacentistas coronadas por pin¨¢culos g¨®ticos. Su parecido con el Parlamento de Londres no es casual, pues ambos son obra del mismo arquitecto. El interior es una rica mezcla de estilos en torno al gran sal¨®n central neog¨®tico. Destaca la fant¨¢stica biblioteca en forma de T, de caoba y madera dorada. Muy hermosos tambi¨¦n son el sal¨®n rococ¨®, el de fumar y el boudoir.
07 Blenheim Palace
En Agosto de 1704, el duque de Marlborough -el Mambr¨² de nuestras canciones infantiles- derrot¨® a los ej¨¦rcitos de Luis XIV junto al pueblo de Blenheim, a orillas del Danubio. La reina Ana le premi¨® con los terrenos y los fondos necesarios para levantarse una residencia. Tras haber vencido al Rey Sol en el campo de batalla, Marlborough no tuvo ning¨²n empacho en intentar superar su palacio de Versalles. El resultado es un grandioso edificio barroco de piedra de tonos amarillentos en forma de U con alas extendidas que abrazan patios y jardines, y adornado con profusi¨®n de arcos, p¨®rticos y columnatas. Su parque, trazado por el c¨¦lebre Capability Brown, cuenta con un precioso laberinto de setos y jardines a la fran?aise con terrazas escalonadas de agua.
Con sus 700.000 visitantes al a?o, Blenheim es el palacio ajeno a la Corona m¨¢s conocido de Gran Breta?a. En sus salones hay chimeneas esculpidas en m¨¢rmol, puertas de caoba, tapices de Bruselas que cuentan las batallas del famoso duque -sangrientas batallas en paisajes id¨ªlicos-, exquisitos muebles de marqueter¨ªa, frescos y cuadros. Uno de estos es un retrato de cuerpo entero de la bell¨ªsima Consuelo Vanderbilt, hija del multimillonario americano y cuyo matrimonio con el noveno duque, en 1895, cuando la joven contaba 17 a?os de edad, estuvo destinado a revitalizar las finanzas ducales.
El espacio m¨¢s caracter¨ªstico es la biblioteca barroca, de sesenta metros de longitud y dos pisos de altura, amueblada como un lujoso sal¨®n de estar. Se conserva, asimismo, la habitaci¨®n donde naci¨® Winston Churchill, nieto del s¨¦ptimo duque.
08 Broughton Castle
Broughton Castle se enmarca en un paisaje que parece no haber cambiado desde la ¨¦poca de su construcci¨®n hace seiscientos a?os. Hay un aire m¨¢gico en esta mansi¨®n Tudor amurallada, rodeada de un foso de m¨¢s valor est¨¦tico que defensivo. Sus interiores fueron antes bastante m¨¢s opulentos, pero el decimoquinto lord, arrastrado a una vida de frivolidad y extravagancias, dilapid¨® la fortuna familiar y vendi¨®, en una subasta que dur¨® ocho d¨ªas, casi todas las riquezas de Broughton. Ello incluy¨® los tiziano, vel¨¢zquez, ribera, los inevitables van dyck y hasta los cisnes del foso. A diferencia de Blenheim o Waddesdon, donde casi no es posible ni levantar la voz, Broughton es un castillo familiar donde se vive. Si uno fuera ni?o, le apetecer¨ªa correr y jugar a esconderse detr¨¢s de las viejas armaduras y en sus rincones secretos. En la c¨¢mara real durmi¨® una vez Jaime I, y en la sala sin o¨ªdos se reun¨ªan los conspiradores contra Carlos I. El jard¨ªn es un bello ejemplo de jard¨ªn ingl¨¦s con arriates mixtos y profusi¨®n de plantas y flores distribuidas informalmente.
09 Woburn Abbey
A estas alturas, el viajero se cree ya incapaz de maravillarse. Ignora que le quedan dos de los platos m¨¢s fuertes de su periplo. Woburn Abbey y Waddesdon Manor. Nada resta de la antigua abad¨ªa de Woburn, excepto su nombre y la encina de la que fue colgado, en 1538, por traici¨®n al rey, el ¨²ltimo abad. Instalada en un extenso parque donde pastan los ciervos, la gran residencia de los marqueses de Tavistock es un palacio de estilo palladiano al que hay que dedicar un par de horas para admirar sus riqu¨ªsimos interiores. Destacan el dormitorio de la reina Victoria, el sal¨®n de Estado, la Gran Galer¨ªa y el comedor veneciano, con dos docenas de vistas de Venecia encargadas ex profeso a Canaletto. Entre los tesoros, una vajilla de porcelana azul y oro de Sevres, regalo de Luis XV, tintorettos, rembrandts, reynolds y el c¨¦lebre retrato de Isabel I, cargada de perlas, llamado de la Armada Invencible.
10 Wadd
esdon Manor
Es la m¨¢s espl¨¦ndida de todas las residencias de los Rotschild, culminaci¨®n de sus logros sociales y art¨ªsticos. Construida por el bar¨®n Ferdinand, bisnieto del primero de esta dinast¨ªa de financieros, a finales del siglo XIX, es una fantas¨ªa renacentista revisada por el barroco franc¨¦s del Segundo Imperio: algo as¨ª como una fusi¨®n del castillo de Chambord y la ?pera de Par¨ªs. Su interior recrea la Francia del XVIII con antig¨¹edades y colecciones que s¨®lo el buen gusto y much¨ªsimo dinero pueden comprar: muebles, tapices y porcelanas que pertenecieron a personajes tales como Mar¨ªa Antonieta, Beaumarchais y Richelieu; alfombras de la Savonnerie -incluida una de 400 metros procedente del Louvre- y cuadros de Wateau, Boucher, Rubens, Guardi... No es ¨¦sta una mansi¨®n con recuerdos hist¨®ricos, tambi¨¦n es la ¨²nica no habitada, pero la belleza y el perfecto estado de su mobiliario y decoraci¨®n la hacen esmerado final de nuestro recorrido.
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Gu¨ªa
Informaci¨®n
Las country houses recogidas en esta selecci¨®n se hallan en un radio de 150 kil¨®metros alrededor de Londres. Lo m¨¢s pr¨¢ctico es hacer el recorrido en coche. Todas ellas est¨¢n bien se?alizadas desde sus inmediaciones y ofrecen entradas con descuento para familias, ni?os, estudiantes y mayores. Todas admiten visitantes hasta una hora antes del cierre.
? Informaci¨®n y turismo brit¨¢nico en Espa?a (902 17 11 81; www.visitbritain.es).
? British Heritage Pass (www.britishheritagepass.com). El pase da acceso a 600 propiedades hist¨®ricas del pa¨ªs; entre ellas, todas las rese?adas, excepto Broughton y Highclere. Se puede adquirir online y los precios oscilan entre los 38 euros, v¨¢lido para cuatro d¨ªas, hasta los 95 para un mes completo. El folleto, con mapa incluido, da informaci¨®n sobre horarios y situaci¨®n de cada casa.
Visitas
? Knole (0044 17 32 45 06 08; www.nationaltrust.org.uk). Abierto de marzo a noviembre, de mi¨¦rcoles a s¨¢bados, de 12.00 a 16.00; domingos y lunes, de 11.00 a 17.00. Entrada, 10 euros. Se encuentra en Kent, al sureste de Londres. Para llegar hay que conducir por la carretera M25, salir por Sevenoaks y continuar por la A225.
? Arundel Castle (0044 19 03 88 21 73; www.arundelcastle.org). Abierto del 4 de abril al 1 de noviembre, de 10.00 a 17.00. Cierra los lunes, excepto en agosto. Entrada, 17 euros. Este castillo est¨¢ al oeste de Brighton y se llega por la A27.
? Beaulieu Palace (0044 15 90 61 23 45; www.beaulieu.co.uk). Se puede visitar a diario, de 10.00 a 18.00. Entre octubre y mayo cierra a las 17.00. Entrada, 18 euros, pero incluye el Museo del Autom¨®vil. El palacio se encuentra al sur de Southampton y aparece se?alizado desde la M27. ? Wilton House (0044 17 22 74 67 00; www.wiltonhouse.com). Abierto del 10 al 13 de abril y del 2 de mayo al 31 de agosto, de 12.00 a 17.00. Entrada, 14 euros. Muy cerca de Salisbury, al oeste. Se llega por la A30.
? Longleat (0044 19 85 84 54 20; www.longleat.co.uk). Abre todos los d¨ªas, menos el 1 de abril, de 10.00 a 16.30. Entrada, 14 euros. A 6 kil¨®metros de Warminster, se llega por la A362.
? Highclere Castle (0044 16 35 25 32 10; www.highclerecastle.co.uk). El castillo abre sus puertas del 1 de julio al 3 de septiembre, de 11.00 a 16,30. Cierra los viernes y s¨¢bados, y el precio del acceso es de 9 euros. Est¨¢ cerca de Newbury y se llega por la A34.
? Blenheim (0044 87 00 60 20 80; www.blenheimpalace.com). Abierto todos los d¨ªas desde el 14 de febrero al 1 de noviembre, y s¨®lo de mi¨¦rcoles a domingo desde entonces hasta el 13 de diciembre. Se puede visitar entre las 10.30 y las 17.30, y cuesta entre 16 y 19 euros, seg¨²n la temporada del a?o. Se encuentra junto a Oxford por la A44.
? Broughton Castle (0044 12 95 27 60 70; www.broughtoncastle.com). De mayo a septiembre abre los mi¨¦rcoles y los domingos, de 14.00 a 17.00. En julio y agosto ampl¨ªan a los jueves. Entrada, 8 euros. Est¨¢ al norte de Oxford por la M40, salida Banbury, direcci¨®n Shipston. ? Woburn Abbey (0044 15 25 29 21 48; www.woburnabbey.co.uk). Entre el 4 de abril y el 4 de octubre abre de 11.00 a 17.30. La entrada cuesta 15 euros. La abad¨ªa est¨¢ situada al norte de Londres, entre la A5 y la M1, por la salida 12.
? Waddesdon Manor (0044 12 96 65 32 26; www.waddesdon.org.uk). Abre entre el 1 de abril y el 1 de noviembre, de mi¨¦rcoles a domingo. Su horario es de 12.00 a 16.00; los fines de semana abren a las 11.00. Los precios var¨ªan entre los 15 y los 17 euros, seg¨²n la temporada. La mansi¨®n est¨¢ a 10 kill¨®metros de Aylesbury por la A41.
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